El Coosur Betis no ha podido comenzar la temporada de mejor manera. El equipo de Joan Plaza, que tiene una pinta bien diferente a la de la campaña anterior, se impuso ayer en la prórroga, tras un partido de infarto, al Morabanc Andorra por 102-98.
Un triple de uno de los nuevos, el escolta trinitense Khadeen Carrington, a pocos segundos del final del tiempo extra y un robo en la posterior acción de los andorranos –que habían forzado la prórroga con un triple lejanísimo de Clevin Hannah sobre la bocina- terminaron por decantar el triunfo para los béticos, ante el delirio de sus aficionados que por fin, año y medio después, regresaron a las gradas de San Pablo.
Fue el mejor final posible para terminar de ilusionar y de reenganchar a la gente; y es que parece ser, dicho con toda la prudencia del mundo, que este año hay mimbres no solo en la dirección técnica para luchar por algo más que por la sufrida permanencia del pasado curso.
Todorovic, el señor de la zona
Los locales, no obstante, comenzaron un pelín dubitativos, aunque ya desde el inicio se vio una de las tónicas que se daría durante la mayor parte del encuentro: el espectacular dominio de Marko Todorovic bajo aros, especialmente el ofensivo.
El pívot montenegrino, en su regreso a la liga ACB, sostuvo en el marcador a los suyos con sus primeras acciones durante los minutos iniciales, frente a un equipo andorrano que había salido un poco mejor. Todorovic, según apunta nuestro compañero de Diario de Sevilla Pablo Salvago, tiene una cláusula de salida por si le llega un contratazo desde tierras chinas; y por el bien del Coosur Betis y de la ACB, que éste no llegue, por favor.
También destacaron de inicio otras dos de las novedades verdiblancas, Vitto Brown y Dairis Bertans. Mientras que los andorranos, con Hannah al mando y Amine Noua acertado en el tiro, amenazaban con escaparse (14-19, min 6), los dos exteriores béticos colaboraron amainando el pequeño temporal pirenaico que podía cernirse sobre San Pablo.
Beqa: el regreso del hijo pródigo
Y en éstas entró en cancha Beqa Burjanadze, que revolucionó el choque durante los aproximadamente seis minutos que estuvo en cancha hasta el descanso.
El georgiano, canterano de la entidad bética durante los tiempos del CB Sevilla y ex jugador del Morabanc Andorra, se reencontró con la afición sevillana con una sobresaliente labor bajo aros, anotando tanto desde dentro como desde fuera hasta sumar un total de nueve puntos antes de la media parte. Luego volvería a ser decisivo en el tramo final.
De ese modo los béticos tomaron cuatro puntos de renta en el primer minidescanso (26-22, min 10), que llegaron a ser seis con una canasta de otro de los nuevos, un veterano como Pepe Pozas (31-25, min 13). Todo con una defensa y un esfuerzo al estilo de lo que demanda su entrenador.
Pero los de Ibon Navarro son un equipo rocoso, y así aumentaron su presión en media cancha, robando o, como poco, punteando la mayoría de pases de los verdiblancos. Así, con dos acciones de Arteaga y un mate de Oriol Paulí tras uno de esos robos, los andorranos dieron la vuelta al marcador, culminando un parcial de 0-8 con una nueva canasta de Noua (35-38, min 17).
Contundente reacción bética
Claro que entonces Plaza llamó a filas a los suyos, y tras un tiempo muerto regresaron tanto la asfixiante defensa bética como la “dictadura” de Todorovic bajo aros, ayudado desde fuera por Carrington y Pozas.
Con todo ello los locales no solamente devolvieron el parcial a su rival, sino que lo mejoraron hasta en tres puntos, un 11-0 con el que el Coosur Betis se iba a descansar con un 46-38 que hacía vibrar por momentos a la afición.
Y los béticos continuaron con su fiesta en la reanudación, adquiriendo una máxima renta de quince puntos (63-48, min 25) gracias, además de a su defensa, a los nueve puntos de un Brown que, por la manera de entrar a canasta y de correr el contraataque, recordaba nada menos que a James Worthy, el legendario jugador de los Lakers en los años 80.
