MENTIR, después de JURAR PUBLICAMENTE FALSEAR, para conseguir el puesto. DOMINAR, al profesional necesitado. ESCLAVIZAR, al que vive de una nómina. DESPRECIAR, al que puede REBATIRLE. “MONAGUILLEAR”, forma de obedecer, en silencio, sin protestar y sin comentarios, lo que dice elÚNICO… el DIVINO… (el diccionario lo expresaría como DICTADOR APROVECHADO).
¿Qué más hay que ver y soportar para que el pueblo reaccione? ¿Qué respeto se tiene así misma una OPOSICIÓN que aguanta que le estampen en la cara, en el Senado de todos los Españoles, la terrible palabra: ¡NO ESTORBE!? ¿Tiene un Presidente de Gobierno potestad para decidir, “motu proprio”, ciertos temas de Estado que implican la estabilidad y la seguridad de la Nación?... Entiendo que NO. El hecho de MENTIR, puede entenderse, alguna vez, como una forma de defenderse, propia de un “joven inmaduro”.
La MENTIRA HABITUAL es una forma de ser, que desarrolla el “EGO” en base al ENGAÑO. Nadie engaña a nadie cuando se conoce la historia:
La “Marcha verde”, desconocida por muchos españoles, fue el inicio de una nueva forma de hacer conquistas sin derramamiento de sangre. Suavemente apareció el sistema “Pujolismo”. Conseguir territorialidad sin armas, simplemente, exigiendo, bajo amenazas al Estado de Derecho.
La “utilización de la lengua” como arma de confrontación, ya es conocida desde hace muchos años; No se imaginaba uno que la obsesión enfermiza de la política llegara al extremo de utilizar la infancia como dardo.
La “publicidad engañosa” es otra de las formas actuales de debilitar al enemigo, en este caso nuestro, de crear ambientes semioscuros, en los que sólo se pierde el que viene de contemplar la luz diáfana de la vida ordinaria.
La última epidemia es querer progresar “cubriendo las tumbas” de los asesinados sin motivo, con la intención de conseguir reconocimientos de identidades minoritarias, supremacistas de género.
Me olvidaba, siempre hay un virus de laboratorio que arrasa “cortando cabezas a diestro y siniestro”, simplemente, porque los demás ESTORBAN. Es el virus “PSPC – Pedro Sánchez Pérez-Castejón”, copia de regímenes dictatoriales, egocentristas y ególatras, en los que todos los demás son “MONAGUILLOS”.
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