El Grupo Driver ha iniciado, de la mano de la empresa colaboradora Bosquia, un proceso de reforestación en la playa de Torimbia, situada en el Concejo de Llanes, Asturias. Este paraje, afectado por un antiguo incendio en octubre de 2011, cuenta desde este mes con 400 árboles de especies autóctonas que ayudarán a compensar 237 toneladas de CO2.
Una representación de Socios Driver de la zona Norte y diversos representantes de la Central de la enseña se han ocupado de las labores de plantación, con la ayuda y asesoría de la empresa colaboradora en el proyecto, Bosquia. El nuevo Bosque Driver, situado en un paraje visitable, recuperará el que ya existía en la zona, y que quedó completamente calcinado hace justo 11 añoscomo consecuencia de un incendio provocado. Superado el tiempo necesario para regenerar el suelo, la zona está lista para acoger a 400 árboles de especies autóctonas, como castaños, arces, laureles o encinas, entre otras, todas procedentes de viveros locales.
La elección de octubre como fecha de plantación no es baladí. Esta época del año garantiza que los hoy débiles brotes de esta futura arboleda gocen de un entorno meteorológico idóneo para arraigar e iniciar su correcto desarrollo.
Con motivo de la creación del bosque, la enseña acompaña el nacimiento de la iniciativa con el lanzamiento de un vídeo testimonial de la plantación de sus primeros árboles. Sergio Moreno, responsable de marketing del Grupo Driver, valoraba la iniciativa con estas palabras: “La contribución de las empresas a un mundo más sostenible es capital. El Bosque Driver supone apenas un pequeño granito de arena en la materia, pero debe servirnos a todos de fuente de inspiración para persistir por esta vía. Celebramos que la playa de Torimbia recupere, dentro de unos años, su antiguo paisaje y agradecemos a nuestros clientes su contribución para que este bosque sea hoy una realidad.” Tras la plantación, Bosquia se ocupará del cuidado y seguimiento de estas pequeñas plantas que pronto se convertirán en troncos con frondosas copas que permitirán, por un lado, reverdecer el aspecto de la zona, y, por el otro, compensar 237 toneladas de CO2.
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