“Lo que me gustaría es poder trabajar aquí en Valencia para contribuir en el desarrollo sostenible de nuestro territorio”, afirma Màxim Lliso, quinto mejor graduado de España en Ingeniería Civil en el ranking de la Sociedad Española de Excelencia Académica (SEDEA).
El joven de Alboraia estudió el Grado en Ingeniería Civil en la Universitat Politècnica de València y ahora está cursando la doble titulación del Máster Habilitante en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, que imparte la UPV junto con la Escuela Nacional de Puentes y Caminos de París. La estancia en la capital francesa le ofrece perspectivas muy atractivas y no sabe hacia dónde dirigirá sus pasos profesionales.
“En los próximos años, seguramente se empiezan a ejecutar proyectos que van a cambiar el paradigma actual de las infraestructuras a nuestro territorio. El túnel pasante, el corredor mediterráneo, o la solución que se dé a la problemática de la ampliación norte del puerto de Valencia son retos en los que me encantaría participar, siempre poniendo como objetivo primordial su sostenibilidad”, explica Màxim. “Aun así, soy consciente que en París, donde estoy ahora, hay oportunidades profesionales importantes, por eso no descarto quedarme aquí”, aclara el ingeniero.
Internacionalización del currículum
La oportunidad de internacionalizar su carrera es una ventaja que destaca Màxim de su paso por la Universitat Politècnica de València. El joven graduado realizó una estancia de seis meses a la Escuela Politècnica de Bruselas como estudiante Erasmus durante el Grado. Esta experiencia le permitió completar su formación y lograr un nivel de francés alto (actualmente, un C1). En la actualidad finaliza una doble titulación de máster internacional, impartido entre la UPV y una de las escuelas de Ingeniería de Caminos con más renombre de Europa. En breve empezará a realizar prácticas al despacho de ingeniería y arquitectura Bordàs+Peiró, durante seis meses. “Gracias a la UPV, he podido estudiar en universidades europeas prestigiosas. Esta oportunidad y el hecho que la Universitat Politècnica de València tenga un nombre tan reconocido internacionalmente te abre muchas puertas”, explica Màxim.
Agradecimiento público a docentes
Cuando se le pide que destaque docentes, afirma: “Ha habido muchos profesores que me han ayudado a lo largo de estos cuatro años, pero es verdad que hay dos a quienes aprovecho para mostrar públicamente mi agradecimiento, porque realmente se han implicado mucho en mi trayectoria. Ellos son el catedrático del Departamento de Ingeniería Hidráulica y subdirector de Relaciones Internacionales de la Escuela de Caminos de la UPV, Juan Marco, y el catedrático de Puertos y Costas Vicent Esteban. Poder contar con su apoyo es de una ayuda incomparable y ha sido clave en muchos momentos”.
Por su parte, el profesor Juan Marco afirma que Màxim “es un ejemplo de determinación, de marcarse una trayectoria a largo plazo, años por delante y seguirla con constancia y entusiasmo. Màxim decidió que se iba a París en 2.º curso, después de una charla mía sobre movilidad. Entonces no sabía francés, solo inglés. Se programó para aprenderlo, hizo una estancia previa en 4.º en inglés en Bruselas, para practicar también el francés en la calle; pasó la selección para el doble diploma a París y aquí está. Y todo esto simultáneamente con los cursos ordinarios, sacando matrículas de honor y sin cerrarse a casa. Envidiable”.
El profesor Vicent Esteban Chapapría considera que “Màxim es una persona muy capaz, que se plantea continuamente preguntas y quiere aportar soluciones, y a la vez, comprometida, abierta.Su quehacer lo desarrolla insertado en las preocupaciones más actuales y con perspectivas más modernas e internacionales. Creo que esto es el que más me impresionó de él, su nivel de compromiso y la busca de soluciones actuales, aparte de su capacidad de trabajo”.
Estudiar en la UPV
Màxim se sentía atraído desde pequeño por la Ingeniería de Caminos: “Desde pequeño me he interesado por el mundo de la ingeniería y la construcción; especialmente por la parte estructural, que es la que permite modelizar matemáticamente el problema de la estabilidad y la resistencia de las infraestructuras que nos rodean”.
La calidad y la exigencia de la UPV no lo han decepcionado. La experiencia universitaria le ha ofrecido, además, amistades “que sin duda son para toda la vida”: “Los años que he pasado con mis compañeros han sido muy intensos y hemos compartido momentos de todo tipo; esto establece vínculos muy fuertes. He aprendido mucho junto con los amigos que he hecho aquí; sin ellos todo habría sido muy diferente”, afirma.
Si tuviera que empezar a estudiar, dice que “elegiría la UPV seguro. Por la calidad indiscutible de la formación, por las oportunidades de internacionalizar los estudios a las mejores universidades europeas y también porque es la politécnica de nuestra tierra y lo tenemos que poner en valor”.
|