El impacto de la morosidad se ha intensificado sobre el tejido empresarial. El 60% de las empresas españolas (seis puntos más que hace un año) sufre el impacto negativo de la morosidad en su cuenta de resultados y el 12% (tres puntos más que hace un año) afirma que corre el riesgo de cerrar por el impacto de los impagados, lo que supone cerca de 171.000 firmas, de acuerdo con los datos de empresas activas en la Seguridad Social. Este dato es una de las conclusiones más relevantes de la oleada de otoño del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, en el que han participado los gestores de más de 700 empresas de todos los tamaños y sectores.
De acuerdo con el Estudio de Gestión del Riesgo de Crédito en España, el 48% de las firmas españolas afronta pérdidas de ingresos significativas a causa de la morosidad, tres puntos más que hace un año. El empeoramiento de los efectos de la morosidad alcanza niveles superiores en aquellos aspectos de la actividad empresarial afectados por el encarecimiento de los tipos de interés: el 29% del tejido empresarial registra un incremento de sus costes financieros (ocho puntos más que en 2021), el 18% tiene que frenar su expansión comercial (cinco puntos más) y el 15% se ve obligado a limitar sus nuevas inversiones (cuatro puntos más).
La falta de control sobre la morosidad es un riesgo para la actividad empresarial. El incumplimiento de los pagos acordados genera importantes tensiones de liquidez en una situación como la actual y es especialmente desestabilizadora en la operativa de las empresas de menor tamaño. Si se llega al impago de una venta a crédito comercial, la pérdida equivale a los costes de producción del producto. El impacto de un impagado comercial se acentúa cuanto menor sea el margen de beneficios, pues multiplica el número de ventas con clientes solventes necesarios para compensar la pérdida. Si una sociedad con un margen comercial del 10% sufre un impago de 10.000 euros, deberá generar un nuevo negocio por 100.000 euros para compensar el impacto de los 9.000 en costes de producción. En un contexto de estrechamiento de los márgenes comerciales, como consecuencia de los incrementos de costes de producción y la importante subida de tipos de interés, es especialmente importante para la supervivencia de la empresa gestionar adecuadamente sus riesgos de impago.
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