Crédito y Caución prevé que el PIB de la zona euro crezca un 2,9% en 2022 y un 2,5% en 2023. Por mercados, las previsiones se han revisado a la baja en 0,4 puntos porcentuales en Alemania, España y Francia y al alza en 0,3 en Italia.
La eurozona se enfrenta a una fuerte divergencia entre un sector industrial débil, plagado de cuellos de botella en la oferta, mayores costes de los insumos y un debilitamiento del sentimiento, y un sólido sector de servicios. El descenso de la demanda en Europa del Este pesa sobre las exportaciones de la zona del euro.
De acuerdo con el último informe difundido por la aseguradora de crédito, el gasto en servicios repuntará en los próximos meses a medida que se normalice la actividad turística y hostelera. Sin embargo, en el sector manufacturero se acumulan los problemas.
Las empresas también informan de una menor demanda de bienes, lo que refleja la reorientación del gasto hacia los servicios. Esta recuperación a dos velocidades implica que las economías industriales como Alemania tendrán previsiblemente un rendimiento inferior al de las economías más orientadas a los servicios.
Crédito y Caución prevé que la inflación, en máximos históricos de los últimos dos años, disminuya ligeramente en el segundo semestre de 2022 hasta el 6,5%. De cara a 2023, se prevé que la inflación se sitúe en el 1,5%, en un contexto de caída de precios de la energía y los alimentos. En un escenario a la baja, con una guerra prolongada y el fin del suministro de gas ruso, la tasa de inflación se acercaría al 5,8% en 2023.
El déficit público global de la eurozona se redujo del 7,2% en 2020 al 5,2% en 2021. Se prevé que el déficit siga disminuyendo en los próximos años y que la deuda pública de la eurozona, que aumentó hasta el 96% en 2021, disminuya en 2022 y 2023.
Se espera que esta evolución positiva anule los costes adicionales de las medidas destinadas a mitigar el impacto de los precios de la energía y la crisis humanitaria de Ucrania.
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