Un caso estremece al Perú. El 12 de abril una menor de 3 años fue secuestrada y violada en Chiclayo. Juan Antonio Enríquez García, de 48 años, ha sido sindicado como el autor de tal barbarie. Muchos personajes han sugerido restablecer la pena capital: desde el almirante (r) José Cueto de la bancada del ultraderechista Renovación Popular hasta el expremier "marxista leninista" Guido Libre del oficialista Perú Libre (PL), pasando por legisladores de la derecha "democrática" como varios de Acción Popular o de Podemos Perú. La excongresista y radialista Cecilia García plantea que sin anestesia se le corte el pene a violadores.
El Gobierno ha propuesto una castración con pastillas, la cual requiere de que estas se administren ininterrumpidamente (de lo contrario generan efectos peores) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le cuestiona como una posible forma de tortura permanente.
En el Perú hay miles de casos de violaciones, y las cárceles están llenas de depravados que han forzado sexualmente a menores de edad. Sin embargo, este último destape ha caído como anillo en el dedo al fujimorismo y a su prensa adicta, pues se ha dado a poco de que la CIDH impidió que se aplique la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) para indultar al exdictador Alberto Fujimori.
Cuando la CIDH había empezado a poner reparos a esa excarcelación, Jorge Montoya, otro almirante (r) de la misma bancada que su colega Cueto, ya demandaba que el Perú se retire de esta corte para que Fujimori quede libre. Ahora ya no se ataca directamente a la CIDH, sino que se busca crear condiciones para pedir el retiro del Perú de la convención panamericana de derechos humanos, la misma que veta la pena de muerte.
Horror
A qué madre o padre no le indigna saber que una niñita de 3 años sea ultrajada. Es entendible que muchos de ellos pidan la pena de muerte. Hay sociedades en las cuales a los violadores se les ha matado a piedrazos, despellejándolos o mutilándolos vivos.
Sin embargo, las penas más sanguinarias muchas veces impulsan a que los nuevos crímenes sean aún más perversos (porque la sociedad se deshumaniza demasiado). La solución no está en la pena capital ni en las castraciones con cuchillo o pastillas, sino en significativos cambios sociales. Pervertidos sexuales siempre van a haber, pero estos aumentan en sociedades en las cuales se pierden valores morales; se incentiva la corrupción; y hay demasiada pobreza, polarización social, pésimos sistemas de educación y de salud (sobre todo en lo referido a lo mental) y una cultura y una TV basura que promueven el machismo.
Y, precisamente, todos esos males se han agravado con la dictadura neoliberal, la cual produjo cientos de miles de despedidos, eliminó la estabilidad laboral y casi todas las empresas públicas, transformó a la salud y la educación en un negocio de lucro y desarrolló una de los sistemas televisivos más alienantes que hay. Al robarse miles de millones de dólares de todos los peruanos, Fujimori privó de fondos para que se desarrollen buenos departamentos universitarios y hospitales dedicados a la salud mental, entre otras cosas.
En EEUU se matan delincuentes presos en muchos de sus Estados, pero no por eso deja de ser la mayor potencia en homicidios y violaciones callejeras. En muchos países europeos no hay pena de muerte y hay mucho menor tasa de delincuencia. Hay muchos prresos que son injustamente condenados, pero si a varios de ellos se les aplica por error la pena capital, nunca más se podrá subsanar ese yerro. La cadena perpetua (con o sin trabajos para reparar a la sociedad) es un medio más eficaz para castigar, amedrentar y luego,en caso de haberse equivocado, poder enmendar.
Curas
Las sociedades menos desiguales y machistas son las que producen menos violaciones. En Reino Unido, donde yo resido, el Estado invierte fortunas en la salud mental. En vez de estigmatizarse a las personas con esa clase de problemas (como en el Perú al que a muchos se les suele tildar como "locos"), hay más de un millón de profesionales de la salud trabajando en el Servicio Nacional de Salud (NHS) donde se busca sembrar conciencia que uno de cada cuatro habitantes tiene alguna clase de enfermedad mental. Cada hospital tiene pabellones, médicos, enfermeros y servicios especializados para personas con depresión, ansiedad, bipolaridad, esquizofrenia y otras alteraciones mentales, los mismos que reciben cuidados 100% gratuitos.
A esta alta inversión pública en salud física y mental, se suma una muy fuerte en educación, en proveer una TV de calidad y sin violencia para menores (la BBC tiene 8 canales públicos y es mucho mejor que los pocos canales privados ingleses que hay). A las personas sin techo se les subdidia la vivienda y a los enfermos o desempleados se les brinda un ingreso regular.
La policía británica no usa armas de fuego (a excepción de unidades especiales), tiene un trato amable y en sus cárceles se evita la tugurización.
Con esto no se anulan las violaciones, pero se las reduce. La policía no tiene una doble política en la cual a los poderosos se les acepta de todo y a los pobres se les golpea con palo. La Scotland Yard acaba de transformar a Boris Johnson en el primer mandatario británico en ser multado por esta (algo que puede desembocar en su caída).
Un famoso reciente caso es el de Jimmy Savile (1926-2011), un conocido presentador de la BBC que recibió galardones de la reina, a quien, después de su muerte, la justicia concluyó una serie de investigaciones en las cuales se demostró que él había sido un depredador sexual de menores de edad. Sus títulos y honores fueron retirados post-morten y su familia decidió destruir su tumba.
