Juan Lobato, alias «Zapaterito» y líder del PSOE en la Asamblea de Madrid, EXIGE urgentes explicaciones del presidente, Pedro Sánchez, sobre los contratos de mascarillas en la primera fase de la pandemia, así como de la trama de los progenitores del presidente en la empresa de Industrias Plásticas PLAYBOL, SL. Tendrá mucho que remar para hacerse notar y ser candidato al relevo del dictadorzuelo del actual Ejecutivo.
Es consciente de que, durante esa primera fase de la pandemia, se cometieron atrocidades desde Moncloa y en la proximidad de ministros como Salvador Illa, incluso en el entorno de Nadia Calviño y el ministro Marlasca (Con «C», no con «K»). Lo que aún no ha denunciado es la negligencia del Ejecutivo y de Unidad Podemos, con resultado de muerte. A ello deberá añadir la nefasta gestión gubernamental, al contrario de lo que sucedió en algunas comunidades autónomas pues, mientras éstas adquirían mascarillas por seis euros, el Gobierno las pagó a 28€ más caras.
Hay muchos millones volando de los que aún no ha dado explicaciones el Ejecutivo y algunos ministros, al igual que hay partidas de dinero que siguen sin recuperarse porque los encargos no se enviaron. Sin duda, el fin del Gobierno de Pedro Sánchez no va a resultar cómodo ni tranquilo. Es excesivo el dinero «perdido» o mal donado. Me recuerda a aquellos 3.000M de euros que desaparecieron en Andalucía y nadie tenía constancia de ello; de ahí nació la FAFFE y demás chiringuitos hasta gastar el dinero en lupanares, orgías y coca. Lo peor de todo es que es dinero público; claro que, como decía la nefasta vicepresidenta, Carmen Calvo, el dinero público no es de nadie. Solo le faltó decir que «es del viento» o «para los putiferios, clubes de alterne y prostíbulos» como resultó ser en la comunidad citada.
Antes o después, y dado que «Zapaterito» aspira a desbancar a Pedro Sánchez en la Secretaría General del PSOE, deberá denunciar la mala gestión de su partido o pedir perdón. El clon de Rodríguez Zapatero hoy es solo un bufón en la Asamblea de Madrid, pero no hay que perderlo de vista. El circo de esa Asamblea es escucharle en los plenos y ver cómo gesticula inútilmente y sin coordinación de movimientos, con su voz cascada de funcionario resabiado de Hacienda.
Doy fe de que estamos ante un Rodríguez Zapatero en su primera época leonesa y en su última época en Moncloa; precisamente el momento en que dijo que nuestra economía era de «champions league» y resultó estar destrozada de arriba abajo o que el Gobierno «había hecho todos los deberes», a sabiendas de que más de 21.000M de euros en facturas se escondían en cajones, como así se demostró con la llegada de Mariano Rajoy a Moncloa. No echen en saco roto las declaraciones de la «reina» madrileña, Díaz Ayuso, en la entrevista de hoy con Eduardo Inda: «No oculta su preocupación por la forma en que la izquierda abandonará el poder», dice el entrevistador.
Y es que perdido el poder y cambiada la fiscalía general del «Establo» y la fiscalía anticorrupción, lo mejor es que Sánchez salga corriendo porque ha concentrado todo el odio posible de la ciudadanía en su persona, en los insultos que ha proferido contra agricultores, ganaderos y transportistas, sobre todo. Además de maltratar a las comunidades no afines con la negligente y sectaria distribución de ayudas europeas.
Si hoy pintan bastos para el presidente Sánchez --apartado por Joe Biden de todas las instituciones de toma de decisiones-- no tardando pueden pintar otras cosas más graves. Se ha convertido en el nuevo Vladimir Putin contra la ciudadanía española o en la versión del pollo desplumado de Stalin contra el pueblo trabajador; ese pueblo que madruga, afana duramente, se sacrifica y acaba «atracado» por la mala gestión del Gobierno traidor a la nación, seguro arruinador de patrimonios y haciendas, incluso propulsor del impuesto a los muertos.
Pero volvamos al tal Juan Lobato. No solo «Zapaterito»viene revelando y delatando hechos nefastos de su partido, sino que la propia presidenta, Díaz Ayuso, ha anunciado en sede parlamentaria que su partido ha denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción al menos a siete empresas vinculadas con el PSOE, así como la presunta malversación de más de 300M de euros, el previsible enriquecimiento de cargos ministeriales y el fraude en el entorno de Marlasca, Ábalos y del alcalde de la localidad vinculada a Salvador Illa.
En la misma sesión, la chantajista y boicoteadora, Mónica García, de Más Madrid, recibió un tremendo zasca, digno de figurar en los anales de la historia de la Asamblea de la Comunidad de Madrid: Díaz Ayuso, al ser preguntada sobre si creía que había dado todas las explicaciones sobre los contratos de su hermano, respondió que «Sí, y mil veces sí, más que usted sobre los 13.000€ que recibió de más de esta Asamblea».
La mofa contra Más Madrid y su falsa lideresa, Mónica García, no se hizo esperar, incluso tuvo un carácter de choteo generalizado. Hasta «Zapaterito» se carcajeó. Lo curioso es que en Más Madrid no aprenden y van de zasca en zasca: «¡Cállense los de enfrente, que está hablando una mujer!». El silencio sepulcral se hizo realidad y el sentimiento del ridículo o de la vergüenza ajena se reflejó en sus rostros. Toda una bofetada a tiempo.
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