A todos nos gustan las historias de piratas, y, sobre todo, el descubrimiento de esos grandes tesoros que forman parte de nuestra historia y que reposan en el fondo del mar, muchos de ellos olvidados hasta que los cazatesoros los descubren. Pero el problema no es solo de los cazatesoros, sino de la desidia del gobierno español y el vago interés por mantener la historia de una España que vivió grandes momentos, y que ahora no es ni la sombra de lo que fue.
Os estaréis preguntando a que viene todo esto, pues viene a colación por la gran serie que ha realizado Alejandro Amenábar titulada “La Fortuna”.
En esta serie se cuenta la historia de un cazatesoros estadounidense, Frank Wild, que descubre el tesoro de un galeón español, “La Fortuna” que se hallaba cargado de monedas de oro y plata. Al principio de la serie, he de reconocer que me cansó un poco tener que leer los subtítulos de los actores que hacían de norteamericanos, pero luego comprendí que Amenabar deseaba crear un ambiente tan real y documental que incluso llegas a plantearte si realmente existió el galeón español La Fortuna. Toda la serie se basa en el litigio entre el estado español y Frank Wild, pero no os voy a dejar con el interrogante de si realmente está basado en hechos reales.
¿Existió La Fortuna? ¿qué creéis?
El galeón La Fortuna no existió con ese nombre, pero sí que existió la fragata española de Nuestra Señora de las Mercedes, cuyo hundimiento se produjo el 5 de octubre de 1804 por una flotilla inglesa que, sin previo aviso y sin ninguna justificación lo atacó y hundió en aguas cercanas al Golfo de Cádiz, acabando con la vida de 250 personas. Digo sin ninguna justificación, porque por aquel entonces, Francia, Inglaterra y España habían firmado la paz de Amiens.
Este hecho supuso un año después la batalla de Trafalgar, en la que se enfrentaron Francia y España contra Inglaterra, y por si os interesa, España fue derrotada, una derrota que dolió demasiado. Volviendo a un pasado mucho más reciente, en el año 2007, la empresa mundial de cazatesoros marinos Odysseyanunció el descubrimiento de un cargamento de monedas en el Atlántico. Se negaron a decir exactamente el lugar donde lo habían hallado, y el gobierno español, que sospechaba algo, o, mejor dicho, tal como relata la serie de Amenabar, lo más probable fue que, gracias a algunos pocos que seguramente le echaron valor e insistieron, comenzó un litigio entre los países.
Me encantaría contaros en qué quedó este litigio, pero no quiero adelantaros ni la historia real, ni la serie de Alejandro Amenábar.
Le doy un diez a esta serie, más que nada, porque toda serie que incite al espectador a investigar sobre parte de nuestra historia, es merecedora de todos mis respetos. Otro punto a favor es lo que al principio me irritó, el que media serie se hablara en inglés, y digo a favor, porque al ser bilingüe, debería ser vista por nuestros hijos.
Pero antes de cerrar mi reseña sobre esta magnífica serie, he de felicitar también a Amenabar por sus pinceladas críticas, porque ha tratado temas tan actuales como la política y las etiquetas con las que se identifica a los ciudadanos por ciertas ideas, tanto por parte de unos partidos como por parte de otros. Critica también la falta de recursos, la falta de interés por nuestra historia, y la desidia con la que se tratan ciertos temas que parecen no interesar, hecho con el que estoy totalmente de acuerdo.
En esta serie también se destaca el trabajo de los funcionarios, que en muchos casos no es reconocido y permanece su labor en las sombras de un sistema en el que otros se llevan el merito. Enhorabuena por esta excelente serie que enseña un trocito de historia y que me ha hecho investigar sobre ella. Gracias.
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