Breve Presentación
Héctor es un deportista valenciano que compite en atletismo adaptado debido a la deficiencia visual que le aqueja desde niño. En Tokio, su segunda participación en unos Juegos Paralímpicos se colgó al cuello la medalla de bronce en la disciplina de lanzamiento de jabalina. Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universitat de València. Ha contado su historia a través del libro ilustrado que lleva por título Un extraordinario don (Editorial Sargantana-2021).
- Todo cuento busca dejar una moraleja. Contando sus vivencias en el libro-cuento Un extraordinario don, ¿Cuáles serían los aprendizajes principales que pretende mostrar? El principal objetivo, por decirlo así, es que los niños se den cuenta de que de todos los males o problemas que nos encontramos se puede salir porque siempre hay soluciones y personas en las que poder reflejarse y tomar como ejemplo. Yo quería ser una de estas personas que pudiesen coger como ejemplo de superación, esfuerzo y constancia.
Además este libro tiene una doble metáfora. No solo es para los niños, sino también está pensado para sus padres porque cuento cómo he ido superando los distintos obstáculos que me he ido encontrando en el camino, y quiero dejar patente la importancia que han tenido mis padres como pilar fundamental en mi vida, por el hecho de que me dejaron ser yo mismo, y eso me ha permitido tener la capacidad de sobreponerme a cualquier problema, porque me han dejado vivir esa experiencia.
En alguna ocasión he podido estar de tú a tú con algunos padres, con independencia de que sus hijos tengan o no una discapacidad, que reconocen una tendencia a la sobreprotección. Recuerdo especialmente que tras una conferencia en Valencia, se me acercó una mujer y me dijo que su hijo tenía una discapacidad visual, y gracias a poder escucharme, se dio cuenta de que su hijo tenía otro futuro.
Otro de los motivos de hacer el libro, fue que cuando iba a los colegios a contar mi historia, y determinadas anécdotas que me pasan en mi día a día, todos los niños se quedaban alucinados, ya no por ser Héctor Cabrera y ser deportista, sino porque para ellos era como una especie de superhéroe, y eso me encantaba. Y decidí que no quería que se quedase sólo en el ámbito de las conferencias, y que un libro permitía llegar a mucha más gente.
- Un proverbio, dice algo así como: “Llegar rápido es el resultado de ir solo. Llegar lejos es la consecuencia de ir acompañado”. ¿Desde un principio tuvo la idea de que Un extraordinario don, fuese fruto de un trabajo colaborativo? Sí, sin duda. Lo estuve comentando con David Blay, que fue con la primera persona que estuve hablando sobre el tema del libro. Yo no quería que el libro fuese una mera anécdota, porque hoy en día todo el mundo es “capaz de escribir un libro”. Lo que pretendía es que fuese un buen libro, que reflejase lo que quería mostrar, y aunque la idea del libro es mía, y es mi historia, busqué a una persona que me escribiera lo que yo quería decir porque uno al final puede expresarse de una determinada forma pero realmente existen profesionales que saben escribir, y ahí es donde David entró en juego.
Por otra parte, cuando estuvimos viendo ilustradores barajamos varias opciones, hasta que vi los dibujos de Mamen, que me sorprendieron por su espectacularidad. El trabajo de Mamen en el libro es sobresaliente, y refleja realmente unas texturas cálidas y unas caras bonitas de ver. Al final, con David y Mamen, conseguí reunir el equipo perfecto para sacar el libro que yo quería. - Tras la experiencia de publicar hace un año Un extraordinario don, ¿Tiene intención de hacer una nueva incursión en el mundo literario?, o únicamente trabaja con el objetivo de París 2024? Más que en París 2024, estoy centrado en la recuperación. Obviamente voy a llegar a París, porque no es una opción que no contemple. Pero sí que es verdad que no me cierro la puerta a poder hacer el día de mañana otro libro, porque son muchos los que me piden una segunda parte.
Probablemente, si hago una segunda edición de este libro añadiré al final una foto con mi medalla, porque si el libro muestra el proceso para llegar a los Juegos, por qué no culminarlo con esta foto que representa el éxito por el que llevas muchos años trabajando.
