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Esos segundos de personas erguidas en silencio absoluto escuchando el himno nacional en honor a nuestros deportistas españoles son indescriptibles

​El deporte y el himno español

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Esos segundos de personas erguidas en silencio absoluto escuchando el himno nacional en honor a nuestros deportistas españoles son indescriptibles. O quizás sí, con nuestras expresiones también propias, esos segundos «nos ponen la piel de gallina». Estos héroes del esfuerzo, del sacrificio, de la constancia y del valor no pueden reprimir su emoción durante los veintisiete segundos que dura el himno de España, porque así lo ha estipulado el Real Decreto 1560/1997.


Es curioso que, en la regulación del himno nacional, al margen de los actos oficiales, se mencione expresamente los actos deportivos como unas de las ocasiones en las que se aprueba oficialmente el uso del himno de España cuando proceda. Esta mención enfatiza la importancia del deporte para la nación.


La normativa citada en su artículo 3.2 señala que el himno nacional, en su versión breve, se interpretará «en los actos deportivos o de cualquier otra naturaleza en los que haya una representación oficial de España».


Es la primera vez que en la legislación sobre el himno nacional se recoge explícitamente su uso en los actos deportivos. En la anterior a esta, en vigor desde el 11 de octubre de 1997, solamente se mencionan los actos oficiales, «en los actos de carácter nacional o popular, a los que concurren elementos civiles y militares», según recoge el artículo sexto del derogado decreto de 17 de julio de 1942.


Desconozco la razón por la cual el Gobierno de José María Aznar decidió incluir los actos deportivos como ocasiones dignas para interpretar el himno nacional, uno de los símbolos oficiales de España.

Pero sí conocemos, gracias a la rueda de prensa ofrecida tras el Consejo de Ministros del 10 de octubre, que la interpretación del himno en actos deportivos era una costumbre: «No sé si ustedes tienen la experiencia, bien por haber viajado y asistido a algún acto oficial donde se interpretaba el Himno, bien porque han visto alguna retransmisión deportiva donde se ha interpretado, que nuestro Himno Nacional cada vez se le interpretaba de una manera distinta: unas veces más breve, otras veces más largo; unas veces con un ritmo mayor, otras veces con un ritmo menor. Por primera vez se establece cuál es la partitura del Himno Nacional», declaró el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez.

​El deporte y el himno español

Esos segundos de personas erguidas en silencio absoluto escuchando el himno nacional en honor a nuestros deportistas españoles son indescriptibles
María del Carmen Portugal Bueno
lunes, 4 de julio de 2022, 12:52 h (CET)

Esos segundos de personas erguidas en silencio absoluto escuchando el himno nacional en honor a nuestros deportistas españoles son indescriptibles. O quizás sí, con nuestras expresiones también propias, esos segundos «nos ponen la piel de gallina». Estos héroes del esfuerzo, del sacrificio, de la constancia y del valor no pueden reprimir su emoción durante los veintisiete segundos que dura el himno de España, porque así lo ha estipulado el Real Decreto 1560/1997.


Es curioso que, en la regulación del himno nacional, al margen de los actos oficiales, se mencione expresamente los actos deportivos como unas de las ocasiones en las que se aprueba oficialmente el uso del himno de España cuando proceda. Esta mención enfatiza la importancia del deporte para la nación.


La normativa citada en su artículo 3.2 señala que el himno nacional, en su versión breve, se interpretará «en los actos deportivos o de cualquier otra naturaleza en los que haya una representación oficial de España».


Es la primera vez que en la legislación sobre el himno nacional se recoge explícitamente su uso en los actos deportivos. En la anterior a esta, en vigor desde el 11 de octubre de 1997, solamente se mencionan los actos oficiales, «en los actos de carácter nacional o popular, a los que concurren elementos civiles y militares», según recoge el artículo sexto del derogado decreto de 17 de julio de 1942.


Desconozco la razón por la cual el Gobierno de José María Aznar decidió incluir los actos deportivos como ocasiones dignas para interpretar el himno nacional, uno de los símbolos oficiales de España.

Pero sí conocemos, gracias a la rueda de prensa ofrecida tras el Consejo de Ministros del 10 de octubre, que la interpretación del himno en actos deportivos era una costumbre: «No sé si ustedes tienen la experiencia, bien por haber viajado y asistido a algún acto oficial donde se interpretaba el Himno, bien porque han visto alguna retransmisión deportiva donde se ha interpretado, que nuestro Himno Nacional cada vez se le interpretaba de una manera distinta: unas veces más breve, otras veces más largo; unas veces con un ritmo mayor, otras veces con un ritmo menor. Por primera vez se establece cuál es la partitura del Himno Nacional», declaró el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez.

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