Pau Gasol alerta de la situación de la infancia en Ucrania y remarca que “es extremadamente difícil imaginar cómo es vivir en ese estado constante de incertidumbre en el que no sabes dónde va a caer la próxima bomba”. El exjugador de la NBA, embajador de Unicef España, ha protagonizado una videollamada con el portavoz de la organización en Ucrania, James Elder, para conocer la situación de la infancia tras casi 100 días de guerra.
“Estoy seguro de que no calma vuestro sufrimiento, pero ojalá os haga sentir un poco mejor saber que no estáis solos, que nos preocupamos, que el mundo se preocupa”, manifestó Gasol durante la charla, en referencia a todas aquellas personas de la organización y equipos médicos que tratan de mantener a salvo a los millones de niños y niñas ucranianos que se han visto desplazados por la guerra.
El embajador de Unicef España y presidente de la Gasol Foundation también se preocupó por saber más sobre la realidad que está viviendo la infancia y sus familias, y se interesó por los retos que la organización tiene por delante para salvar y, proteger a los niños ucranianos.
INQUIETUDES
En este sentido, James Elder enumeró las situaciones que más inquietan a Unicef: “Una es que el mundo deje de preocuparse por los niños aquí, de la misma manera que no queremos que el mundo deje de preocuparse por un niño o una niña en Etiopía y Siria (...). El trauma es otro de los grandes desafíos que realmente me preocupan. Y la tercera cosa que realmente me preocupa es lo que llamamos "UXO": artefactos sin explotar, minas terrestres y todo ese tipo de cosas que se entierran en el suelo durante las guerras. Porque cuando las armas paran, la guerra continúa para los niños”.
Ante la crónica de Elder, Gasol declaró que para él “es extremadamente difícil de imaginar, y creo que probablemente lo sea para la mayoría de nosotros, cómo es vivir en ese estado constante de incertidumbre en el que no sabes dónde va a caer la próxima bomba”.
Asimismo, se comprometió a continuar alzando su voz por la infancia y pidió a Elder las claves para que, tanto él como todos aquellos preocupados por la situación, puedan seguir ayudando a Unicef en su trabajo. Al respecto, James recalcó que, además de las donaciones que permiten que los suministros de agua, higiene y nutrición lleguen a Ucrania, es necesaria la empatía con quienes están sufriendo esta guerra y con aquellos que han dejado sus hogares para convertirse en refugiados.
Según Unicef, "la situación de los 7,5 millones de menores ucranianos es cada día más desesperada, especialmente en el este y el sur del país. Unos 15,7 millones de niños y sus familias dentro de Ucrania necesitan ayuda humanitaria". La organización ha tratado de proporcionar desde el primer momento artículos de higiene, acceso a agua segura, medicinas, vacunas, kits quirúrgicos y obstétricos, ropa infantil de invierno, suplementos nutricionales, materiales educativos, kits de ocio, ayudas en efectivo, apoyo psicológico, acceso a educación o información sobre los riesgos de las minas y los artefactos explosivos.
Además, se han establecido 'Puntos Azules' en diferentes puntos de tránsito y llegada de refugiados para poder ofrecerles información práctica y un lugar seguro en el que se puede identificar a los niños separados y no acompañados.
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