Como te digo, no descarto más adelante hacer otro libro, a modo de memorias, en el que contar el deporte hacia adentro, y dejar claro que no todo el deporte es éxito, porque existe también una parte muy dura y que muy pocos ven, como son los entrenamientos, o la psicología deportiva, que forman parte de la vida del deportista y que muchas veces se nos olvida. - Héctor, se encuentra en un proceso de recuperación debido a una lesión de rodilla. ¿Cómo se encuentra actualmente? En un deporte como el suyo, ¿son las extremidades superiores las partes del cuerpo más sufridas y por tanto más propensas a lesiones? La verdad es que me lo estoy tomando con muchísima más calma que el año pasado, porque era el año de los Juegos, y fue muy caótico al tener que estar al 100 % en apenas seis meses. Se nota cuando le das tiempo de recuperación a una lesión. Por ejemplo ahora, llevo tres meses y aún no me he quitado la muleta, no por el hecho de no poder andar sin ella, sino porque al final la muleta es un punto de apoyo, que sirve para que se vaya regenerando mejor y lentamente.
Además este año nos han suspendido el mundial que había a finales, por lo que la presión deportiva es cero o bajo cero, por lo que en ese sentido estoy contento. Como te decía, la lentitud en la recuperación y no forzar, ha favorecido que no haya habido hinchazón, ni dolor más allá del habitual. Los movimientos son más fluidos y naturales, y eso se nota.
Ahora hacemos los entrenamientos sin el movimiento del lanzamiento en sí. Realizamos preparación del tren superior, y los complementamos con lanzamientos de diferentes artefactos hacia una lona, o el césped como bolas, pesas, mancuernas o balones medicinales de diferentes pesos, y desde diferentes posturas, que antes por falta de tiempo no podíamos hacer como lanzar sentados, desde un potro, tumbados, a dos manos, a una mano.
Al final en condiciones normales solemos emplear dos horas de entrenamiento al lanzamiento específico de la jabalina, más la preparación física, y ahora dedicamos más tiempo a estos multilanzamientos que te comentaba, más estáticos y complementarios a la jabalina.
Hay que reconocer que los lanzamientos, no solo dependen de la parte superior. Diría que es al contrario, y casi el 80 % de un lanzamiento son las piernas. En los lanzadores, la lesión de rodilla no es que sea muy frecuente, pero tampoco es tan rara. En nuestro deporte son más habituales las lesiones de codo o de hombro. En este caso, mi lesión fue debida a un gesto técnico mal hecho, y cuando vuelva a estar totalmente recuperado intentaremos solucionarlo de la mejor manera posible. - ¿Influye en algo en su preparación el que este ciclo entre Juegos Paralímpicos sea más corto, debido al obligado aplazamiento de los de Tokio con motivo de la pandemia? La preparación, en si no cambia pero es verdad que los tiempos se comprimen muchísimo. También, como ha habido tanta variación de temas de competición, como te decía antes ya no habrá mundial a finales de este año, y todo esto lleva a que la preparación física sea algo más complicada. En mi caso particular, por el tema de la lesión, no comenzaré con la preparación de los Juegos de 2024 probablemente hasta pasado el verano.
Por todo lo demás, son años complicados, y de estructuras muy raras con competiciones que aparecen y desaparecen de repente. Por otra parte llega el nuevo plan ADOP y tenemos que adaptarnos y ver cuáles son las exigencias para formar parte del plan ADOP y ser deportistas becados.
En definitiva, todo esto forma parte de la preparación de un deportista, ya no solo es la faceta física, sino que puedas tener cierta tranquilidad con el día a día, y en este sentido, aunque el ciclo entre Juegos Paralímpicos es algo más raro de lo habitual, nos exige adaptarnos lo mejor posible a la situación.
- El año 2021, lo comenzaba presentando las campanadas de fin de año en Oliva, su pueblo natal, acompañado de su prima, la jugadora de baloncesto Irene Gari. ¿El deporte es cosa de familia?, ¿es de la opinión de lo que bien empieza, bien acaba? Tengo que decirte que no. Somos los raros de la familia, aunque es cierto que el hermano de Irene también jugaba al baloncesto, pero tuvo que dejarlo siendo bastante joven. A Irene, no solo la considero mi prima, para mí es como una hermana. Con ella, en nuestra niñez y adolescencia, pasé muchos veranos. Hemos jugado a todo, baloncesto, futbol, montado en bicicleta, hemos ido a la playa, e incluso intercambiado libros. Irene ha sido una gran compañera de viaje para poder llegar a lo que soy hoy en día. Aunque profesionalmente hemos practicado deportes diferentes, estamos muy pendientes el uno del otro de nuestras respectivas trayectorias.
