La Sala L’Horta acoge este domingo 22 de enero el estreno en València de la pieza de danza para bebés Mímesis. Una coproducción española-alemana desarrollada por la prestigiosa compañía asturiana Zig Zag Danza e interpretada sobre el escenario por Estrella García -Premio Asturias 2004- y Miguel Quiroga, coreógrafo y profesor de danza con una amplia experiencia tanto a nivel nacional como internacional. Se ofrecerán dos funciones de esta producción, una a las 11h y la segunda a las 12:30.
Mímesis es una propuesta concebida para niños y niñas de 0 a 3 años que se construye en torno a la imitación como vía de relación con el mundo que nos rodea. Es decir, se basa en la idea de que aprendemos porque repetimos aquello que vemos. Formamos parte de una comunidad y de un entorno natural que nos sirve de referencia para la construcción de lo que llegaremos a ser.
La pieza viene acompañada de un planteamiento escénico relajante y muy poético, así como de una banda sonora original con clarinete y violín cuyos intérpretes actúan ante los espectadores a través de proyecciones. La visión de 360 grados que otorga el escenario circular y la utilización del videomapping con imágenes sobredimensionadas de naturaleza contribuyen a crear una experiencia inmersiva inolvidable.
“La iluminación, las proyecciones, la coreografía y la música en Mímesis son el resultado de un proceso de investigación de tres años”, apunta Estrella García. La composición de la banda sonora corrió a cargo de Miguel Pérez Iñesta y Emmanuelle Bernard, dos músicos establecidos en Berlín. “Son sonidos limpios y muy inspirados en la música oriental, que busca la desaceleración. De igual modo, los movimientos escénicos de la pieza están influenciados por el teatro y la danza tradicional indonesia.
Aunque trabajar en un escenario circular y permanentemente cambiante es más exigente que hacerlo en un cubo de tres caras, como es habitual, la coreógrafa, directora de escena y bailarina asturiana considera que es un formato idóneo para trabajar con bebés. “No se dan las jerarquías habituales en el teatro -oscuro para el patio de butacas e luz para el escenario-. Aquí todos, tanto los intérpretes como las familias del público que se suben al escenario, se devuelven las miradas”.
“Uno de nuestros objetivos es que el público llegue a un lugar agradable -añade Estrella García-. Los niños tienen un espacio de movilidad; pueden cambiarse de sitio o incluso acostarse sobre los cojines que tenemos como elementos de consolación. Los bebés son un público muy interesante, porque es virgen y muy auténtico. Su feedback es inmediato”.
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