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El lenguaje inclusivo

Yo obedezco a la Academia, y por sus normas me rijo
Gabriel Muñoz Cascos
lunes, 28 de marzo de 2022, 09:10 h (CET)

Es el de los que discrepan,

del orden establecido,

que se creen ingeniosos

y de largo recorrido.


Yo, sin embargo, los veo

con “luces cortas”, perdidos,

queriendo enmendarlo todo

y provocando conflictos.


Por eso, cuando conversan

sobre el mundo de los críos,

hablan de “niños y niñas”

en vez de decir: los niños.


Otros, “jóvenes” dirán,

en este lenguaje ambiguo,

que es chocanteal escribir

y, mucho peor, al oírlo.


Algunos al dirigirse,

a un nutrido colectivo,

en lugar de decir todos

dicen “todes”, ¡tan tranquilos!


Los hay que viven pensando,

sustituir protegido,

por “persona protegida”

¡dos vocablos femeninos!


Y hay algunos seguidores,

de este lenguaje atrevido,

que no emplean ni las ni los;

“les” lo creen más propicio.


Y hasta osarán, cualquier día,

canjear lo de inclusivo,

por “virtud para incluir”

para no causar “heridos”.


Yo obedezco a la Academia,

y por sus normas me rijo,

pues limpia y fija el idioma

y le da un intenso brillo.


¡Que sigan sus partidarios,

con el lenguaje inclusivo,

yo seguiré como siempre:

a la Academia adherido!

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