La valenciana Vanessa Aguilar, una autora con una enorme sensibilidad, lanza, de la mano de Editorial Caligrama, la primera entrega de una serie de novelas presididas por la cohabitación del mundo... y el del Quinto Reino.
De un tiempo a esta parte parece haberse originado una oportunidad comercial en el saturado mercado literario actual en relación con las sagas de temática fantástica, capaces de fidelizar a un importante número de lectores, principalmente de edades tempranas. La Editorial Caligrama cree haber dado con un excelente producto, muy prometedor, que le ha llegado firmado por Vanessa Aguilar, una escritora valenciana que ya se ha fogueado con un par de obras precedentes (El abrazo del oso y La bella despierta) y que ahora se ha lanzado de lleno a su gran proyecto como creadora.
Bajo el sugerente título de La llave I. Los buscadores de almas, Aguilar abre fuego con lo que es la primera entrega de una saga de literatura fantástica. Hay que tener en cuenta que la firmante es una autora de una enorme sensibilidad, que ha pasado por circunstancias que le han originado un despertar espiritual que le brinda una visión de la vida muy particular. Su prosa es amena y frondosa, como un festín literario capaz de lograr el hallazgo de la profundidad de la manera más amena y genuina.
En este primer volumen —el segundo se titulará Los siete—, la valenciana despliega todos sus dotes y habla de un (¿imaginario?) universo, alternativo al ordinario. La trama se cimienta en dos personajes con trazas de convertirse en legendarios: Lucía Lahoz y Pierre Bonnet. Ambos, aunque no se conocen entre sí, tendrán que lograr abrir el portal dimensional Lallemant. Una extraña profecía gobierna sus destinos: comenzará a cumplirse si muere una persona, Martín, que está ligada a ellos por separado. La sociedad paralela es conocida como el Quinto Reino. Una serie de casualidades, o causalidades, donde no falta un sospechoso asesinato, conducirá a Lucía a cumplir el destino que le espera imperturbable.
Para aquellos que deseen comprobar el alto (y adictivo) nivel narrativo que atesora esta deliciosa novela, aquí va una muestra: «Todos esos párrafos, que mencionaban la visión que poseía Hermes sobre el Cosmos, habían sido escritos empleando el Arte Alquímico. Un arte cuyas bases defendían la creencia de que todos los habitantes del planeta podían trascender las imperfecciones de su condición humana y convertirse en pobladores de un nuevo peldaño evolutivo muy poderoso: ¡del Quinto Reino!». Desde la editorial están convencidos de que ese universo alternativo dará mucho que hablar... y que leer.
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