Cuando el conflicto ucraniano cumple un mes (24 de marzo), la agencia de ayuda internacional World Vision advierte que los niños y niñas se llevan la peor parte, ya que son asesinados, se ven obligados a huir de sus hogares y corren un alto riesgo de sufrir tráfico y abusos.

La OACDH (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) ha estimado en 75 el número de niños muertos y en 99 el de niños heridos, aunque también ha añadido que "las cifras reales son considerablemente más altas" debido a los retrasos en la obtención de información de las zonas de "intensas hostilidades". Esto incluye áreas como Mariúpol, Volnovakha (región de Donetsk), Izium (región de Kharkiv), Sievierodonetsk y Rubizhne (región de Luhansk), y Trostianets (región de Sumy), donde hay informes de "numerosas víctimas civiles".
Eleanor Monbiot, jefa regional de World Vision para Oriente Medio y Europa del Este, explica que los informes sobre la muerte de niños y niñas son desgarradores. "La muerte de cualquier niño es una tragedia, por ello confirmar la muerte de al menos 78 niños en Ucrania tras sólo un mes de combates es devastador", dice Monbiot. "A cada uno de esos niños se les ha robado una vida y un futuro. Cada uno de ellos deja tras de sí una familia rota que llora la pérdida de un hijo, todo ello mientras trata de hacer frente al miedo a los bombardeos y al reto del desplazamiento".
Los informes sobre la muerte de niños y niñas se producen cuando los funcionarios del gobierno ucraniano afirmaron esta semana que 1.500 edificios residenciales, 202 escuelas y 34 hospitales habían sido bombardeados en todo el país. Los medios de comunicación también informaron que los edificios residenciales de las afueras de Odesa habían sido objeto de bombardeos.
Eleanor Monbiot recuerda que los civiles nunca deben ser un objetivo y condena el ataque a cualquier infraestructura civil. "Condenamos cualquier tipo de violencia que tenga como objetivo a los civiles, los hogares, las escuelas y las instalaciones sanitarias, y pedimos a todas las partes del conflicto que cumplan con sus responsabilidades según el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional".
"Aunque este conflicto ya se ha cobrado muchas víctimas civiles e infraestructuras civiles, aún no es demasiado tarde para la paz. World Vision se une a los llamamientos para un cese inmediato de las hostilidades. Los civiles deben poder ser evacuados de forma segura si lo desean, y sin discriminación. Las agencias humanitarias deben poder acceder a todos los necesitados, estén donde estén, y prestar la asistencia necesaria”.
El número de refugiados supera los 3,5 millones: uno de cada cinco niños ucranianos son ahora refugiados
Según las últimas estimaciones, 1,5 millones de niños de una población total de 7,5 millones de niños y niñas ucranianos han cruzado las fronteras internacionales en busca de seguridad y el 20%, o uno de cada cinco, se ha convertido en refugiado desde que comenzó el conflicto el 24 de febrero. Monbiot afirma que el elevado número de niños refugiados ha suscitado una gran preocupación por la posibilidad de que se produzca tráfico de personas en las zonas fronterizas. El personal de World Vision ha informado de la presencia de muchos niños y niñas no acompañados en la frontera entre Polonia y Ucrania.
"Nuestro personal de protección de la infancia ha sido testigo de un número abrumador de niños y jóvenes desplazados, algunos de ellos profundamente traumatizados, desesperadamente hambrientos y gravemente preocupados por sus padres y parientes que siguen en Ucrania", explica Monbiot. "Viajar solos les expone a un mayor riesgo de abusos, violencia y explotación, incluida la trata de personas”.
"Me preocupan enormemente los riesgos a los que se enfrentan estos niños, que huyen a lo que creen que es un lugar seguro, sólo para acabar siendo víctimas de abusos sexuales o de la trata. Esta crisis ya es lo suficientemente grave como para que surja otra crisis dentro de ella".
"Los niños y niñas desarraigados, especialmente los que viajan sin compañía o han sido separados de sus familias durante el viaje, corren un mayor riesgo de sufrir violencia, explotación y abusos. Los gobiernos y la comunidad humanitaria deben establecer urgentemente mecanismos para identificar y registrar a los niños más vulnerables, con el fin de reducir los riesgos de protección muy reales a los que se enfrentan, incluida la trata, y comenzar a satisfacer sus necesidades inmediatas y a largo plazo."
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