Los Ayuntamientos deben trabajar por el arraigo, afección y el bienestar de sus ciudadanos a excepción del Ayuntamiento de Zaragoza y su Excmo. Señor Jorge Azcón que lo hace a favor del desarraigo y la desafección ¿Qué pretende conseguir?
El desarraigo y la desafección generan graves procesos de vulnerabilidad y exclusión social en uno de los barrios más desfavorecidos de toda España. Con ello se genera la destrucción de las redes sociales tradicionales y los vínculos de proximidad, algo que siempre el Barrio de las Fuentes se ha caracterizado por su cercanía a la palabra de vecindad y solidaridad. Es una manera de crear una ciudad insolidaria, enferma, insegura, hostil competitiva y agresiva, ¿eso es lo que se quiere?
En esos contextos cuanto más homogéneos y excluidos son los colectivos más fácil es que terminen replegándose sobre sí mismos, generando círculos endogámicos más proclives a afirmarse en una diferencia exclusiva y excluyente que en el reconocimiento y el aprendizaje del valor de la diferencia y de la diversidad. La identidad se construye entonces contra «los otros» y no a través de una alteridad fundamentada más en una identidad construida con-desde-para los otros.
¿Eso es lo que desea Sr. Azcón? Quiero, deseo pensar que no y espero que en ese caso se rectifique en una ciudad que como sobrenombre tiene la “Ciudad Inmortal”.
Los barrios vulnerables y/o desfavorecidos no son otra cosa que la expresión de una fabricación social del espacio que se origina en un contexto general de desigualdad social y que viene alimentada, sobre todo, a través de dos fenómenos. En primer lugar, la gentrificación y por la exclusión como segundo fenómeno.
Claro que esto tiene una vertiente política peligrosa y es que todos los proyectos excluyentes tienen una influencia directa en el comportamiento electoral.
Los barrios más pobres y excluidos y con menor renta son los que registran una menor participación electoral, en muchos casos supone más de un 80 % de abstención. ¿Acaso es una de sus estrategias para intentar mantener su puesto de alcalde? ¿Para ello quiere sacrificar directamente el bienestar de más de 46.000 personas e indirectamente a más de 160.000, de efectos colaterales?
No quiero que me responda sólo deseo que reflexione y sea coherente ante cómo quiere pasar a la historia de Zaragoza, de Aragón y quién sabe si de la historia…
Por último no olvide que los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no van a votar, ¿así quiere mantener su responsabilidad?
|