Fuji-violaciones
En el Perú pasa lo opuesto. Hay numerosos criminales impúnes amparados por los grandes poderes. Fujimori mismo dio la orden de que a su propia esposa la torturen, vejen y electrocuten y que luego le traspasen el título de primera dama a su hija soltera de 19 años, algo que no tiene precedente en la historia universal. Durante su decenio sus fuerzas violaron, torturaron y asesinaron a miles de personas y se esterilizaron sin su consentimiento a cientos de miles de mujeres. Para muchas de ellas, dejarles sin la capacidad de tener hijos es tan o más grave que haber sido ultrajadas.
Varios violadores de menores no fueron condenados por jueces que seguían consignas fujimoristas. Esto es algo que se ha demostrado en los audios que involucran al fugado juez César Hinostroza. Un caso interesante es el que describe Jaime Bailey, el principal periodista peruano en el exterior que apoyó a Keiko Fujimori, con relación al presentador estrella de Willax, el canal en el que él mismo trabaja. Según Bailey, su abogado personal, Enrique Ghersi, utilizó sus influencias con Vladimiro Montesinos para eximir de responsabilidades a su actual colega por haber tenido relaciones sexuales con muchísimos menores de edad a los que él, en su condición de reportero, iba a visitar en un orfanatorio. La derecha dura peruana, en vez de asumir una actitud crítica ante este "Naville" criollo, le ha transformado en uno de sus principales referentes mediáticos. La exprimera dama del dictador, a pesar de que llegó a su puesto sabiendo que su propia madre y miles de mujeres fueron ultrajadas, estuvo cerca de llegar a la Presidencia en 3 elecciones consecutivas.
Si hay hoy un preso que mereciera la pena capital sería precisamente Fujimori. A diferencia del "monstruo de Chiclayo", el actual "monstruo del penal Barbadillo" sí hizo violaciones masivas de derechos humanos y a la constitución, y, además, para llenarse de miles de millones de dólares (y a costa de los más humildes).
Sin embargo, sería incorrecto fusilarlo a él, a Montesinos o a varios de sus asesinos en masa. Así como antes criticamos de que a Abimael Guzmán se le dejara morir sin que su esposa le visita o su cadáver le fuese entregado a ella, también nos oponemos a que se le haga lo mismo a su némesis. No se le debe privar a Fujimori, por más criminal que sea, de tener buena atención de salud y contacto con sus seres queridos.
CIDH
Tras el fallo de la CIDH que anula la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) al país le urge tomar una decisión para sancionar al TC (o a su mayoría) o para eliminar ese organismo. Además, se trata ya de remover inmediatamente a su Presidente Augusto Ferrero, quien fue funcionario de la fuji-dictadura y también fue el último candidato a la vicepresidencia del Perú que promovió Cambio 90 (el partido con el que Fujimori llegó al poder e impuso su autogolpe).
En los casi 9 meses que tiene Aníbal Torres como ministro de Pedro Castillo, él siempre planteó que todos los presos deben considerados con la misma vara y que no debe haber unos en cárceles de lujo. Si bien, él traspasó a Montesinos desde la custodia de la Marina a Ancón II, Torres no cumple con su promesa de hacer lo mismo con Fujimori, el reo más caro del país, quien sigue viviendo en un departamento con varias facilidades y un extenso jardín (en mejores condiciones que los de la mayoría de los peruanos) y cuyos costos ascienden al de 700 mil soles anuales.
Sinvergüenzas
La CIDH existe desde 1979 y todos los gobiernos civiles de la época post-dictadura militar le han acatado, incluso durante el conflicto contra el senderismo. Hasta Montesinos se dio cuenta de que era mejor mantener vivo a Guzmán para "domesticarlo" y obligarle a rendirse, antes que en matarlo.
La única razón por la cual hoy los fujimoristas piden que se aplique la pena de muerte (que no la impusieron ni siquiera en su constitución de 1993) es para romper con la CIDH y así se pueda liberar a su líder. Todos los partidos que tienen representación en este Congreso han apoyado o integrado a este u anteriores gobiernos que siempre aceptaron estar en la CIDH. Han hecho ello, incluso tras que miles de menores de edad y de ambos sexos, han sido violados por pervertidos sexuales durante todas estas últimas 4 décadas. Lo único que ahora ha cambiado es que la CIDH ha impedido la excarcelación de Fujimori. Los que andan con Fuerza Popular no quieren acabar con el TC o remover a sus magistrados que pueden ser acusados de cohecho, abuso de autoridad y de violar a las leyes y a la carta magna.
Los ultraderechistas no muestran simpatías por los menores abusados por la estrella de Willax, su canal preferido, ni por ninguno de los niños asesinados por los fujimoristas. Uno de ellos fue Javier Ríos Rojas, de solo 8 años de edad, quien fuera una de las 15 víctimas mortales de la masacre de la pollada de Barrios Altos. Pese a sus ruegos, se le disparó. Hasta hoy, Fujimori no pide perdón por ello, ni dice donde han ido a parar varios de los cuerpos desaparecidos en varias de sus matanzas. También siguen terruqueando a todas sus víctimas. Gracias a la CIDH se ha evitado la impunidad a esos infanticidas y asesinos.
Los fujimoristas no tienen vergüenza de nada cuando se trata de aprovecharse de la tragedia ajena. En el velorio de su contrincante perulibrista Fernando Herrera, el jefe de su bancada, Nano Guerra, aprovechó para pedir aumento de su alto sueldo (aunque antes había dicho que 930 soles mensuales del salario mínimo era "demasiado").
Los fujimoristas cometen un doble abuso. Ante el que ha sufrido la chiclayanita, hoy quieren abusar de la genuina indignación popular para valerse de todo para a su jefe poder excarcelar.