Hace muchísimo tiempo nos hicieron una entrevista conjunta, y me hizo una ilusión enorme, sobre todo cuando vi las fotos, y recordé cuando éramos más pequeños y hasta donde nos han llevado nuestras carreras deportivas.
Irene por ejemplo ha participado en Campeonatos de Europa, y Campeonatos del Mundo, ha militado en la primera división de baloncesto femenino, ha jugado en EuroCup, y en mi caso he participado hasta ahora en dos Juegos, que es el sueño de todo deportista. Y cuando me dijeron de hacer las campanadas con ella, no lo dudé ni un momento. La verdad es que fue un inicio de año muy bonito. Me avisaron con dos semanas de antelación y acepté la invitación porque estas cosas solo pasan una vez en la vida.
Personalmente, no soy de los que piensan que lo que bien empieza, bien acaba. Soy más de si realmente te lo curras, va a salir bien. No hay más. Si hubiese pensado por ejemplo que lo que empieza mal, acaba mal, no hubiese logrado ninguna medalla. Precisamente lo hablaba el otro día con mi entrenador, y con excepción del año 2019, que hice récord del mundo, no recuerdo un año en el que no haya sufrido alguna lesión, incluso grave:
2014, lumbalgia, por una protusión discal. 2015, rotura de un ligamento del pie. 2016, operación de una hernia discal. 2018, elongación de codo. 2020, rotura de rodilla. 2021, de nuevo rotura de rodilla.
A pesar de todas estas “piedras en el camino”, soy de la opinión de que la vida está para currársela, si quieres que te pasen cosas buenas.
- ¿Qué tienen de especial la práctica de las pruebas de lanzamiento, y en concreto la jabalina para que acabase dedicándose profesionalmente a ello? Cuando fui a un campeonato a Lituania, me dieron una pelotita de unos 150 gramos para lanzarla, y da la casualidad de que en mi pueblo, era muy típico ir a un huerto y liarse a naranjazos con los amigos. ¡En Valencia es lo que hay! Pensé: ¡Esto es lo mío!, y la lancé a más de 67 metros. Y al volver a España, busqué algo que pudiese ser parecido a ese lanzamiento. Elegí la jabalina, y hasta ahora. Tengo una anécdota de la primera entrevista que me hicieron después de ese campeonato en un medio mexicano, en la que me preguntaban algo similar, y mi respuesta fue: “Porque se parece a lanzar naranjas”, y el mexicano se reía.
- Héctor, es un atleta multidisciplinar que suele competir indistintamente en lanzamiento de jabalina y de peso. Puesto que en apariencia, lo único que comparten es la palabra lanzamiento, ¿qué ventajas le aporta simultanear la práctica de ambas disciplinas? En realidad, mi prueba es el lanzamiento de jabalina. El lanzamiento de peso lo hago simplemente por hobby. A mí lo que realmente me gusta, y en lo que me preparo es con la jabalina. En peso, no tengo ningún objetivo deportivo. Da la casualidad de que mis condiciones físicas me permiten estar en un nivel medio- bajo, y llego a duras penas a una final, y acabo séptimo u octavo. En peso, hay muchos otros deportistas, que se dedican exclusivamente a esto, con mejor nivel que yo, que incluso me pueden sacar dos o tres metros.
¿Por qué en las grandes competiciones también practico lanzamiento de peso? Muy sencillo, fundamentalmente por acompañar a mi compañero Kim López, que entrena a diario conmigo, y para mí es como un hermano.
Desde 2014 compito junto a él. A Kim le van muy bien las competiciones cuando le acompaño, y soy como su amuleto. Al final me lo paso bien, y tengo que decirte que teniendo un problema visual como el mío, no hay mejor sitio para ver una competición, que delante del círculo. En esa parte tengo ventaja. Para Kim, le es útil que yo esté dentro de la pista porque cuando nuestro entrenador no está con nosotros suelo ayudarle con determinadas indicaciones técnicas.
