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​Caer por ignorancia y por sometimiento interesado

La España del siglo XXI, en manos ególatras populistas, camina cuesta abajo
Ángel Alonso Pachón
sábado, 25 de junio de 2022, 10:36 h (CET)

De rodillas, con la cabeza inclinada, en actitud de sumisión. Eso, los autodefinidos “progresistas” modernos, lo condenaban, lo señalizaban, lo despreciaban. Hoy, “progresistas G30”, esta actitud ha desarrollado dos facetas, la personal e individual y la “grupal” o societaria.


La obediencia y sometimiento a determinadas opciones ideológicas o principios éticos y filosóficos, por determinación personal puede que sea una elección equivocada pero, en principio, honrada.

Cuando la obediencia y sometimiento tiene carácter de grupo, partido, asociación, discriminando estatutariamente cualquier “postura personal”raya la confrontación con el derecho personal e intransferible de la LIBERTAD.


Cada Nación o Estado tiene su propio “organigrama” social, fácil de encuadrar en una de las dos opciones comentadas o de englobarle en el ámbito de la LIBERTAD, como derecho personal. En la sociedad actual, además, ha aparecido una tercera motivación para el sometimiento, el ansia de poder personal adornado de egocentrismo imperial.


Eso hace que los Presidentes y Primeros Ministros, claudiquen sumisamente ante todo tipo de exigencias de las minorías interesadas.


Sería de ciegos no ver que nuestra sociedad está en el ámbito descrito en el “que los Presidentes y Primeros Ministros, claudican, sumisamente, ante todo tipo de exigencias de las minorías interesadas”


La egolatría personal convierte las “legislaturas” en partidas de ajedrez improvisadas, arriesgadas y, sobre todo, sin maestría.


El cronómetro se pulsa como el principiante ante un test de localización instantánea. La España del siglo XXI, en manos EGÓLATRAS POPULISTAS, camina cuesta abajo, frenando con los talones, resbalando ante lo desconocido y, por desgracia, sin mirar a los que vienen detrás, “dependientes”, pero procurando seguir la senda abierta por los interesados. La senda de la CLAUDICACIÓN miedosa, para no caer y despeñarse con su EGOISMO IMPERIALISTA y con su YO de FALSO PROFETA, rodeado de bancos, banqueros y bancarios hambrientos.

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