Conocí la obra de este autor por medio de mi amiga, Maribel Cerezuela, directora de Diario Voz. Al ver su página web, me di cuenta de que me sentía enganchada a él, básicamente por sus acuarelas, llenas de elementos. Del resto de su obra observo que hay una preparación académica muy grande, es un excelente dibujante, y conoce el manejo de diferentes técnicas de trabajo. Le encanta pintar al aire libre, entre la gente, muchos se quedan viendo lo que pinta, otros transitan. En su zona ya es conocido como un pintor abierto, educado, disciplinado y amante de calles y monumentos.
Aplica el color con suavidad, al final siento como si me hubiese puesto un poco de perfume después de observar una obra suya. Me llevo una buena impresión, pues veo que estudia mucho el colorido y lo aplica como si fuese el rocío de la noche que cae.
Hablé con él por teléfono una mañana, tiene sentido del humor, sobretodo con su apellido: "Velázquez", y sé que a los lectores también les encantará conocerle un poco más con esta entrevista. -Háblenos de sus comienzos. Como descendiente de pintores, el arte ha estado siempre presente en mi vida. A la edad de 12 años realicé mi primer óleo y desde entonces no he dejado de pintar, dibujar y modelar. Tras licenciarme en Bellas Artes me dediqué exclusivamente a la creación artística y desde ese momento comencé a realizar exposiciones y a labrar mi trayectoria profesional en el mundo del arte.
-¿Cómo definiría su arte? Yo diría que es una constante búsqueda de entornos y escenas que me generan una emoción. Los lugares y objetos que han formado parte de mi vida en el pasado y que han quedado obsoletos suelen estar en mi punto de mira, llevándolos al lienzo para darles una nueva vida.
Si algo define mi pintura es que la realizo directamente del natural, lo cuál no es solo una experiencia maravillosa para mí sino que también me permite un mayor estudio del color y grandes posibilidades de interpretación, poniendo en práctica ocasionalmente el “Alla Prima”: acabar un cuadro en una sola sesión persiguiendo una pincelada fresca.
-¿Qué técnicas utiliza? Mis inicios fueron con la pintura al óleo, y durante mucho tiempo me enfoqué en esta técnica para explorar todas sus posibilidades y límites. Posteriormente me interesé por la acuarela, cuya técnica me fascinó y atrapó durante una larga etapa.
Actualmente pongo en práctica ambas técnicas sin restar atención al dibujo. Siempre tengo a mano un bloc y una caja de lápices de todo tipo, y aprovecho cualquier ocasión para hacer algún apunte, retrato o estudio más detallado.
-¿En qué se inspira cuando pinta? Cualquier situación puede ser motivo de inspiración. En muchas ocasiones se trata de algo que antes ha pasado inadvertido ante mis ojos, pero de repente se produce un encuentro diferente, con otro enfoque, otras luces, y es como si una bombilla se encendiera y pudiera imaginar el cuadro como si ya estuviera pintado. Cuando esto ocurre voy rápidamente a por el lienzo y empiezo a pintar, así es como obtengo los mejores resultados.
-¿Si algún lector quiere comprar un cuadro suyo, qué debe hacer? En mi página web: www.manueldominguez.org se pueden consultar las obras disponibles, y también contactando por llamada o Whatsapp +34 657 06 09 09. Contactando de forma directa se puede obtener mayor información sobre la obra a la venta, encargos y asesoramiento.
-¿Qué críticas ha recibido? Siempre he sentido que mis creaciones han sido muy apreciadas por la crítica y por el público, aunque por supuesto es imposible encajar con las preferencias de todo el mundo.
Mi padre, Diego Domínguez además de gran pintor fue crítico de arte en La Voz de Almería y de él obtuve los más duros y constructivos consejos aunque únicamente en el ámbito familiar, nuestras conversaciones casi siempre giraban en torno al arte.
