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Secretos y pulsaciones, de lo erótico a lo amoroso | |||
Desde la guarida personal todo se ve diferente | |||
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Salvador Calva Morales, autor de múltiples poemarios y libros de análisis con visión educativa, es un hombre que de la chistera saca elementos para mostrarnos otras facetas de su vena artística y de su personalidad. En Secretos y pulsaciones, una de sus más recientes colecciones, no es la excepción. En este poemario Calva Morales poco a poco va virando, gira de lo erótico a lo romántico y amoroso, e incluye tres poemas que exhiben sus orígenes; nos abre parte de sus raíces, vincula éstas con sus estudios simbólicos y nos lleva a lo esotérico. Pero no renuncia a lo erótico, sigue bregando en el éxtasis y placer de cada día. Salvador no se priva de escribir desde la alcoba del deseo, ni de su declarada pasión por las hadas y musas; pareciera que se coloca en una especie de guarida, desde la cual continúa deleitándonos con lo que muchos quieren decir, pero callan ante el temor de la voz social. Desde la trinchera de sus recuerdos y vivencias, Salvador Calva se da tiempo de homenajear a las divas que le han regalado vida. ¿Cuál será la vibración de río rosa, clave con la que designa a su musa, y que le inspiró cuatro poemas de este libro? así te recuerdo bella y celestial dama / repito que te traeré en la imaginación / cada vez que quiera amarte / o simplemente porque se me da la gana / solo por eso sabrás que en mis fantasías / te llamaré / río rosa ¿Qué secretos o pulsaciones guardará con la clave río rosa y por ello le hace tal homenaje? Con autorización del autor, te comparto el prólogo de la obra escrito por la maestra Leticia Díaz Gama: Me acostumbré a vivir entre tus aguas a pesar de la marea y sus vientos. SCM Como la marea y sus vientos, el poeta Salvador Calva Morales y su tacto de brisa lo cubren todo en el instante mismo que se inmoviliza en lo alto de la cúspide y se desliza hasta lo más profundo, la boca se le hace agua y el ser rebosa a borbotones las gigantescas olas. No hay nada más profundo que la piel. Paul Valéry. El título Secretos y pulsaciones sugiere una imagen sensual y provocativa, disimulada y expuesta; como a una herida fresca, los versos del poeta, al ojo prodigan piadosas convulsiones. En el delirio del deseo, las ansias de posesión: sortearé tus curvas y veredas /arribar a tus colmenas de miel repletas. Calva M. Hemos nacido desposeídos y arrojados al mundo, el fuego del deseo nos devora y ante la posibilidad de extinguirnos, obcecados, anhelamos lo prohibido: el éxtasis supremo. apaga mi corazón encendido /con lágrimas de tu deseo. Calva M. Pese a todo, el poeta Salvador Calva Morales atiza los vientos de la pasión y su voluntad poética sacude las nubes preñadas de sensibilidad. La pasión sensual puede ser más fuerte que la de los cuerpos, existe en ella un motivo trascendente que irrumpe como violencia sustancial en el quehacer de los amorosos. Marco A Jiménez y Ana Ma. Valle. UNAM aunque sé que tus exaltaciones son mías /que tus ausencias buscan mi nombre /que si tu libre albedrio te trajo hasta mi /será éste el que te traiga de vuelta. Calva M. Erotismo, transgresión en la escritura creativa del poeta que derriba los límites de lo inconfesable, su palabra ilumina nuestra necesidad de luz y nos muestra las imágenes del goce sin reservas. confórmate joya de mis sueños /con mi tranquilidad y sonambulismo /batallaremos en la alcoba de lava en movimiento /con solo tu mirada enciendes mis flamas infernales /no hace falta material incandescente /para entrar al fondo del averno. Calva M. El erotismo, característica diferencial del hombre, océano de libertad para el poeta donde su pensamiento y lenguaje se entregan sin reservas al deleite del amor. vives en mi mente por siempre /imborrables momentos /cuando con piolet y mi amor como armadura /ascendía a tus protuberancias /en la sincronía de nuestro deseo /y la complicidad de la alcoba alfombrada. Calva M. Los pensamientos del poeta se elevan a la par de su memoria: frescos y sin mácula. Con el piolet como estaca hinca su deseo en la voluptuosidad de la montaña. El ritual embellece los objetos y el incienso del poema asciende de los pies a la cabeza. Los ascensos llevan su deseo a cuestas. Agazapado en su alma, sabedor del cruel y efímero destino, sediento de vivir en las alturas, Salvador Calva Morales poetiza sus ahogos con las promesas que el papel en blanco esconde en las manos que lo alientan. El apetito se recrea en la imagen cuando los recuerdos conmueven el alma del poeta y así ante la carencia del cuerpo, sobreviene la pasión, ansias del último suspiro: anhelo, riesgo, paraíso y muerte. Todo en la hoguera del encuentro. Frente a la soledad y el vacío, la espera con su ojo maldito; la belleza y su promesa inmortal. yo te veo /te admiro y te deseo /tu belleza es tal /que eclipsas el cielo /pero no olvides mujer /que al fin y al cabo terrenal /tierra pisas hoy /mañana tierra sobre ti. Calva M. Cada poema es una gasa que filtra la voz del poeta, susurro que silba detrás del oído, fósforo en el lienzo del ojo. soy aprendiz de pintor /tu efigie me inspira /alguna vez me lo dijiste /pero cambiaste de opinión /cuando probaste mi tinta /quizá fue su color /el grosor de las brochas /o el largo de los pinceles. Calva M. Al abrir el espejo del libro Secretos y pulsaciones, la luz de la poesía lo atraviesa, a intervalos se apaga incendiando la escena; arde el lienzo donde yacen las palabras. Aproximación y distancia: el aprendiz depintor, Salvador Calva Morales, reclama todos los sentidos. El poder de la auténtica visión reside, en suma, en la conciencia de que nuestro corazón no tiene forma ni apariencia. Pero para estar en condiciones de alcanzar esta ausencia de apariencias, ¿no se precisa dirigir a la fascinación de las formas una mirada particularmente aguda? “El pabellón de oro”. YukioMishima. Hasta aquí el prólogo de Leticia Díaz Gama. Después de todo lo dicho, no sobra invitarles a que lean Secretos y pulsaciones, encontrarán múltiples provocaciones al deseo, la pasión y el amor. |
Creo que le matarán, con la mirada cruel, los puños alzados, quieren sacarle la vida, y es fácil, pues está solo y no sabe defenderse.
Dijo en cierta ocasión Albert Camus que «la tragedia de la vejez no es que seamos viejos, sino que seamos jóvenes. Dentro de este cuerpo envejecido hay un corazón curioso, hambriento, lleno de deseo como en la juventud». Quizá, esta frase del escritor, de origen argelino, sea una estupenda expresión para vislumbrar el enfoque de la novela de Domenico Starnone, El viejo en el mar.
«El ecologismo seguirá siendo una estafa mientras no integre el veganismo en su discurso contra el calentamiento global». Este fue el mensaje medular que trasladaron al público asistente a la presentación del libro de Ángel Padilla “Los hijos de Romeo y Julieta” los actores en el evento, la cantante vegana Verito Monetta, la bailaora vegana Sandra “La Madueño”, la portavoz en Valencia del colectivo “Rebeldes indignadas” Rosa Más González y el propio Ángel Padilla.
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