El profesor de la Universidad Miguel Hernández y director de la Càtedra d’Economia Blava, Fernando de Rojas Martínez-Parets, ha afirmado este viernes que “falta mucho dinamismo y crecimiento para recoger todo el peso específico” que tiene el sector náutico de la Comunidad Valenciana y a nivel nacional para que “el asociacionismo pueda cuajar y plantear asuntos a la Dirección General de la Marina Mercante y al resto de administraciones”.
De Rojas ha hecho estas declaraciones durante el IV Simposium de la Càtedra d'Economia Blava, promovido y patrocinado por la Conselleria d’Economia Sostenible de la Generalitat Valenciana-Universitat d’Alacant-Universitat Miguel Hernández que se ha celebrado de manera online. El director apuntó la importancia del asociacionismo ante el solapamiento administrativo y la confusión existente entre diversas consellerias a la hora de distinguir la navegación deportiva y recreativa.
Los ponentes abordaron diferentes cuestiones y problemáticas actuales del sector de la náutica. Así, el profesor y miembro del equipo AvalemTerritori de la Universidad de Alicante, José Miguel Giner, destacó que esta área económica da empleo a 928.000 personas en nuestro país con un aporte al valor añadido bruto de 33.000 millones. En la Comunitat Valenciana destacan las ciudades de Valencia, Benidorm, Alicante, Castellón y Elche con más de 315.000 puestos de trabajo y la consolidación de la provincia de Alicante como potencia en esta materia. Estas cifras suponen el 15% del empleo de la región, muy por encima de los porcentajes de España y resto de Europa.
El director deportivo del Club Náutico de Altea, Álvaro Arroyo, explicó que la app Sailing Point CN Altea nace para hacer accesible la navegación a vela a más público. Es un “punto sin filtro y sin barreras que permite continuar la afición en el tiempo, más allá de hacer un curso de verano”. La aplicación digital es gratuita y permite escoger entre una oferta de salidas semanales y mensuales. El objetivo es crear una comunidad de navegantes, desestacionalizar y promocionar el deporte. La appelimina trámites administrativos. Además, las embarcaciones que se utilizan llevan motores eléctricos alimentados con placas solares por lo que también se apuesta por la sostenibilidad.
Por su parte, el capital de yate y escritor, José María Ripoll, explicó que ha navegado desde Canadá a la Antártida, ha cruzado 12 veces el Atlántico, ha surcado el Pacífico, el Mar Rojo y las costas de la India y Australia. Acumula 150.000 mil millas navegadas en más de 70 países. Calificó de “tedioso” el trámite burocrático a la hora de atracar la embarcación cuando se navega entre países (‘transmundismo’). Recordó que la documentación básica que se debe llevar es el seguro, el pasaporte y un documento que demuestre que el barco es tuyo. Reconoció haber tenido problemas en países del Tercer Mundo, donde a veces le piden dinero o regalos para solucionar su entrada en el país. En cambio, en Australia y Nueva Zelanda son muy estrictos.
La profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Alicante, Carmen Antón, detalló algunos conceptos jurídicos como el abanderamiento de buques, la protección y sanciones de los Estados ante incumplimientos, inspecciones y las banderas de conveniencia. Mencionó los certificados de embarcaciones de recreo para navegación interior (ríos, canales navegables y hasta una milla marina desde el litoral). Su regulación procede de las Naciones Unidas y es obligatoria para los Estados que la han ratificado o reconocido. España no lo ha hecho porque no dispone una red importante, tan solo unos kilómetros navegables en el Guadalquivir y Portugal, tampoco, con apenas recorrido por el río Duero. Subrayó que esta práctica está muy extendida en el norte de Europa donde existen más de 30.000 kilómetros de ríos y canales navegables.
Por último, el presidente de la Asociación de Navegantes de Recreo (ANAVRE), Jaime Darder, afirmó que la asociación “nace de un cabreo en un foro de internet. Comenzó con 200 socios y ahora tenemos unos 1.500”. Sobre el Real Decreto 339/2021 que regula la dotación y equipamiento de seguridad de las embarcaciones de recreo, problemáticas jurídicas que plantea y reacción del sector argumentó quees“insatisfactorio, es más de lo mismo, más hiperregulación”. Explicó que han pedido una enmienda a la totalidad. Y han impugnado hasta 20 preceptos que son de imposible cumplimiento. Planteó algunas cuestiones regulatorias discutibles: ámbito de aplicación de la norma; restricciones de navegaciones con nuevas limitaciones zonales según la categoría de la embarcación; requisitos de homologación de los equipos de navegación en materia de seguridad que dispara los costes, incongruencias sobre las sanciones por multas como las bengalas. “Esta normativa atenta contra el mercado único”, destacó. Pidió una normativa de “espíritu abierto”, para poder recibir innovaciones.
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