-¿Cuál es su pintor favorito? No por compartir el mismo apellido, el primer lugar se lo concedo a Velázquez. Su pincelada fresca y perfecta entonación me parece admirable. Siempre que he tenido ocasión he aprovechado para visitar el Museo Del Prado y mirar de cerca sus emblemáticos cuadros.
-¿Por qué recomienda comprar un cuadro suyo? En cada cuadro que realizo vierto el cien por cien de mi conocimiento y de mi sensibilidad. Cuando pinto no lo hago pensando en la venta sino en dar lo mejor de mí y crear algo auténtico, aunque siempre es motivador que alguien se interese por mi obra.
Creo que comprar un cuadro no es una transacción como cualquier otra, sino que hay un vínculo entre el artista y la persona que lo adquiere, una conexión entre la sensibilidad del artista a la hora de crear la obra y la del cliente que decide que es justo esa la obra que quiere comprar.
Hace poco unos clientes me contaron que cada día se sientan a desayunar viendo los cuadros, ya que para ellos tienen significados muy emotivos y personales al tratarse de sus pueblos natales y también de un retrato de su perrita.
-¿Cuánto tiempo tarda en pintar un cuadro? Cuando estoy pintando no miro el tiempo que invierto, me centro en que la obra acabada cumpla con mis propósitos. Además, es algo que varía enormemente de una obra a otra: algunos cuadros los realizo en una sola sesión mientras que otros pueden llevar mucho más tiempo.
En cualquier caso, considero que esa duración no está relacionado con la calidad de la obra, ya que el tiempo que de verdad cuenta son los años de experiencia y dedicación a la pintura: todo ese tiempo está presente en cada pincelada.
-¿En qué piensa cuando pinta? Una de las cosas buenas que ofrece la pintura es la necesidad de centrar toda tu atención en ella, por lo que se me pasan las horas sin apenas darme cuenta, saltándome a veces la hora del almuerzo. En general, las preocupaciones se mantienen alejadas mientras pintas, al menos en mi experiencia.
-Cuéntenos de su faceta de escultor.
La primera incursión que realicé en el mundo del arte fue con la escultura, cuando tenía 7 años. Con dos trozos de madera y una navaja roma realicé a escondidas una talla de un Cristo para después policromarla. Así empezó una pasión por el modelado que continúa hasta el día de hoy, habiendo realizado a lo largo de mi trayectoria numerosos bustos y esculturas, algunas de ellas fundidas en bronce y ubicadas en entorno público. Las más recientes habitan hoy el Paseo Marítimo de Almería: “El acróbata” y “La Tumbona”.
Además de las técnicas tradicionales de escultura, con las que sigo trabajando, estoy investigando una nueva línea con otros materiales más enfocados en esculturas que puedan situarse en espacios interiores y con tamaños más reducidos.
-¿Puede hablar de precios? Los precios varían según técnica y formato, por lo que se me hace difícil hablar de precios en general. Recomiendo consultar sin compromiso para obtener una orientación.
-¿Se puede vivir sin cuadros? Sí que se puede vivir sin ellos. También sin cine e incluso sin música, pero la vida sería menos agradable y la humanidad perdería uno de sus grandes sentidos. A mí particularmente me resultaría imposible ya que desde mi infancia he vivido entre paredes repletas de cuadros.
Y con esta última pregunta, finaliza esta entrevista a este hombre amante de la pintura de Velazquez, que a saber si fue un antepasado suyo... Sea como sea, en pleno Siglo XXI, no podemos decir que no tenemos un "Velázquez" entre nosotros. Quien quiera adquirir un cuadro suyo, puede dirigirse a él en las direcciones que nos facilitó y además pasarán un buen rato charlando sobre las miles de cosas que pueden surgir en nosotros cuando pensamos en este arte, presente en la vida del hombre desde sus orígenes.
Por lo demás, decir que las fotos de los cuadros que nos facilitó Manuel y que están expuestos en esta entrevista, aún no se vendieron. Si algún lector se enamora de alguno, hable con él.
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