Con motivo del Día Mundial del Glaucoma (12 de marzo), el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) advierte que medio millón de españoles que padece glaucoma y lo desconoce puede llegar a sufrir baja visión, o incluso ceguera, si no acude con regularidad a revisión médica.
También conviene recordar que las visitas a los establecimientos sanitarios de óptica para someterse a una revisión visual permiten detectar signos que establezcan una sospecha patológica y la derivación temprana al oftalmólogo para poder tratar a tiempo esta patología. Esta enfermedad afecta a más de un millón de personas en España y es la segunda causa de la pérdida de visión en el mundo después de las cataratas.
El glaucoma es una lesión irreversible del nervio óptico cuya causa más relevante es a menudo una elevada presión intraocular. El daño que se produce a nivel del nervio óptico es el causante de una progresiva restricción del campo visual útil y en último término afecta a la capacidad de visión y conduce a ceguera.
En la mayoría de los casos y en las etapas iniciales, “el paciente no experimenta ninguna molestia ni síntoma hasta que se produce una alteración de la visión permanente e irreversible”, explica el presidente del CGCOO, Juan Carlos Martínez Moral, que insiste en la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento de la afección en los estadios precoces. De hecho, con un examen anual “los casos de ceguera se podrían reducir en un 90%”, añade.
Aunque esta afección ocular puede aparecer a cualquier edad, algunos grupos de pacientes son más proclives a desarrollarla en uno o ambos ojos, como es el caso de las personas de más de 40 años, que pueden acudir a comprobar su presión intraocular al menos una vez al año a su consulta médica o en cualquier establecimiento sanitario de óptica.
Por otro lado, también personas con antecedentes familiares de glaucoma, de raza negra, diabéticos, pacientes con una presión intraocular alta o con una miopía elevada (mayor de 5 dioptrías) son grupos con mayores probabilidades de padecer glaucoma, por lo que pueden acudir a comprobar su presión intraocular al menos una vez al año en cualquier establecimiento sanitario de óptica. En estas revisiones de control se pueden evaluar síntomas y analizar signos de sospecha que aconsejen la derivación al oftalmólogo.
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