DAZN, la plataforma global líder de streaming de deporte, ofrece a los aficionados al baloncesto un contenido exclusivo con uno de los nombres más importantes en la historia del baloncesto continental: Aíto García Reneses. El exseleccionador nacional y exentrenador del FC Barcelona o Joventut, entre otros, es el protagonista en una nueva edición de ‘The Coaching Experience’, el formato de DAZN en el que Piti Hurtado se sienta con los mejores entrenadores de Europa para conocer su visión sobre el baloncesto actual.
En esta ocasión, Aíto, cuya última experiencia en los banquillo fue con el ALBA Berlín alemán, afirma que, aunque se haya tomado un año sabático, el banquillo sigue siendo su sitio “Nací entrenador y hasta que me muera debo seguir así. He evolucionado en todo. Yo, como entrenador, me veo todos los días y voy evolucionando sin darme cuenta. Vas aprovechando todo lo que tienes y todo lo que ves, voy constantemente evolucionando”.
Clave para el baloncesto español Aito García Reneses es uno de los entrenadores más laureados de la historia del baloncesto español y ha dirigido a jugadores como Pau Gasol o Juan Carlos Navarro cuando éstos empezaban a despuntar en el FC Barcelona: “Gasol, el año que ya había jugado con el primer equipo, realmente le habíamos sacado ficha del ‘vinculado’ (equipo de menor categoría para que los jugadores jóvenes tengan más minutos). No llegó a entrenar ni un solo día con el ‘vinculado’, ni mucho menos llegó a jugar porque lo aprovechó muy bien”. Luego llegó la época de los títulos para el equipo azulgrana con él en el banquillo: “Se puede decir que en esa época ganábamos todo menos la Copa de Europa. Sin embargo, pasamos de no ganar prácticamente una Liga en cuarenta años, a ganarlas todas”, explica.
El entrenador madrileño dirigió a España en el que muchos califican como el mejor partido de la historia del baloncesto FIBA: España - Estados Unidos, en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín. Un encuentro que Aíto preparó de forma muy especial, tal y como describe en ‘The Coaching Experience’: “Entrenar a ese grupo fue formidable. Fue un poco difícil porque a los jugadores hay que entenderlos. Después de jugar un año entero, los jugadores querían divertirse un poco más en la Selección, no entrenar y trabajar. Sin embargo, conseguimos, algunos ya lo veían claro, trabajar mucho el mes anterior a los Juegos Olímpicos, con sus más y sus menos, ya que algunos se resistían. Algunos decían: ‘Hemos mejorado más en este mes que en todo el año anterior en nuestros equipos’”.
Tácticas personalizadas Además del trabajo técnico sobre la cancha, García Reneses describe en este formato otro tipo de claves que son útiles para el desarrollo de los jugadores: “He tenido muchos casos en los que yo creo que para ser un buen jugador hay que tener muy buena técnica, pero también hay que tener muy buena cabeza. La cabeza no solo se desarrolla con el baloncesto, sino con cualquier otra actividad. Por ejemplo, proponerles que estudien porque es bueno que estudien, puedes proponerles que mejoren al ajedrez o, como por ejemplo, Tavares, que empezó a hacer lo mismo, pero con el Sudoku. Mejorar como persona, mejorar intelectualmente ayuda a ser mejor jugador y, por supuesto, es una cosa que se queda para el resto de sus vidas cuando dejen de jugar”.
Base, poste bajo e ‘instant replay’ Sobre el baloncesto que se puede ver hoy en día en Europa, el exentrenador del Barcelona tiene su opinión sobre el puesto de base y el de poste bajo: “Ahora hay algunos jugadores que juegan de base y piensan poco, y otros que juegan de pívot y piensan mucho. Entonces, el base tradicional, en algunos equipos, se pierde, pero siempre tiene que haber alguien en la cancha que piense. Algunos equipos juegan con jugadores en el poste bajo, que generalmente en vez de jugar en esa posición, lo que hacen es salir a recibir más lejos. Creo que eso se está perdiendo bastante, creo que es un fallo para el baloncesto”. Igualmente, cree que debe mejorarse la técnica del ‘Instant Replay’ para que sea más efectiva: “Es mejorable, sobre todo, no estar tanto tiempo en la revisión. Es mucho mejor tener a alguien allí, un cuarto árbitro, alguien allí que esté diciendo ‘revisión’ y él ya esté revisando. Que no le pongan al árbitro las ocho imágenes, sino que cuando llegué allí, ya te ha elegido la imagen perfecta y entonces, es una parada de diez segundos, no de un minuto”, analiza.
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