Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Pedro Sánchez | Felipe VI | Protocolo | Respeto | Autoridad

​¿Quién hace la falta?

En nuestra sociedad la permisividad no puede ser una opción
María del Carmen Portugal Bueno
martes, 20 de diciembre de 2022, 11:01 h (CET)

Con motivo de la inauguración de la línea Madrid-Murcia del AVE, otra vez, una acción relacionada con el protocolo ha restado protagonismo a la noticia en sí misma. Sin embargo, no se trata de ningún error de protocolo, ya que el protocolo no comete errores, sino quién lo aplica. Y, en este caso, ni siquiera se puede considerar de este modo. Simple, y llanamente, es una falta de respeto de una autoridad hacia otra. Una falta intencionada, en la que no es posible echar la culpa al desconocimiento o a la ignorancia, ya que el presidente del Gobierno de España sabe perfectamente cuál es su lugar, detrás del jefe del Estado español.


Está claro que Pedro Sánchez ha cometido una falta de educación hacia Felipe VI. Ni en un ámbito oficial, ni social, la autoridad puede ser ninguneada. Y, si lo es, la persona que comete la falta debe ser reprobada, eso sí, en la privacidad.


No sabemos si al presidente Sánchez, ya en la intimidad del vagón, se le recriminó dicho comportamiento. Confiemos que sí, porque si no fuera así, la falta también es de quien sufre el agravio.


El tolerar determinados comportamientos que no son adecuados, ni a la persona ni a la situación, es un peligro. No vale el callarse para evitar males mayores. El callar no es la solución, muy al contrario, agrava el problema ya que este no se ha solucionado y, en consecuencia, va a volver a ocurrir.


El respeto a la autoridad no es algo cuestionable. Nadie, en su sano juicio, falta el respeto a su padre, a su jefe, al maestro, al policía, al sacerdote, al presidente o a su amigo. Y, si lo hace, la respuesta que se obtiene es una sanción, ya sea esta social, económica o penal.


En nuestra sociedad la permisividad no puede ser una opción.

Noticias relacionadas

Creo en las sociedades estructuradas y maduras, donde la familia es la estructura básica de la sociedad. La familia es importante, pero siempre tendrá la importancia que los poderes públicos quieran darle. La familia es la célula fundamental de la sociedad y el entorno en el que se desarrollan, aprenden y forman los que primero son niños y luego llegan a ser los ciudadanos que a su vez formarán la sociedad.

Que para eso ha sido convocado. Sí, ya está ahí, y Sánchez será salvado por la campanada del Congreso sociata de Sevilla que va a ser el milagroso resucitar de una mudanza anunciada en los últimos días, semanas, meses y más de un año, o cinco. Nada menos que un Congreso Federal socialista, y además, en Sevilla; ahí es nada; el no va más, ni menos.

En el ámbito del cuidador familiar, las mujeres suelen asumir un papel protagónico, hijas, esposas, hermanas, rara vez nueras, cargan con la responsabilidad de cuidar a sus seres queridos mayores, especialmente cuando estos sufren enfermedades como Alzheimer y otras demencias.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto