Carismático, amable y risueño, desde muy temprano en su taller listo para realizar otro de sus grandes monumentos que adornan la bella Nicaragua, el protagonista es: Arnoldo Guillén, destacado maestro, pintor y escultor, conozcamos un poco de su historia.
Claudio Arnoldo Guillén Rodríguez nació el 18 de febrero de 1941 en Moyogalpa, Ometepe, Nicaragua, hijo del ebanista y carpintero Carmen Serafín Guillén Cruz y Elenita Rodríguez. Estudió en el Instituto Miguel Ramírez Goyena, donde conoció a Carlos Fonseca. Desde pequeño se apasionó por la pintura, y en 1955 ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde fue alumno de Rodrigo Peñalba, también toma clases de escultura con Fernando Saravia.
En 1958 contrae matrimonio con Sonia Granera, en 1959 nace su hija Martha Esperanza, en 1960 Leslie Zulema y en 1962 Eddy Arnoldo.
En 1963 se gradúa como escultor y artista plástico, el primer busto que realizó fue del pintor Silvio Miranda, amigo y compañero de estudio,ese año funda junto a los también pintores: Leoncio Sáenz, César Izquierdo, Leonel Vanegas, Alejandro Aróstegui, Genaro Lugo, Orlando Sobalvarro y Luis Urbina, el Grupo Praxis, con el objetivo de promover las artes plásticas.
Tras terminar sus estudios, labora como publicista con Samuel Santos, posteriormente con Raúl Cuadra Chamberlain (1923-1973) y Juan Bosco Parrales (1942 -2010), fundador de Radio La Primerísima.
En 1964 nace su hijo Milton Antonio, en 1965 Ronnie Alejandro, en 1966 Mario José y en 1971 Sonia Elena del Carmen Guillén Granera, en ese mismo año se separa de su esposa Sonia y muere su amigo Silvio Miranda, al hundirse el bote cuando se dirigía a Río San Juan.
En 1972 nace su hijo Arnoldo Antonio Guillén Hernández, fruto de su relación con Olga Hernández. Después del triunfo de la Revolución Sandinista en 1979, es nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
En 1981 gana el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1982 gana el primer premio del Primer Certamen de Artes Plásticas“Unidad Frente a la Agresión” de la Asociación de Trabajadores de la Cultura (ASCT).
En 1983 gana nuevamente el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1984 obtiene el Primer Premio en Escultura del Certamen Nacional y el Premio ganador de Carteles políticos y Mención Especial Juan Marinello en el I Bienal de La Habana, Cuba.
En 1987 gana por tercera vez el Premio Nacional de Artes Plásticas y el 15 de Julio de ese año, el Premio Rodrigo Peñalba por la obra “Esta Tierra ni se vende ni se rinde”.
En 1989 gana el Diseño Afiche Conmemorativo X Aniversario de la Revolución Sandinista y en abril de 1990 es galardonado con la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío por sus aportes a la Revolución. En ese mismo año realiza los monumentos del Cristo Rey, Che Guevara, La Virgen, El Güegüense y el busto de Rubén Darío en la Casa de los pueblos.
En 1994 muere su padre Carmen Serafín Guillén a la edad de 102 años.
En 2005 realizó el monumento a Rigoberto López Pérez, ubicado en la Rotonda Universitaria de Managua, inaugurado en septiembre de 2006, año en que realiza la escultura de Simón Bolívar, ubicada en el parque de la Universidad de Ingeniería (UNI).
En diciembre de 2011 contrae matrimonio con Mayra Ruiz Gaytán, con quien tuvo dos hijos:Ricardo Alexander (a quien adoptó como suyo) y Claudio del Carmen Guillén Ruiz, nacido en marzo de 1995. En 2013 gana el Premio del Certamen Nacional de Pintura del Banco Central de Nicaragua. Arnoldo también tenía relación con las tablas y laboró montando diapositivas en las obras de teatro.
En 2014 fue homenajeado en el Salón Anual de la Plástica Nicaragüense y en ese mismo año la Asamblea Nacional le otorgó una pensión de gracia con carácter vitalicio, en julio de 2015 es homenajeado durante el 36 aniversario de la Revolución Sandinista en el Salón de los Cristales del Teatro Nacional Rubén Darío.
En 2020 empieza a elaborar el friso de los Héroes de Nicaragua en el Mausoleo de los Fundadores del FSLN, en el Parque Central de Managua, pero casi al terminar sufre un infarto y es hospitalizado en el Hospital Militar, donde fue estabilizado, pero a las pocas horas sufre un infarto cerebral, y debido a ello estuvo en coma durante un mes, tras recuperarse terminó su obra.
La salud de Arnoldo, fue desmejorando, dejando finalmente la vida terrenal el 27 de septiembre de 2021 a la edad de 80 años, pasando a vivir con sus seres queridos, fue sepultado en el cementerio municipal de la Isla de Ometepe, su tierra natal.
“Mi papá fue un hombre muy cariñoso y amoroso, nos quiso por igual, conmigo, mi papá tocaba armónica, guitarra y cantaba, íbamos con él a compartir todo, a verlo, a visitarlo, nunca fue estricto, más bien nos educaba, nos enseñaba a ser tolerante, a tener mucha mesura, no explotar cuando uno se enojaba, él fue muy pasivo, nos dio un cariño absoluto e inmenso, le encantaba la buena música, sobre todo la clásica y ahí conocí a esos grandes como Tchaikovsky y Mozart, expresó su hijo Milton Guillén, músico profesional.
“Mi papi (como muy cariñosamente le decíamos todos), inculcó en mis hermanos buenos modales, valores, principalmente el respeto, educó el oír la música clásica, aprendieron de los poemas de Rubén Darío de un disco de Henry Rivas Los motivos del lobo. Nos enseñó la importancia de la educación, trataba de hacernos felices, en las navidades llevaba un árbol de pino natural; era el proveedor de una gran familia. Mientras estuvo con nosotros todo fue muy bonito; bendecida por ser la única a quien le hizo un óleo sobre madera, el cual estuvo listo un día antes de mis 15 años, fue siempre oportuno, discreto, diplomático y muy digno; en varias situaciones incómodas él siempre tenía la palabra correcta y en los momentos más difíciles de mi vida, él siempre estuvo presente y fue un enorme apoyo incondicional, moral y económico; siempre tuve mucha confianza con él, me escuchaba, le exponía mis dudas, mis problemas y él me tenía una solución, una respuesta, y con hechos me demostraba todo su amor, una gran persona, culta, llena de mucho amor, carisma, un sentido del humor único”, expresó su hija Sonia Elena del Carmen Guillén.
Arnoldo Guillén es considerado uno de los grandes maestros del retrato y la escultura nicaragüense.
|