Fue en Libia, hace casi un siglo, donde un piloto italiano realizó el primer ataque aéreo en la historia. En noviembre de 1911, durante los enfrentamientos entre Italia y las fuerzas leales al imperio Otomano, el teniente italiano Giulio Gavotti.
Otro de los primeros episodios aéreos también sucedió en el norte de Africa, esta vez en el Rif que hoy es territorio del Reino de Marruecos. Fue el primer bombardeo planificado de aviación de la historia y lo realizó el Ejército del Aire de España también el 5 de noviembre de 1913, en la Guerra del Rif.
Curiosamente, en la misma fecha pero del año 1922, se produjo en Paraguay el primer combate entre dos aeronaves en la historia del continente. El mismo año se había producido el primer derribo de un avión en la historia sudamericana, cuando un FK4 inglés, pilotado por un instructor inglés y su copiloto paraguayo, se estrellaron en a localidad de Pirayú, luego de ser presumiblemente alcanzados por fuego desde tierra cuando sobrevolaron la localidad de Paraguarí.
El 5 de noviembre de 1922, apenas nueve años después del primer bombardeo planificado de la historia, una aeronave italiana Savoia Verduzio Ansaldo modelo S.V.A.5 al servicio de una facción rebelde en la guerra civil paraguaya de entonces, surcó los cielos de Salitre Cué a gran altura, descendiendo para arrojar explosivos.
Inmediatamente, un aparato similar al servicio del gobierno paraguayo, piloteado por el teniente Patrick Hassett, que se encontraba en dicha base, despegó para dar caza al aparato rebelde. Por algunos minutos, se dio el primer combate aéreo en suelo sudamericano. Hassett ametralló varias veces al avión rebelde, cuyo piloto decidió abandonar el combate, dirigiéndose rápidamente hacia la base de los rebeldes.
Corrían en Paraguay años de inestabilidad política, y por irresponsabilidad de sus líderes políticos, un país de escasos recursos sacrificaba en ella mayor infraestructura de la que sería destruida en su guerra internacional con Bolivia, concluida en 1935.
El 6 de noviembre, a tempranas horas de la mañana, se presentó otra rebelde sobre Salitre-cué, ametrallando a las tropas y arrojando bombas. Hassett volvió a despegar y ambos aparatos se trabaron en el primer duelo aéreo del continente. Esta vez el piloto rebelde se mostró mucho más decidido que su camarada del día anterior, ametrallando a Hassett, pero sin lograr derribar al oponente.
Hassett, a pesar de contar con apenas 23 años, ya era todo un veterano del Real Cuerpo Aéreo en la Primera Guerra Mundial, y realizó con destreza varias maniobras que lo ubicaron finalmente en una posición ventajosa para apuntar a su adversario, logrando herirlo con disparos de metralla. El aparato rebelde con numerosos impactos de bala y con su piloto herido, realizó un aterrizaje de emergencia en el exuberante follaje paraguayo, quedando abandonado el dañado aparato que ya nunca volvió a volar.
En aquella guerra civil se destruyeron caminos, puentes, vías férreas e infraestructura edilicia, en el país que menos podía darse el lujo de hacerlo en esa región, por líos internos de un partido que nunca pudo abandonar el sectarismo.
Eran tiempos en que guerras se empezaban a desarrollar en las alturas, aunque evidentemente la moral seguía siendo de vuelo muy bajo. LAW
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