La única posibilidad que podría tener el Gabinete de Mirtha Vásquez para recibir el voto de confianza es contar con el respaldo de la inmensa mayoría de los 45 congresistas de la derecha "moderada" y que están en torno a las bancadas de Acción Popular, Alianza Para el Progreso, Somos Perú - Morados y Podemos. Mientras que el primer gabinete que tuvo el Presidente Castillo, el que lideraba Guido Bellido, fue ratificado con el voto unánime de los 42 congresistas izquierdistas (37 de Perú Libre y 5 de Juntos Por el Perú) y con una parte del sector de la derecha moderada, esta vez el equipo de Vásquez sabe que una parte de la bancada de PL va a votar en contra suya, por lo que ella se ha de verse inclinada a hacerles cada vez más concesiones.
Al haber hecho renunciar a Luis Barrenzuela en la cartera del interior, ella ha tendido una mano a la derecha no extrema, aunque presente un Gobierno que en menos de 100 días haya podido tener 3 ministros de tan estratégico rol.
Dentro de los 37 congresistas de PL, se opone a darle el voto de confianza a Vásquez el sector liderado por el Secretario General Vladimir Cerrón, el jefe de la bancada, su hermano Waldemar, y el Primer Ministro saliente Guido Bellido. Su argumento es que en el Gobierno ha crecido la cuota de los "caviares", que no hay ningún ministro designado por el Partido y que se le debe presionar a Castillo para que aprenda que debe consultar con PL antes de designar a cualquier ministro, Premier o Gabinete.
El ala "cerronista" quiere capitalizar cierto descontento que hay en algunas bases ante el hecho de que la nueva Primera Ministra dice que la constituyente hoy no es una prioridad, que no se ha indultado a Antauro Humala y que no se plantea estatizar el gas. Empero, ninguno de esos planteos figuraron en el extenso discurso que dio Bellido cuando quiso conseguir la ratificación del Congreso a su Gabinete, y justamente hizo ello para evitar vetos y conseguir votos.
La verdad es que ningún sector de PL viene planteando la urgencia de aumentar los tan bajos salarios (los cuales hoy equivalen a 777 dólares anuales menos que cuando el Gobierno de PPK le da ba el pase al de Vizcarra casi 44 meses atrás) o de organizar la entrega de canastas familiares a precios módicos a los más necesitados, para dar paso al "hambre cero".
En los hechos, la única forma que hay para evitar el golpismo parlamentario, lograr que se convoque a una Constituyente y dar paso a una agenda más social es organizando grandes movilizaciones de masas. El problema con el Dr. Cerrón es que no viene impulsando ninguna de estas movilizaciones, algunas de las cuales ha cuestionado.
Si el Dr. Cerrón quiere colocarse a la izquierda de Castillo debe hacerlo desde una posición de mantener una lealtad y evitar ayudar a la derecha a avanzar hacia un golpe parlamentario. Uno perfectamente puede cuestionar al nuevo Gabinete y pedir muchos cambios, pero aducir que la bancada de PL debe votar como un solo bloque (donde las minorías acaten a la mayoría). Hay muchas votaciones donde se puede votar contra su propio Gobierno, pero, en esta caso, ello implicaría ir a tal crisis que ello animaría al fujimorismo a preparar ya una vacancia presidencial. Los únicos partidos que se reclamaban de izquierda en el congreso saliente (como fueron el Frente Amplio y Unión Por el Perú) decidieron votar hace 12 meses por remover al Presidente Martín Vizcarra, lo cual lograron en alianza con la derecha, AP y el fujimorismo.
No está en discusión si él es un "corrupto" o un "neoliberal", sino que, al haberlo sacado lograron que el ala más recalcitrante del conservadurismo tome el poder y eso generó una tremenda protesta social. Debido a esa decisión, el FA y UPP perdieron a la inmensa mayoría de sus electores y en las legislativas del 11 de abril se quedaron sin ningún congresista y perdieron su registro electoral. Si el sector del Dr. Cerrón vota junto con la extrema derecha en contra de este Gabinete va a conseguir lo opuesto a lo que desea. En vez de presionar a Castillo a que se acerque a este y se distancie de los "caviares" (quienes en la primera vuelta votaron en su contra y algunos hasta le "terruquearon"), van a empujar al Presidente a buscar estabilizarse en Palacio gracias a los votos de la derecha "moderada" y haciéndoles más concesiones. De otro lado, van a dividir a su bancada (y hasta pueden quedarse en minoría dentro de esta), van a romper con cuadros importantes de PL, van a desmoralizar a la militancia de su Partido y ayudar a los que quieren construir nuevos partidos pro-Castillo y se van a aislar.
Si los hermanos Cerrón y el ex premier Bellido quiere empujar a Castillo a no ir -como ellos dicen- "hacia la centroderecha" muy bien pueden mantener todas sus críticas a dicho giro, pero deben mantenerse sólidos con él contra el fujimorismo y los golpistas.
Sería bueno que este sector recapacite. En el peor de los casos si no quieren aparecer votando a favor del nuevo Gabinete al menos que se retiren al momento de los escrutinios a fin de que sus votos no sean tomados en cuenta y que se posibilite que el nuevo Gabinete pueda ganar ligeramente con una mayoría simple dentro de los congresistas asistentes.
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