Te voy a contar otra pequeña anécdota de los Juegos de Rio 2016. Antes de que Kim hiciese el lanzamiento, con el que a la postre ganó la medalla de oro, nos apartamos a la zona donde los deportistas se sientan y las cámaras se suelen pasar muy poco, y compartimos un muffin de chocolate.
En resumidas cuentas, mis resultados deportivos en lanzamiento de peso, para mí no tienen la mayor importancia, y lo hago porque disfruto acompañando y ayudando a Kim en lo que puedo desde una posición privilegiada.
- ¿Qué hace diferente a la escuela valenciana de lanzamiento de otras para darle tradicionalmente al deporte paralímpico español tantas satisfacciones? En Valencia tenemos mucha suerte porque además de tener un buen grupo como el que tenemos, contamos con la Fundación Trinidad Alfonso, que con el proyecto FER da mucho impulso al deporte en general, y al deporte paralímpico en particular, dándole un salto de calidad altísimo. En el momento que cuentas con financiación, y la capacidad de captar a los mejores deportistas, estos llegan y se unen al proyecto. Como por ejemplo pasó con Myriam, que entrena con Ainhoa Martínez, una entrenadora de nuestro club, el club de Córrer el Garbí.
Al final es tener un buen grupo, buenos entrenadores y un espíritu deportivo de “echar para adelante” y mejorar… No hay más secreto, es entrenar, entrenar y entrenar.
Obviamente que mi deporte sea individual, siempre hay una parte de equipo por detrás. Al final si estuvieses todo el año solo, o lo dejas o psicológicamente acabarías muy mal, porque el deporte es muy duro, y necesitas momentos en los que desahogarte.
- En los deportistas con deficiencias visuales, la figura del guía es fundamental para la práctica de determinados deportes. En el lanzamiento de jabalina, ¿Cuál es la función del guía? En mi caso, y sobre todo en las grandes competiciones, hay un bloque de entre diez y veinte jabalinas y mi guía se encarga de buscar mi jabalina entre todas ellas, porque la jabalina me la llevo desde casa, y antes de la competición pasa una homologación. Como digo, una de las funciones del guía es buscar mi jabalina, para no perder tiempo, y también me acompaña hasta la zona de salida, donde suele haber marcas en el suelo, desde la que iniciar la carrera. Después el guía se sitúa en el inicio de los cruces laterales.
Normalmente, nosotros tenemos una marca en el suelo, pero obviamente nuestra discapacidad visual impide verla y el guía que lleva un peto fosforescente se pone como referencia en esa marca. Si bien es cierto que nosotros entrenamos todo el año para que esa carrera sea lo más exacta posible, y se automatiza de tal manera que en el momento álgido de la competición, por decirlo así, ni te fijas en la carrera. En mi caso cuando hago la carrera suelo contar mentalmente diez frontales y tres cruces (con jabalina en posición lateral), y en caso de que por lo que fuese, perdiese la cuenta es importante tener al guía como referencia. - En una disciplina como la suya, en la que suele tener seis intentos para realizar una mejor marca, ¿es preferible “quemar las naves” al principio, reservarse para los lanzamientos finales, o va un poco en función de la competición y de sus oponentes? Cuando entro en competición, y sobre todo en las altas competiciones, mi estrategia por decirlo así es ir “a fuego” desde el primer lanzamiento. ¿Por qué? Porque al final son seis lanzamientos, y si los primeros los haces a medio gas, la lías, porque es una opción menos que tienes. Personalmente, no me gusta reservarme.
Imagínate que en los Juegos de Tokio, no hubiese lanzado el primero a full, y lanzo el segundo, y no me sale igual de bien. Ya he perdido opciones, y realmente el que me dio la medalla, fue el primer tiro. ¿por qué lo voy a desperdiciar? Ten en cuenta que solemos calentar fuera del estadio, antes de entrar en cámara de llamadas. Y previamente a los seis lanzamientos de la competición realizamos entre dos y tres lanzamientos de calentamiento en los que hago uno con una carrera más corta, y luego alguno completo para ir cogiendo sensaciones de carrera.
