Sencillamente, NO, no toca hoy mirar a otro lado mientras el mundo se adentra en el abismo de la sinrazón, el totalitarismo, el fascismo y el conflicto de la radicalidad entre polos. No, no toca hoy aparecer impávido ante la muerte de la libertad y al asesinato en directo del significado mismo del principio de igualad a golpe de talonario de los nuevos ideólogos del nazismo patrio 4.0 que con su riqueza quieren hacer claudicar el espíritu mismo de la democracia en el mundo actual. No toca, volver a cometer el error del pasado, ese que en la Alemania de la constitución de Weimar – una de las más avanzadas de su época – permitió la erupción del Nazismo y el liderazgo de Hitler en un embelesamiento del ideal ario mientras con la ignominia e ignorancia del pueblo alemán la maquinaria de la sinrazón condenaba a más de 15 millones de víctimas en un Holocausto de dolor y muerte en los campos de concentración de la vieja Europa. 
Hoy, asistimos de nuevo al retorno del nacionalismo totalitario, de la persecución de las minorías, de la imposición del poderío militar sobre las libertades de los pueblos oprimidos de Gaza a Ucrania, por el valor de la fuerza frente a la palabra que toman forma en el trato denigrante y en los insultos del Presidente de los EEUU Donald Trump al Presidente Ucraniano Volodímir Zelesky en el mayor insulto a los valores de la propia constitución de los EEUU y por la visión del planeta como un simple Monopoly en el que los poderosos impongan sus reglas por la fuerza. Y todo ello, con la denigración desde la potencia de EEUU al valor de lo hispano o lo latino, con una visión de superioridad de raza ante el color y el tono de la piel de quienes se alejan del blanco caucasiano. Pero lo preocupante de toda esta ruptura del status quo de las relaciones internacionales, de la pérdida de defensa de las libertades y los derechos humanos a los que EEUU de la mano del presidente Trumo se han entregado es la visión del reparto del mundo entre tres actores: EEUU, China y Rusia en esa replica de la foto de Yalta que parece se repetirá en breve para desgracia de las democracias occidentales.
Frente a ello, la reivindicación de la autonomía e independencia de Europa, el reforzamiento del papel del continente Europeo con su voz propia en este mundo polarizado y la necesidad de la búsqueda de la defensa de la propia región y las respuestas necesarias frente a la ruptura del orden mundial al que asistimos hoy y al alzamiento en su seno de los discípulos del nazismo trumpista en Alemania, Hungría, España, Italia o Francia.
Y en todo ello, España, un país que hoy tiene y debe jugar un papel fundamental en la configuración de una nueva relación de alianza e integración jurídica, política, económica y social con Latinoamérica en esa Unión Iberoamericana que hoy vendría a presentar una nueva propuesta de alto valor en alianza con Europa para enfrentar los retos que hoy como sociedad tenemos por delante.
Toca decir que NO, toca dar pasos adelante y ante todo toca ser valiente para enfrentarse al miedo, a la sinrazón y la dictadura del odio, toca que nos duelan los muertos de Gaza al igual que los insultos al presidente de Ucrania en la Casablanca , que nos duela el trato de mafioso del presidente Trump al pueblo colombiano o la forma de esquilmar los recursos de los pobres del mundo por parte de la caterva de nuevos ricos sin compasión que hoy pululan por el mundo.
Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre. —Martin Niemöller.
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