Lo que más me impresionó de la pintura de Carmen, es el colorido y la forma. Su arte es limpio y también delicado, hasta llegar incluso a la fragilidad. Creo que le encanta pintar hojas de plantas, porque sus formas son variadas y con diferentes tonalidades de verde. El reflejo de la luz también se encuentra en ellas, lo que acentúa su gracia como dignas acompañantes de las más variadas flores.
Tuve curiosidad por saber qué pensaba una pintora como ella sobre diferentes aspectos relacionados con el arte pictórico. Mediante sus respuestas, la conoceremos.
-¿Qué es pintar para usted? Para mí pintar es llevar al papel la emoción que un motivo me ha producido, como puede ser el color de una buganvilla, las sombras de una pared encalada o la añoranza de otros tiempos cuando veo una porcelana antigua. Es una forma de expresión que me produce una satisfacción inmensa. No imagino mi vida sin la pintura.
-¿Alguien te inclinó por esta profesión o ha sido por pura vocación?
Desde mi infancia me encantaba dibujar, pintar y sobre todo modelar figuras de arcilla, a pesar de que en mi familia no había ningún referente artístico. Más adelante, cuando estudiaba en la Escuela de Artes de Almería, conocí al que hoy es mi marido, el artista Manuel Domínguez, y desde entonces la pintura pasó a ser el eje de nuestras vidas y el vínculo con el arte se hizo aún más fuerte para ambos.
-¿En qué piensas cuando pintas? La acuarela en concreto es una técnica que requiere una total concentración ya que hay que controlar cómo se mueve el agua en el papel y cómo interactúan los colores, lo que implica una cierta tensión pero también es un gran disfrute. Mi atención se centra en el propio acto de pintar y en las formas que adopta cada trazo al fundirse con la humedad del papel.
-¿Se puede vivir del arte? Sí se puede, pero hay un largo camino hasta posicionarte en el mercado adecuado para tu obra.
-¿Qué le recomendarías a la gente que se quiere dedicar a esta profesión? En primer lugar, que se especialicen en lo que se sientan cómodos. Hoy día Bellas Artes está muy diversificada y ofrece un gran abanico de posibilidades adaptadas a los nuevos medios de expresión. También les recomendaría ser consistentes en su trabajo y pacientes con los resultados, sabiendo que es un largo camino pero que la recompensa llega cuando se siembra y se intenta mejorar día tras día.
-¿Qué destacas de tus cuadros? Es difícil hablar de la obra propia, pero en general destacaría que transmiten alegría. Soy una apasionada del color, y me gusta que predomine ese toque alegre contrapuesto con la nostalgia que sugieren algunos de mis motivos más recurrentes.
-¿Porqué le dirías a la gente que comprara un cuadro tuyo? Cuando tomo la decisión de exponer un cuadro al público es porque pienso que tiene la calidad suficiente, y creo que los clientes también lo aprecian así. De todos modos, la razón más importante para adquirir una obra mía es que cada vez que pases por delante te emocione. Ahí es donde está la magia de escoger esa obra con la que tienes una conexión especial, o que te transporta a un lugar concreto en tu interior y no te cansas de mirarla. Comprar una obra de arte que nos emociona es un regalo para el presente además de una inversión para el futuro.
-¿El tema lo eliges tú o te encargan un cuadro con un tema determinado? Normalmente yo escojo el tema de las obras, pero a veces recibo encargos de temas concretos. En estos casos me gusta hablar detenidamente con los clientes para profundizar y cambiar impresiones, y así poder llevarme la obra a mi terreno para que yo me sienta cómoda y alineada con el motivo. De esta forma el resultado será del gusto de las dos partes. Es la forma de que el cuadro tenga alma y contenga la esencia del artista; hay que hacerlo propio de alguna manera, no basta con representar.
-¿Qué técnica utilizas más y porqué? La técnica que más utilizo es la acuarela. Desde los primeros trabajos supe que así era como quería expresarme, y me quedé enamorada de la magia del agua que hace que un color sea delicado o intenso, y del factor sorpresa: yo dirijo el pincel pero el agua siempre dejará su propia impronta. También lo considero afín a mis valores por sus propiedades de transparencia: no hay trucos y nada se puede tapar; lo que es, es.
-¿Con qué poema identificas tus pinturas? Más que con un poema identifico mis acuarelas con el realismo mágico de Cien Años de Soledad, obra maestra de la literatura. Para mí éste universo de García Márquez es una infinita fuente de inspiración. Paredes encaladas, flores que se marchitan, un ambiente que me transporta al mundo de mi niñez...
-¿Hay algo que quieras decir a nuestros lectores sobre tus pinturas o sobre el mundo del arte en particular? Me gustaría decirles que nunca dejen pasar la oportunidad de visitar un museo o una buena exposición. Y, si tienen hijos, que les lleven también a museos y exposiciones desde pequeños. Serán adultos que amarán el arte y disfrutarán de este placer toda la vida.
-¿Un pintor nace o se hace? Pienso que las dos cosas. El artista nace como una persona sensible a lo que le rodea, y si por circunstancias no pudiera llegar a desarrollar su inquietud en el campo artístico, esta sensibilidad se dejaría notar en cualquier profesión que elija, pues tendría una forma de mirar distinta a la convencional.
-¿ Es verdad que pintar es también una terapia de relajación? Por supuesto. Quizás la acuarela es la menos indicada para la relajación, pero el simple hecho de concentrarte en la obra, en el dibujo, en la mezcla de colores... te mantiene en el momento presente y te aísla considerablemente del torrente de pensamientos.
-¿Qué es lo que más le gusta pintar? Un tema recurrente para mí y sobre el cuál estoy ahora mismo preparando una colección es la naturaleza, y dentro de ella la vegetación, las plantas, las hojas, las flores...que se repiten como módulos. La naturaleza los repite en curiosas y estudiadas estructuras y me encanta reflejarlas en mis composiciones.
-¿Se puede vivir sin cuadros? Está claro que el arte no es una necesidad para todas las personas, pero desde luego yo no desearía vivir sin cuadros. Pienso que es la primera información que recibimos cuando entramos en una estancia, y dice mucho del ambiente en el que nos vamos a encontrar, por eso los ojos siempre se van a las paredes y a los cuadros que cuelgan de ellas.
En mi opinión, la pintura y la escultura tienen una presencia física y una entidad por sí mismas que las hacen irreemplazables a la hora de enriquecer un espacio. Hoy día tenemos a nuestro alcance la fotografía y otras técnicas audiovisuales que nos permiten representar y crear, pero la pintura es algo tan natural al ser humano que sigue ocupando su valioso papel. Sigue siendo sinónimo de elevación del alma y del espacio en que se encuentra.
Gracias, Carmen, por tu tiempo, un placer fue compartir contigo los momentos de esta entrevista, y más aún poder mostrar lo que haces a un número significativo de personas, los lectores de Siglo XXI.
Dejémonos embrujar por las formas de nuestra artista, plasmadas con espectacular talento y singularidad y con un colorido libre de ataduras. No olvidemos que pintan con amor, son nuestro presente cultural y la historia de nuestro arte el día de mañana.
------------------- Todos los cuadros expuestos en esta entrevista, están aún a la venta y los contactos para adquirir uno de ellos, son los siguientes: Email: carmenmaria.almeria@gmail.com Página Web: www.carmenacuarela.com Tel. +34 657060910
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