Por ponerte en situación, en los Juegos de Tokio, me fui al estadio cuatro horas y media antes. Estando allí, me hicieron el vendaje de la rodilla, y entramos en una primera cámara de llamadas con una hora y diez minutos de antelación, para certificar que eres tú, con tu acreditación y tu dorsal. Para después ir a una segunda cámara de llamadas antes de la competición propiamente dicha.
- ¿Entrenamiento físico, entrenamiento mental y nutrición son los tres factores fundamentales para rendir a buen nivel en las competiciones?, ¿Es cierto que realiza once ingestas diarias? Hay otra serie de condicionantes. La verdad es que los tres aspectos que comentas son muy importantes, pero también influyen otros factores relacionados con ¿cómo es tu vida?, ¿cómo está tu familia?, o ¿cómo es tu situación económica? Posiblemente esto último entraría dentro del saco de la parte psicológica, pero si las condiciones de entrenamiento no son las mejores que puedas tener, eso también influye.
Estamos luchando poco a poco para que un deportista de alto nivel, un medallista pueda realmente tener el día de mañana un futuro en cierto modo asegurado, ya que dedicas entre diez y quince años de tu vida, única y exclusivamente al deporte representando a España. Muchos países ya lo están haciendo, como el caso de Alemania, que garantiza un puesto de funcionario a los medallistas olímpicos y paralímpicos. Este simple hecho de saber que una vez que acabas tu carrera deportiva, te proporcionan un medio para ganarte la vida, influye en tu rendimiento.
En este sentido, personalmente estoy a favor de que a los deportistas de alto nivel se les exija unas condiciones académicas básicas, porque desgraciadamente hay muchos deportistas con un potencial brutal desde que son pequeños, que van directamente a formarse como deportistas, y que terminan la ESO a duras penas. ¿Por qué no se les podría incentivar de alguna manera a que continuasen compartiendo formación académica con formación deportiva?
Otra cosa que suele ocurrir es que por lo general la gente desconoce todo el trabajo, esfuerzo y dedicación que hay detrás de conseguir, en el mejor de los casos, una medalla en unos Juegos. En mi caso particular, suelo entrenar entre tres y cuatro horas por la mañana, me voy a casa a comer y descansar. Por la tarde vuelvo a entrenar, además tengo que formarme, y aprovecho las noches para estudiar. Tienes que dormir bien, para al día siguiente volver a entrenar en las mejores condiciones, y para ello conviene estar psicológicamente bien.
Esto no es tan fácil como a priori la gente puede pensar. Unos Juegos son cada cuatro años, van los mejores deportistas del mundo, y tiene un proceso y una preparación muy exigentes, y además que ese día de competición se den las condiciones óptimas para llevarse una de las tres medallas que están en juego.
Por decirlo así, y sin ningún ápice de exageración, es igual de probable ser campeón olímpico o que te toque la lotería, y en realidad no está bien apreciado por el público en general. Si de verdad en España se quiere contar con buenos deportistas de élite, habría que hacer el esfuerzo por parte de los gobernantes para asegurarles un futuro tras la práctica deportiva.
Con respecto a lo que comentas de las ingestas, ahora realizo muchas menos porque no tengo el gasto calórico que cuando entreno al 100 %. Si que en un momento determinado de la preparación, he llegado a realizar once ingestas diarias, que no son ni mucho menos como una comida habitual, por decirlo así. He llegado a hacer dos desayunos, dos almuerzos, tres meriendas, la comida y la cena. Ten en cuenta que a diario podíamos consumir en torno a 3100 o 3200 calorías en reposo, y para que el cuerpo no absorba músculo era necesario un aporte calórico mucho mayor.
En la cercanía
- Residiendo en plena costa mediterránea, ¿Es aficionado a la práctica de algún deporte acuático? La verdad es que no soy aficionado a ninguna práctica acuática. Es más, el agua y yo creo que no nos llevamos demasiado bien. Me gusta el buceo, pero no podría decir que soy aficionado a ello.
