El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, hizo un llamamiento este lunes a las autoridades públicas a “intensificar” el seguimiento, regulación y supervisión del mercado de criptoactivos, incluyendo una alerta e información “constante” sobre sus riesgos, y hacerlo con una “cooperación muy estrecha”.
Así lo dijo en una jornada sobre finanzas organizada por El Español-Invertia, en la que pidió una “cooperación muy estrecha” a nivel doméstico, internacional y entre instituciones en la vigilancia y regulación de los criptoactivos, con el fin de evitar “la fragmentación y el arbitraje que, en último término, llevarían a una mitigación insuficiente de los riesgos y vulnerabilidades asociados a estos mercados”.
Hernández de Cos explicó que a escala europea, se está trabajando en un reglamento que se conoce como ‘MiCA’ (Markets in Crypto Assets, en inglés), que establecerá un marco regulatorio y una arquitectura supervisora común aplicable tanto a los emisores como a los proveedores de servicios de criptoactivos para regular aquellos que no se pueden asimilar a otros productos financieros que ya cuentan con regulación propio. Además, no sería de aplicación a las autoridades monetarias. Comentó que, en este momento, “nuestras agendas de trabajo ya contemplan conceder un espacio privilegiado en los próximos meses” a algunos tipos de criptoactivos.
El gobernador del Banco de España afirmó que los criptoactivos son un nuevo “factor de competencia” para el sector financiero y advirtió de que un aumento de la exposición directa e indirecta de los bancos a estos productos “incrementaría sus riesgos tanto patrimoniales como reputacionales”. No obstante, puntualizó que, a día de hoy, estas exposiciones son “limitadas”, aunque están aumentando las relativas a prestación de servicios auxiliares, la comercialización de un tercero o el apoyo a clientes que tienen actividad en este segmento.
También señaló que una eventual “consolidación” de los criptoactivos como medio de pago alternativo “amenaza con crear circuitos paralelos de transferencia de valor” y que existe el riesgo de que en países, particularmente los emergentes, se sustituya la divisa nacional por estos productos, lo que “compromete” la autonomía monetaria y “erosiona” la capacidad para controlar movimientos internacionales de capitales.
Hernández de Cos también citó como riesgo el potencial de algunos criptoactivos para aumentar el riesgo de transición climática del sector financiero y los riesgos de utilizar los criptoactivos para actividades ilícitas como el blanqueo de capitales. Subrayó las “importantes deficiencias de información” alrededor de estos productos y las dificultades para identificar a los interlocutores de cara a dirigirles las medidas de prevención.
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