La campaña de la declaración de la renta de 2020/2021 está llegando a su fin y los españoles solo tienen un día por delante para hacer el trámite. Sin embargo, el pasado viernes fue el último día para presentar declaraciones que tengan como método de ingreso la domiciliación bancaria y este martes es el último día para solicitar cita previa para atención telefónica o en oficinas de la Agencia Tributaria. En consecuencia, los más rezagados tienen que darse prisa, si no quieren ser multados por Hacienda.
El organismo tiene un total de 4 años para revisar el IRPF, que comienzan a contar desde el último día en que la presentación de la declaración es voluntaria. De tal modo que Hacienda tendría hasta 2025 para revisar todas las gestiones de esta campaña. Si durante ese tiempo los expertos fiscales de la institución detectan que alguna persona debería haber presentado la declaración y no lo ha hecho, se les enviará un requerimiento. Asimismo, se iniciará un procedimiento sancionador, que tendrá diferentes consecuencias dependiendo de si la gestión fiscal salió a pagar o a devolver.
‘La Carta del Miedo’
En el caso de que la declaración de la renta salga a pagar y Hacienda lo solicite, el afectado tendrá que pagar el resultado y una sanción. Según los expertos fiscales de la plataforma TaxDown, la sanción consiste en el pago de entre el 50% y el 150% del total de la deuda, un pago que puede aumentar si Hacienda considera que ha sufrido un perjuicio económico o si esto ya ha ocurrido en otras ocasiones. El organismo te lo notifica a través de una extensa correspondencia, con un lenguaje repleto de tecnicismos legales y fiscales que podría resultar complejo para la mayor parte de los contribuyentes.
Por otro lado, hay personas que les sale a devolver y no la presentan, ya sea por ignorancia o por simple pereza. Desde TaxDown se recuerda que esta práctica también acarrea una sanción, que podría llegar a alcanzar los 200 euros. Asimismo, la devolución será menor e, incluso, puede ser que salga a pagar.
Ser más rápidos que Hacienda
Sin embargo, existe una forma de mitigar lo máximo posible ambas sanciones y es presentar la declaración antes de que Hacienda te envíe el requerimiento. Si una persona presenta la declaración fuera de plazo y sale a pagar, habrá un recargo que dependerá del tiempo en que se ha tardado en presentarla. De tal modo que si se envía en los tres primeros meses, el recargo será un interés del 5%. Este porcentaje irá aumentando a medida que pase el tiempo, por lo que si se tarda entre tres y seis meses será de un 10%, si es entre seis y doce meses, un 15% y un 20% si se superan los doce meses.
En el caso de que se presente a destiempo y salga a devolver, estas personas también tendrán que pagar una multa que ascendería a los 100 euros, aunque esta cantidad se podría reducir a los 75 euros, si no se recurre el resultado y la persona paga a tiempo.
Para todas aquellas personas que se han visto obligadas a presentar la declaración fuera de plazo, los expertos fiscales de TaxDown les recuerdan que el simulador de la plataforma está activo durante todo el año. Aunque no se van a poder escapar de algún tipo de multa por parte de Hacienda, podrán presentar su IRPF sabiendo que han aplicado a todas las deducciones posibles, es decir, ahorrando lo máximo posible.
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