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«No debes meterte... No te metas»... ¿Cuántas veces se oye esta frase? Muchas, demasiadas... Reflexionemos sobre este tema con algunas preguntas : ¿Qué quiere decir no te metas? ¿Acaso que no me incumbe? ¿Acaso que no es mi asunto? ¿Acaso que cada palo aguante su vela? ¿Acaso que los problemas son de cada uno y de nadie más? ¿Acaso que no me busque problemas?
El falso capitalismo inmaterial que predican las izquierdas desde tiempos remotos va acorde con las nuevas demandas de la llamada economía de la cultura: son expresiones múltiples que desarrollan prácticas sociales equivocadas y ejercen no sé qué derechos a la palabra con construcciones discursivas, sin símbolos creíbles.
Juzgar a alguien sin tener la información y difundir rumores malintencionados puede causar un daño significativo y gratuito. Este comportamiento no solo refleja una falta de ética y compasión, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para la persona juzgada y la sociedad en general.
Es evidente que la humanidad avanza en cantidad y calidad cuando se dan las condiciones que no puede imponer la izquierda política, ya que esta izquierda solo tiene el objetivo del egoísmo personal, la escasez de recursos, la pérdida de posición y la injusticia social. Este macabro objetivo lo hacen realidad en el ámbito de la enseñanza y la educación, y sobre eso no hay ninguna duda al respecto...
No, no se lo merecen, no merecen el peso de un futuro sombrío, donde el aire se tiña de pestilencias, y el suelo, siempre fértil, se convierta en un estercolero. En la brisa que acaricia la tierra, en el susurro de los árboles que dan sombra, se alza un grito de esperanza, un eco de vida que se niega a marchar… ¡No debemos ser el sacrificio de una avaricia desmedida!
Cataluña es una de las regiones más ricas de España, aunque contribuya según su condición al PIB nacional, también puede influir en la asignación de recursos y proyectos, todo ello con la nueva “repartición singular”, por parte del Estado Español, favoreciendo a Cataluña, que ha llevado a demandas específicas, menosprecio hacia el resto de comunidades, en general un trato muy diferenciado en algunos casos, que, bajo mi modesta opinión, es absolutamente inadecuado.
El 30 de julio de 1749 se decretó el exterminio de los gitanos españoles Ese fue un día infernal en el que todos los demonios del averno, a las órdenes del Marqués de la Ensenada, salieron del Infierno para acabar cruelmente con la vida hombres y mujeres, niños y ancianos, gitanos que vivían en todo el territorio español.
El revuelo que ha causado el acuerdo entre el Gobierno central y los partidos independentistas, en relación con la ley de amnistía es entendible, porque, en el fondo, supone dinamitar el Estado de Derecho en España. Es el principio de un proceso continuo de cesiones, para mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
Los medios de comunicación informan, forman y entretienen; eso ya se sabe, pero a veces trascienden estas funciones y llegan a informar desde puntos de vista menos aceptables, por ejemplo dejan que formemos una opinión específica con sus palabras.
La falta de cultura y el olvido que ocasiona el paso del tiempo son factores determinantes para caer en la confusión. Desligar la historia del pasado y situarla tan sólo en el presente puede ser un grave error. Quizá sea esta la razón del por qué estamos viviendo un momento en que el antijudaísmo ha aumentado su difusión y se está volviendo aceptable como un lenguaje crítico en determinados sectores y espectros políticos, movidos siempre por esa captación del voto fácil.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha adoptado el término “Bidenomía”, a pesar de que originalmente este fue utilizado de manera despectiva por polemistas de medios donde se propaga el fanatismo de extrema derecha como el canal Fox News, las páginas editoriales del periódico The Wall Street Journal y otros nichos mediáticos afines al MAGA, el ala del Partido Republicano que respalda a Trump.
Palabras pronunciadas el 31 de enero de 2023 en el acto de reconocimiento a Antonio Rodrígo Torrijos y José Manuel García Martínez, ambos objeto de una larga persecución política por parte de una jueza al servicio del poder económico.
Hoy más que nunca tenemos que estar en guardia, a través del soplo de la acción solidaria, para acabar definitivamente con esta triste pobreza mundana, que nos activamos los vivos caminantes entre sí. En cualquier rincón del mundo, se requieren corazones dispuestos para aliviar los tormentos de la multitud de crisis humanitarias que nos acorralan, en parte porque los lenguajes no son auténticos ni coherentes con el obrar, campeando a sus anchas las injusticias.
Ayer insistía en un criterio, creo universal: la vida es el único concepto esencial y común. Los movimientos sociales, motores avanzados de la humanidad, siempre han tenido como meta alcanzar el respeto universal a la vida. Hoy, salvo en países dirigidos, mejor sería decir dominados, por ideologías fundamentalistas, la pena de muerte va siendo excluida.
La organización Oxfam informó esta semana que los diez hombres más ricos del mundo duplicaron su riqueza durante la pandemia —de 700 mil millones a 1,5 billones de dólares—, mientras que los ingresos del 99% de la población mundial disminuyeron. La organización declaró al respecto: “Las crecientes desigualdades económicas, de género y raciales, así como la inequidad que existe entre países, están destrozando nuestro mundo”.
El arzobispo Desmond Tutu murió el día después de Navidad a la edad de 90 años. Galardonado con el Premio Nobel de la Paz, el arzobispo sudafricano fue uno de los líderes de la lucha contra el apartheid, el brutal sistema de segregación racial que se instauró en Sudáfrica hasta 1992. Después de la histórica caída del apartheid y de que Nelson Mandela fuera elegido como el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994, Tutu presidió la Comisión para la Verdad y la Reconciliación.
Como anuncié en mi anterior artículo, también creo en la Iglesia, la que anunció Jesucristo y difundieron por el mundo aquellos rudos pescadores de Galilea, pero sin arreglos ni maquillajes, la que sigue el impulso del Espíritu Santo, dispuesto siempre a repartir sus dones, aunque muchos no quieran recibirlos para poder seguir sus propias ideas.
Cuidado con Dios, debo ser precavida pues después de todo es el jefe, no deseo que me falle, sería un fracaso, aunque con él nunca se sabe, con que me cuide al amigo me llegará. Yo no importo ya. Perdón por mis males que fueron muchos, perdón y consuelo compañero, perdona la confianza, son los años que llevamos juntos, hablando, conociéndonos, siempre has vuelto a mí, tú también.
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