Muchas empresas conocen la utilidad de una centralita para su negocio. Mantener una comunicación fluida con los clientes es una prioridad que toda compañía ha de tener bien cubierta. Hasta hace no mucho, las centralitas telefónicas físicas eran las que posibilitaban estas necesidades de comunicación, sin embargo, debido a los costes de instalación y de mantenimiento, solo las grandes compañías podían permitírselas. En los últimos tiempos, este modelo está cayendo en desuso y tanto las grandes empresas como las pymes están comenzando a contratar una centralita de teléfono virtual, debido a las múltiples ventajas que presenta, especialmente en un momento en el que el teletrabajo ha puesto de manifiesto nuevas necesidades que antes eran prácticamente impensables.
Las centralitas físicas requieren de un importante desembolso por su compra, instalación y posterior mantenimiento, cuestiones que desaparecen con una centralita virtual IP -las siglas IP responden a ‘Internet Protocol’, el que se encarga de establecer las comunicaciones en redes, asignando una dirección única a cada dispositivo que se comunica en Internet-. Otro motivo de ahorro es el coste de las llamadas, ya que resulta muy inferior al de la telefonía tradicional.
Otro punto de gran relevancia es que las centralitas tradicionales vienen condicionadas por el hecho de tener que estar ubicadas en un espacio único y concreto. Entonces, ¿qué hacemos con las delegaciones o sedes que una empresa puede tener en distintos puntos del mundo? ¿Y qué pasa con los empleados que trabajan en remoto? Ambos aspectos quedan totalmente cubiertos con una centralita virtual, pues facilita el desarrollo de cualquier labor sin necesidad de estar sujetas a una sola ubicación.
Por otra parte, con una centralita virtual se puede disponer de un número ilimitado de extensiones, es decir, de puntos de teléfono. Estos pueden estar en un teléfono fijo, un fijo inalámbrico, un ordenador, un smartphone, una tableta, etc. Otro aspecto a tener en cuenta es la excelente calidad de voz que ofrece esta modalidad virtual, muy superior a la telefonía tradicional.
Parece claro que son muchos y variados los motivos que se decantan a favor de las centralitas virtuales. Además del significativo ahorro, punto fundamental, los beneficios que revierten en la buena productividad de las empresas son indudables: mejora de forma considerable la atención al cliente, facilita la movilidad y el trabajo remoto, proporciona una óptima comunicación en las diferentes sedes o delegaciones del negocio y favorece el total control de la atención telefónica prestada, lo que redunda en una sólida imagen profesional.
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