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No, no voy a hablar de la pistola con la misma denominación, sobre armas nada sé. Sí lo haré sobre la necesidad y obligación que tienen todos los gobernantes de un país de defender su integridad territorial y salvaguardar la vida y los bienes de sus ciudadanos. El título de este trabajo es un adagio latino que significa "si quieres paz, prepárate para la guerra".
El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una ofensiva a gran escala contra Ucrania, marcando el inicio de uno de los conflictos más devastadores en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Hoy, al cumplirse tres años de esa invasión, el panorama sigue siendo sombrío, con miles de vidas perdidas, desplazamientos masivos y una comunidad internacional cada vez más polarizada en sus respuestas.
El 9 de noviembre de 1982 Juan Pablo II pronunció un magistral discurso sobre la “identidad europea”: “No te deprimas por la pérdida cuantitativa de tu grandeza en el mundo o por las crisis sociales y culturales que te afectan ahora. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso en el mundo”.
Cada semana, una media de 16 niños y niñas son víctimas de la guerra en Ucrania. Desde el inicio el conflicto, 659 pequeños han muerto y 1.747 han resultado heridos. Millones de menores ucranianos siguen viendo sus vidas destrozadas por la violencia, los desplazamientos, la interrupción de la educación, el acceso limitado a la atención sanitaria, los traumas, la separación familiar y las violaciones de sus derechos humanos.
Emmanuel Macron es el presidente de la república francesa. La compañía, integrada por los que convocó ayer de urgencia en París, son motivo de atención y primera página hoy en todos los medios: Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Keir Starmer, primer ministro del R.U. Olaf Scholz, canciller de Alemania. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. Donald Tusk, primer ministro de Polonia, entre otros.
Hay pueblos que están condenados a vagar por el mundo sin un lugar donde poder asentarse. Son pueblos convertidos en nómadas porque así lo han decidido las grandes potencias colonialistas e imperialistas que dominan el mundo. Al recuerdo me vienen los kurdos, un pueblo de más de treinta millones de personas repartidas entre Turquía, Irán, Irak, y Siria, sin la posibilidad de tener un estado propio.
La guerra en Ucrania ha sumido a Europa en un periodo de tensión económica y política, ya que las naciones lidian con la responsabilidad de proporcionar ayuda a Kyiv. Si bien apoyar la soberanía de Ucrania es una causa noble, un número creciente de voces en Europa, particularmente en España, están abogando por una reevaluación de la estrategia actual de ayuda.
Los continuos ataques a la infraestructura energética en toda Ucrania han dejado a millones de personas sin electricidad, calefacción ni agua, mientras el país se prepara para el invierno, con temperaturas que bajarán de los -20°C. La situación es desesperada en las zonas cercanas a los frentes del norte, este y sur de Ucrania. Las autoridades locales informan que casi 900.000 personas necesitarán ayuda urgente para sobrevivir a los gélidos meses que se avecinan.
En el contexto de la actual invasión rusa de Ucrania y la guerra entre Israel y Hamás, el renombrado escritor y periodista norteamericano David Sanger corresponsal nacional del Diario The New York Times en la casa blanca y de Seguridad nacional, ha publicado un libro que brinda un profundo análisis sobre las repercusiones globales de las dos guerras y sus implicaciones para el resto del mundo y en particular para Europa y Asia.
El pasado 27 de noviembre, la Policía Nacional de Ucrania llevó a cabo registros simultáneos en 38 ubicaciones diferentes en una operación que tenía como objetivo identificar ganancias ilegales en la venta de suministros de uniformes bajo el contrato firmado en 2022 entre Sinclair and Wilde y el Ministerio de Defensa de Ucrania.
Ya han pasado más de mil días y la guerra en Ucrania presenta una escalada sin precedentes. En este tiempo se ha demostrado una vez más que los conflictos armados no sirven para nada. Que no tienen ningún sentido más allá de destruir y asesinar al otro. Solo porque a un sociópata se le ocurre dar una orden.
Mientras nos deslizamos por el prolongado y resbaladizo proceso de transferencia presidencial en la única superpotencia realmente existente, mientras seguimos sufriendo sus sacudidas, las dolorosas sacudidas de un imperio en su ocaso, no sabemos todavía las decisiones que nos van a golpear a los demás países y pueblos del mundo, pero podemos atisbar algo de lo que nos espera.
Las acciones violentas e ilegales que Israel ha venido realizando contra el pueblo palestino durante décadas alcanzaron un nivel nunca visto al dar respuesta al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre del año pasado. Desde entonces, se viene comportando, en palabras del Alto Comisionado de la Unión Europea, José Borrell, «como un grupo terrorista» y comete un genocidio continuado al que ninguna potencia occidental parece desear ponerle freno.
La humanidad ha ingresado en una suerte de dramática cuenta regresiva. Ratificando aquella valoración geopolítica categórica de Henry Kissinger, el epicentro de lo que puede ser el más devastador conflicto armado entre los hombres puede precipitarse en Eurasia por su importancia infinita. Quien domine a Eurasia dominará al mundo, solía decirse.
Cuando ahora hace dos años y medio, las tropas rusas iniciaron la invasión de Ucrania, los planes de Vladimir Putin apuntaban a una inevitable rendición del ejército de Kiev y a un rápido control del país por parte de sus tropas. No sólo es evidente que las previsiones fracasaron y que Rusia quedó embarrancada en un atolladero de difícil solución, sino que, al margen de cómo evolucione en el futuro, la guerra tiene un claro perdedor: Putin.
¿Qué relevancia tiene la moda en medio de una guerra? Del 1 al 4 de septiembre, la Fashion Week de Ucrania (UFW) intentó dar respuesta a esta pregunta en medio de las continuas adversidades. Es la primera vez que la Semana de la Moda regresa a Kiev desde la invasión rusa y el inicio de la guerra en 2022. Este evento ha reunido a más de 50 diseñadores locales que, en temporadas anteriores, habían sido acogidos en Londres, París, Copenhague o Berlín
Con la vuelta al colegio en septiembre, un informe del Ministerio de Educación y Ciencia ha identificado que alrededor de 4,6 millones de niños y niñas ucranianos se enfrentan a dificultades en el acceso a la educación. Esta cifra incluye una estimación de dos millones de niños afectados por el cierre de escuelas. Además, según los informes, más de 3.500 instituciones educativas han sufrido daños, y casi 400 han quedado completamente destruidas.
El mandato presidencial de Zelenski expiró el 20 de mayo y, aunque la Constitución ucraniana permite la prórroga automática del cargo en caso de Ley Marcial, parte de la oposición cuestiona la legitimidad de dicha prórroga aduciendo que el cargo debería pasar al actual presidente de la Cámara, Ruslán Stefanchuk.
Ya Arthur Schopenhauer y Marcuse trataron el asunto del pensamiento único, pero lo intelectualizaron excesivamente. La definición más real, por pedestre, fue la de Sarkozy: “No podemos decir nada en nuestro país sin que uno no sea inmediatamente acusado de segundas intenciones nauseabundas. Este es el pensamiento único intolerable”.
Dado que las prioridades de la Administración Biden serían el posible inicio de la guerra de Israel contra Líbano, el peligroso acercamiento de Putin a Vietnam para impedir la formación de un arco nuclear contra China así como la presencia de barcos de guerra rusos en Cuba, el Pentágono estaría sopesando la necesidad de firmar un Acuerdo de Paz con la Rusia de Putin.
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