Con el número de personas refugiadas ucranianas superando los cuatro millones, World Vision pide destinar más recursos a los servicios esenciales para los niños y niñas refugiados vulnerables, incluyendo la protección de los niños, la educación y el apoyo a la salud mental.
"La mayoría de los más de 4 millones de refugiados son mujeres y niños, que llegan con poco más que la ropa que llevan puesta y unas pocas pertenencias. Estas condiciones les hacen altamente vulnerables a la violencia y la explotación. La necesidad de protección y otros servicios seguirá creciendo a medida que esta crisis se agrave y se prolongue", explica Isabel Gomes, directora de respuesta a Ucrania de World Vision.
A pesar de los altos niveles de financiación en relación con otras crisis como la de Siria o Afganistán, que no hay que olvidar, según el “Llamamiento Urgente de la ONU para Ucrania”, hay una serie de servicios básicos para las personas refugiadas ucranianas infrafinanciados como la protección (19% financiado), la educación (8% financiado) y la salud y la nutrición (4% financiado).
Los países de acogida como Moldavia han tenido dificultades para satisfacer las necesidades básicas de las personas refugiadas. Moldavia es una de las naciones más pobres de Europa y también tiene la mayor población de personas refugiadas per cápita de la región. A World Vision le preocupa especialmente que los niños y niñas pierdan el acceso a la educación. Casi el 90% de las personas refugiadas en Moldavia son mujeres y niños, y el 97% de los niños refugiados siguen sin ir a la escuela.
"Además de los cuatro millones de personas que se han visto obligadas a abandonar Ucrania, al menos 6,5 millones han huido de sus hogares y están desplazados dentro del país. Después de dos años de bloqueos por la COVID-19 , el impacto que esta crisis tendrá en el bienestar, la salud mental y la educación de los niños es aterrador", afirma Isabel Gomes.
"Ningún niño debería verse obligado a abandonar la escuela por culpa de un conflicto. Sabemos que la escuela proporciona una sensación de normalidad que los niños atrapados en conflictos necesitan desesperadamente, además de ofrecerles un espacio seguro y proteger su futuro. A medida que la respuesta entra en su segundo mes, nos centramos en trabajar con las autoridades para ayudar a que los niños y niñas vuelvan a la escuela".
World Vision ha estado trabajando en Ucrania y Rumanía desde la primera semana de la crisis y está ampliando rápidamente su trabajo para apoyar a los niños y sus familias con productos básicos y otros servicios críticos con el objetivo de llegar a casi 300.000 personas en Rumanía, Ucrania, Moldavia y Georgia en los próximos meses.
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