Un abastecimiento social justo es aquel que respeta las normas establecidas para que el organigrama sea coherente y se lleve a cabo correctamente. El abastecimiento y su correcto mantenimiento no es un servicio de “caridad” sino un equipo debidamente escalonado, es decir JUSTO.
Si las teóricas bases de ese organigrama no cubren los gastos de gestión y no consiguen el beneficio económico, objetivo, derivado de sus actividades, entonces se debe reconocer que el organigrama NO FUNCIONA.
El abastecimiento social no necesita de sistemas macroeconómicos sino de realizar correctamente el “replanteo de la escalera productiva”. Si la sociedad, gerente, actúa, de facto, con un criterio de superioridad, alimentando al de arriba y olvidándose del primer peldaño de la escalera, sólo conseguirá pobreza y de ella nacerá la violencia, que después provocará la inactividad, que traerá de la mano la ruina del sistema.
Los Sindicatos, Plataformas y Asociaciones, “socializantes” de palabra, se han convertido, de hecho, en sistemas de “VIVIR”, no queriendo entender que en la “escalera” no sobran peldaños. El pueblo llano sufrirá la falta de artículos de primera o segunda necesidad, pero si quiere JUSTICIA COMPARTIDA, debe aguantar y luchar por los derechos justos del “servidor”. Los edificios se caen, simplemente, por un MAL REPLANTEO… Toda fuerza mantiene su equilibrio gracias al contrapeso de otras que, quizás, no se vean…, pero están. A buen entendedor POCAS PALABRAS BASTAN.
|