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Con motivo del Premio que le otorga la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla - La Mancha como reconocimiento a su gran labor de escritor, me gustaría recordar a Pepe, el poeta. Conocí al hombre sencillo, menudo, grande pero joven de espíritu, en el “Empotro” de Valdepeñas. Pepe, como le gusta firmar sus obras, firmó su cuadernillo poético, adornado con imágenes de la Fundación Gregorio Prieto.
En 2023, el músico Arcughal publicó en la editorial La Consentida su poemario “Fermentar o morir”, resumido con estas palabras a modo de sinopsis: “Este mundo de hoy supera las expectativas de la normalidad. / El cielo no te espera. / Muévete o quédate en el infierno”. Enterado de que pronto saca un álbum con canciones de dicho poemario, le realicé esta entrevista.
Existían versos inquietos, soportando durante siglos, desde el comienzo de los tiempos poéticos, la dependencia a los poemas. Las estrofas eran dueñas de su destino, obligando a la servidumbre de las rimas y de los acentos.
El 8 de octubre de 2024, el escritor vasco Fernando Aramburu dedica una crónica en su columna de “El País” a la poeta, narradora y ensayista zaragozana Ana María Navales. Alude a otro escritor español, Manuel Vilas, que considera “en el olvido” a esta dedicada docente, experta en Virginia Woolf y en el Grupo Bloomsbury.
Juegos de sociedades en comandita por arteras acciones y cuentos verdes absurdos y desciframiento de manos pies, pezones y actores que improvisan delante de examinadores y recitan lo advertible en dos carteles: “¿Qué es no ser de izquierda?”
Estreno el año 2025 con teléfono nuevo. Y qué mejor comienzo de año, y de teléfono, que entrevistar a Vicente Valero (Eivissa, 1963), poeta y escritor, que en los arrabales de 2024 publicó ‘El tiempo de los lirios’ (Periférica), un ensayo o libro de viaje o diario de viaje, quizá todo a la vez, en el que el ibicenco se sumerge en el siglo XIII, una centuria importante, cuando se anunciaba la llegada de un tiempo nuevo para la humanidad.
¡Diosa!: Dios me trajo al mundo inmejorablemente ataviada. Produje estupor y estupro.
El poema “Los picapedreros” es un largo canto -contenido entre los demás poemas de Jesús Lizano en su magna obra “Lizania” Aventura poética 1945-2000 (Lumen)- que contiene ocho secciones. Esta que publico es la primera, de nombre Los picapedreros, que es como se titula todo el canto. Las otras siete secciones se titulan consecutivamente: Las murallas, La catedral, El río, Los conventos, Las calles, Los camiones y El camino.
La cabeza del ruin de mi esposo -reciente decapitado- y archienemigo de mi amante luce como flor azteca en el ya impresionante florero
desde siempre advertible encima del bargueño del comedor.
Margaret Cavendish, Duquesa de Newcastle (1623-1673), fue mucho más que una aristócrata inglesa en un mundo dominado por hombres. Se erigió como filósofa, poeta, científica, escritora de ficción y dramaturga, con este bagaje estaba desafiando los moldes de su tiempo con una obra prolífica y profundamente innovadora.
Maykelin José Saavedra Arriola nació el 29 de diciembre de 1984 Nicaragua. Aunque tiene rasgos asiáticos, no es originaria de ningún país de Asia Oriental, algo que siempre le preguntan, brindando una respuesta negativa con una luminosa sonrisa. Desde niña le apasionó la lectura y la literatura, despertando en ella el deseo de escribir poesía. Con el tiempo se fue incorporando a los círculos literarios, donde demostró su talento poético.
Ese corazón está puesto muy lejos concurren expedicionarios. Resarce el aire cerca del oro. Me las vi con uno que más que como yo
era en efecto yo viéndoselas conmigo. Tan intrincada como lúdica resultó la finalmente para nada excepcional contienda de resultas de la cual redacto ahora este sosiego.
El relámpago de la perspicacia en la soledad donde la incitación del instante adorado, agradecido, cunde con el niño en el páramo aurífero de su pecho de institutriz.
Rubén Darío conocido al inicio de su existencia como el poeta niño, desde muy tierna edad era además de curioso y observador, muy inquieto y temeroso ante todo oscuro que conlleva el misterio. Es así, y por eso, que al poseerle dudas en cuanto a lo que integra su fe, se hizo eco en su excelsa poesía como lo dijo Anderson Imbert, en la lucha entre "el fauno y el ángel" que en él habitaban.
Al homenajear a Rubén Darío, se debe estar claro que no se realiza recordando a un poeta más, sino rindiéndole tributo a un poeta genial, inmensamente luminoso, de luces brillantes y profundo como el mar, con ideas de gran valor. Además, fue un gran prosista con pensamientos muy sentidos al tener gran sensibilidad social.
Muchos podrán preguntarse: ¿y por qué recordar a Rubén Darío? Simple, por ser un clásico de la Literatura, se podría argumentar como asunto de gran validez. El gran Octavio Paz precisó en cuanto a Rubén: “Ser o no ser como él. Darío está presente en los espíritus de los poetas contemporáneos”.
Tradicional y principalmente a partir de 1967, año en que se conmemoró el centenario del nacimiento del poeta Rubén Darío, genial gloria y Héroe Nacional sin fusil, que mediante la renovación y modernidad de la lengua logró nuestra identidad hispanoamericana, entramos al periodo inicio de la “Semana especial Dariana”, en la que se realizan un ciclo de ceremonias, ponencias y homenajes a su sagrada memoria.
Ya no sé qué es real, tú eres real. Sin epítetos. El ser debe creer en sí mismo. Es imposible evitar imaginar cuántos de nosotros andamos por nuestras vidas, que pueden creer o pensar que están solos, no es factible porque la vida es una rutina cotidiana con sus variantes, eso marca la diferencia.
Expeditivo, lo trabaja. A sus requisitorias no me presto: sí me vendo, 1000 pesos por un rato. Indaga mi culo y obtiene el vencimiento de su interés. Menos cerca del pavo real que del pavote, me pavoneo. Me pavoneo cercado por pavotes y pavos reales. O me falta o está flojo un tornillo. Mi conciencia de que falta o está flojo un tornillo no me falta, y mi empeño en el registro substancioso de que falta o está flojo un tornillo no está flojo.
En una colaboración internacional que fortalece los lazos culturales latinoamericanos, el poeta mexicano Abel Pérez Rojas prestó su voz para dar vida al poema A mi ciudad, Necochea, escrito por la reconocida poeta argentina Nancy Almassio.
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