Pero la tercera falta de Todorovic y el descanso de Brown cambiaron el rumbo del choque. Sin sus principales bazas ofensivas el Betis comenzó a sufrir ante un Andorra que subió un par de puntos el nivel, y que llegó incluso a enjugar la diferencia antes del último parcial.
En ataque, Codi Miller-McIntyre y Noua fueron poco a poco reduciendo distancias, con la ayuda entre otros del ex bético “Tunde” Olumuyiwa -Tunde, de aquí en adelante- en la zona.
De repente los lanzamientos béticos no entraban y los rebotes no llegaban; y así los visitantes lograron empatar a 64 antes de que un tiro libre de Todorovic le diera la renta más mínima posible a su equipo en la entrada al decisivo período.
Hannah enmudece a San Pablo...
Ahí el Betis entró mejor. Bertans, que poco a poco se animaba –tres triples firmó en el último cuarto- y Todorovic volvían a estirar un poco el marcador (70-64), pero en éstas Paulí tomó el mando del ataque visitante y, con sus penetraciones, causó estragos por momentos con puntos y faltas personales. Una antideportiva de Carrington y una técnica señalada al base bético Shannon Evans no ayudaban a la causa, precisamente.
Todorovic, con la cuarta a sus espaldas, estaba lastrado en defensa; y Tunde se hizo momentáneamente el amo de la zona de ataque con tres canastas que daban seis puntos de ventaja a los suyos (75-81, min 36). Ahora mandaba Andorra, pero de nuevo volvió a surgir el carácter “plazista” de este Betis, personificado de nuevo en Burjanadze, como en el primer cuarto, y en Bertans.
Un triple de este último a 41 segundos del final devolvía la delantera al Coosur Betis (84-83); y la frialdad de ambos en los tiros libres dejaba el partido en las manos de los locales, justo antes de que Hannah, mal defendido por Evans, clavara sobre la bocina y desde su casa el triple que nos daba cinco minutos más de espectáculo (90-90).
...pero Carrington responde en la prórroga
La prórroga no comenzó bien para los verdiblancos, ya que Tunde lograba forzar la quinta de Todorovic, perdiendo el Betis a su mejor estilete. Pero en esas llegó Carrington para decir “aquí estoy yo” y firmar diez de los doce puntos de su equipo en la prórroga –con 22 fue el máximo anotador del partido-, entre ellos el triple desde la esquina que, a escasos segundos del final, ponía por delante definitivamente a los sevillanos (100-98).
Morabanc, de nuevo con poco tiempo por delante como antes, jugó esta vez el ataque con precipitación, y el Betis logró robar la bola para que Brown, con un mate a la contra, sentenciara la que es la primera victoria de lo que, ojalá, sea por fin una era de más y mejor bonanza para la entidad verdiblanca. Esperanza hay, qué duda cabe.
102- COOSUR REAL BETIS: Evans (1), Carrington (22), Almazán (-), Brown (18), Todorovic (20) -cinco inicial-, Agbelese (2), Burjanadze (17), Spires (-), Bleijenbergh (-), Bertans (17) y Pozas (5). 98- MORABANC ANDORRA: Miller-McIntyre (17), Hannah (19), Noua (19), Nakic (6), Diagne (4) -cinco inicial-, Paulí (8), Tunde Olumuyiwa (13), García (3), Crawford (2), Moran (3) y Arteaga (4). ÁRBITROS: Calatrava, Castillo y Sánchez. Eliminaron en la prórroga, por personales, al local Todorovic y al visitante Paulí. PARCIALES: 26-22, 20-16, 19-26, 25-26 y 12-8. INCIDENCIAS: Pabellón San Pablo (Sevilla), primera jornada de la Liga ACB 20-21. 1.300 espectadores, con aforo reducido al 60% por la pandemia de la Covid 19. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los aficionados béticos fallecidos durante la pasada temporada.
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