- Para sus momentos de relax, y descanso ¿prefiere playa o montaña? Como te decía antes, que no sea de deportes acuáticos no quiere decir que no me guste la playa. Cuando voy a la playa, suelo quitarme el gusanillo metiendo los pies en el agua. Lo que me encanta cuando voy a la playa es sentarme en el paseo marítimo, ver a mi perro correr y encontrarme con gente y hablar. Prefiero la playa porque veo a mi perro feliz. La montaña es más introspectiva, si vas con un amigo, ninguno habla como estamos los dos reventados, al perro ni lo encuentras, y por eso soy más de playa.
-¿Suele realizar algún tipo de ritual en la cámara de llamada, momentos previos a salir a competir? Me gusta tomarme un café. Por ejemplo, en Tokio, en la Villa Olímpica, me cogí un café con leche, un plátano y unas galletitas para meterlas en la mochila. También me gusta ir tranquilamente a la zona de los fisios, que es una zona cerrada, y a pesar de tener mucho movimiento, la gente suele estar en silencio. Reviso que el dorsal esté bien cogido, me pongo mi musiquita, ando, realizo movimientos de amplitud, visualizo mi carrera y fundamentalmente me centro en la competición.
Cuando solo quedan cuarenta minutos o así, suelo salir a correr, trotar y hacer una movilidad general mucho más larga e intensa, coger una jabalina y lanzar tranquilamente, que no me note tenso. Cuando quedan diez minutos aproximadamente para cámara de llamadas regresoy meto en la mochila todo lo que haya dejado fuera.
En la primera cámara de llamadas, prácticamente no hago nada. Suelo ponerme una toalla en la cabeza, o sobre el cuelloporque me gusta en cierto modo sentirme arropado. En la segunda cámara de llamadas, me cambio de zapatillas, y se suelen hacer las revisiones pertinentes, si llevas la equipación adecuada, los tacos en las zapatillas que tocan, etcétera.
- ¿Suele aplicar a rajatabla la regla de los 3 ochos? Reconozco no ser estricto con esto porque es prácticamente imposible llevarlo a rajatabla, y tampoco me gusta obsesionarme, pero sí que es verdad, que al menos las ocho horas de sueño las intento hacer, y si he dormido por la noche seis horas, después de comer trato de relajarme, y dar una cabezadita. Las ocho horas de entrenamiento, básicamente las cumplo, y ahora como no voy a clase, no dedico tiempo a estudiar, aunque continúo haciendo otras cosas. También dedico en el día a día, un tiempo a la casa, y de vez en cuando me requieren para algún acto institucional, para alguna entrevista, o sesión de fotos.
En este momento, que no siga esta regla de equilibrar las horas del día entre trabajo, descanso y ocio, no quiere decir que no sea algo que me estructure. Siempre lo digo, sobre todo en las conferencias para niños, que no pongan excusas de no poder entrenar porque tienen que estudiar, o viceversa, porque al final hay tiempo para todo lo que se propongan, siempre y cuando tengan una adecuada planificación.
- Sergio Dalma, en La noche de San Juan, uno de sus últimos éxitos, canta: “Llevo en mí las armas de mi vida. Soy el capitán”, ¿cuáles considera que son sus mejores armas para llevar las riendas de su vida? Creo que al final me baso en la tenacidad. Tanto para lo bueno como en lo malo, soy muy cabezota. A veces para salir de las situaciones muy complicadas, como el año pasado sobre todo después de la lesión, llegué a plantearme seriamente dejar la práctica profesional del deporte porque no estaba mejorando, y mi motivación y la autoconfianza estaban decayendo, te llegas a cuestionar si realmente estás acabado. Ahí es donde mi tenacidad, mi constancia, querer ser lo que soy, van al rescate para continuar con el deporte, que en definitiva es una de las cosas que más me gustan. Sinceramente, creo que la automotivación y la constancia en el trabajo son las armas, ya no solo mías, que hacen grandes a los deportistas. - Por cierto, ¿Héctor es de celebrar la noche de San Juan? Antes solíamos juntarnos en la playa para hacer las hogueras. Cuando era más joven íbamos por los huertos a recoger maderas, o palets, que poder quemar. Hoy en día, entre que no se pueden hacer hogueras si no están organizadas y que uno se va haciendo mayor, lo celebramos en casa algunos amigos, con unas pizzas y jugando a algún juego de mesa. Esa es la mejor noche de San Juan que puedo tener.
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