Héctor Efrén Flores Asiego nació en Manto, departamento de Olancho, Honduras. Abogado, defensor de Derechos Humanos, poeta, fotógrafo y gestor cultural. Creador y fundador del Colectivo Cultural Atrapados en Azul y del Encuentro Internacional de poetas de la Espera Infinita. Propietario del sello AteA-editorial y productor de los programas virtuales “Desde El Acantilado” y del proyecto de biblioteca itinerante 7686) Nómadas en YouTube”. Columnista en la revista internacional Latino Rebels, bloguero en Radio Progreso y Equipo de Reflexión, Investigación y comunicación de la Compañía de Jesús.
Ha representado a Honduras en festivales internacionales de poesía que se han desarrollado en más 30 países de América, África, Europa y Asia.
Autor de libros de poesía entre los que se destaca: “Versos para leer desde las Trincheras” en el (2012). “uniVerso” (2014),” 1976” (2016), “Pitoretas por siempre” (2020) Décimas a mi cristo roto (2020), “º45 de inclinación” (2021), “Cantar a la patria libre” (2021) “Sin tiempo ni distancia” (2022), “Un mirador para los de última fila” (2022).
Publicó los libros Fe y Alegría: “Entre Las y Los Tolupanes” (2013), “De la Opción a la Acción” (2012), “Educación y Desarrollo: los grandes desafíos de las metas 2030” (2018).” Aquel Tolupan: vida, lucha y martirio de Vicente Matute” (2020).
Es coautor de la investigación “Maras y Pandillas en Centroamérica” (2005), “Derecho Penal y Sistema Penitenciario en Honduras” (2003) “Honduras: Educación pública de calidad y como derecho” (2016) “Reescrituras de la Educación pública desde Centroamérica” (2016) “Educar en Contextos de violencia” (2018).
Es productor, coordinador y participante de las antologías. “Todos los Caminos” (2014), “Al final del Asfalto” (2015), “Antología de la espera infinita I y II” (2019, 2020) “Honduras como epicentro: Antología mundial de escritores en cuarentena” (2020), “Identidad en Resistencia” (2020) “Antología Lugares que habito – Ecuador” (2022), “Antología Lugares que habito – Argentina” (2022) Traducido, parcialmente, a varios idiomas, entre ellos inglés, portugués, italiano, bengalí.
Ha sido antologado en diferentes proyecto antológicos de Europa, África y América entre las que destacan: Palestina Poemas (2015), “Voces de América Latina II” (2016) “Antología poética Letras sin Fronteras II (2016), Letras sin Fronteras III” (2017) “Voces de América Latina Fictio III” (narrativa) 2016, “África vs América Latina – volumen I” (2017)” antología poética Voces del Vino” (2017) ‘10 años Cien Mil Palabras” (2017) “antología poética Voces del Café” (2018) “antología poética Anastasio Aquino” (2018), “Letras sin Fronteras IV” (2018) “África vs América Latina, volumen II – escribiendo sobre nuestras raíces” – (2019), “Durante el covid-19” (2020), “Antología Poetas del mundo le cantan a mi patria Bolivia” (2020), “Antología Poetas del mundo le cantan a mi patria El Salvador” (2020), “Antología Casa de los poetas” (2021), “Antología de poesía erótica a Flor de piel” (2021). “Durante el covid -19” (2021).
La poesía de Héctor Flores, es un canto a la vida, al amor, a la lucha por un mundo mejor y una sociedad comprometida con el bienestar común. Cada verso del poeta se ha forjado entre agua y sol, es por eso que sus poemas, dejan una huella imborrable entre sus lectores, su obra cala con fuerza, pero también recorre la vida con ternura.
El poeta, se asume desde la vida misma y la belleza de la poesía, el autor sabe que, si hay una trinchera para generar un cambio, la encontramos en el maravilloso arte de escribir que nos lleva a lugares diferentes, aunque no tengamos; un avión o un boleto, la literatura nos guía hacia nuevos andares. Entonces, desde la intimidad de su obra el escritor nos dice:
Rompe (del poemario “Tehraf la espada al Valhalla”)
Desgarra mi armadura Tehraf Ya no hay nada que ocultar. Odín sabe que te amo Y el Valhalla entero Canta mis desgracias Ante lo imposible de nuestros tiempos. El dakkar sobre mares muertos Es un fantasma del amor Que se disipa en la neblina De los millones de suspiros contenidos En los días de gloria y muerte. Ya no me queda soledad Se me va con la vida… Alza el brazo Empuña la espada Y clávala En mi ayer se quedará tu nombre En mi hoy esta mirada Y en el camino a los salones eternos La eternidad jurada Por este amor entumecido Será canción par la guerra Y tambor para las glorias.
Chaco de la Pitoreta
El autor, es un poeta sin complejos, su obra recorre por valles frondosos, auroras boreales y calles sin asfalto. Es por eso que, la versatilidad en sus versos es notoria. Héctor, construye con suficiente autoridad; imágenes hermosas que trascienden desde la eternidad hasta la gloria. Entonces, el poeta nos dice, que nos falta:
Pintar (viene del poemario “2022”) Afuera el cielo se pinta de lluvia Y yo me dibujo una sonrisa. Gotas húmedas Golpean mis áridos suelos Y salpicaduras de esperanza me emergen Me resucitan. Ayer era oscuro Pero las luciérnagas Trajeron consuelo Como la lluvia hoy a mi suelo. Afuera la vida va Y yo voy Como siguiendo al tiempo En su devenir Emergiendo de los intentos Mientras toca existir. Chaco de la Pitoreta
Para finalizar, el poeta, desde un bello poema que más bien podría leerse como un autoretrato. Nos invita a conocerlo un poco más, en esta ocasión desde la imagen imbatible de la soledad, compañera de batalla de muchos escritores. El autor, con su mano puesta en la esperanza de un nuevo mañana, nos dice:
Por elección (del poemario “Canto viento”) Elijo la soledad Desde hace un tiempo la compañía Es un dolor punzante Que cercena mi interior Y me convierte en vulnerable. Elijo ser yo La réplica de los otros Asumida como propia Es una máscara de celofán, Una película falsa y adulterada De lo que alguna vez mis ancestras y ancestros Decidieron para mí. Elijo ver con mis ojos El cristal ajeno es un golpe al iris Una mancha al paisaje El final del camino La oscuridad en la luz. Hoy, a plena luz Te digo que elijo ser yo Que en mi soledad y desde mis ojos Haré que esta nave que algunos llaman cuerpo Surque las aguas de ese mar Donde tu canto de sirena me embrutece Y el corazón que otrora fue mi brújula Perdió su norte Ya no para encontrarte o encontrarnos Sino para ir sin tiempo ni destino Y sin esperar un regreso. Chaco de la Pitoreta
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