1/ Las barbas largas siempre son tendencia
Las barbas largas son perfectas para aquellos hombres de cara redonda o aspecto aniñado, sobre todo algo recortadas en los laterales: “Tanto la Spartan como la Full Bear o la Low Custer reflejan muy bien el estilo de hombre masculino que proyectan. La Full Bear es la típica barba oso, larga y densa, que puede acompañarse con divertidas trenzas laterales. La Spartan tiene un delineado más cuadrado y aporta seriedad y rudeza. La Low Custer, une el vello facial con el capilar y es más salvaje y descuidada” – nos comenta David Lesur, director de formación en David Künzle.
2/ ¿Y si hace mucho calor?
Si en algún momento el calor nos molesta, el principal consejo es recortar la barba e hidratarla aún más gracias a superhidratantes, y para después, usar un after shave en bálsamo y sin alcohol. En barbas más largas como las anteriormente mencionadas, los aceites vienen muy bien pero sin hacer un sobreuso, ya que puede provocar efecto rebote y producir descamación. Si se encrespa, que suele suceder en zonas donde hay mar, utilizar sobre todo ceras para el acabado/peinado.
3/ Cosméticos para una barba sana y limpia
Para tener una barba perfectamente cuidada necesitamos un buen jabón en barra para eliminar impurezas, un cepillo, un acondicionador para suavizar y disciplinarla, y un aceite especial que la mantenga hidratada. El jabón, a ser posible emoliente y con base de aceite, que aportará a la barba una hidratación extra y evitará la descamación y formación de caspa. Y también, con proteína para no romper la fibra capilar. Una recomendación, los nuevos lanzamientos para barba de la firma sevillana de champús sin sulfatos Dalire: un aceite diseñado para ayudar a mantener la barba saludable, hidratada y con una apariencia más suave y manejable, y un champú elaborado con ingredientes de origen natural para limpiar y cuidar tu barba de forma suave y efectiva, ambos por 15,90€.
4/ La importancia de los masajes circulares en la barba
Es imprescindible frotar bien los productos con las yemas de los dedos para que penetren hasta llegar a la piel y después, proceder al enjuague del jabón y secado del rostro. La barba, no es necesario dejarla totalmente seca ya que en este punto es mejor desenredarla, sobre todo si es más bien frondosa, para lo que podemos optar por un peine de púa ancha, peinando de dentro hacia fuera si son largas, y después de fuera hacia uno mismo. Con esto, se conseguirá domar un poco más la barba, además de que el vello quede un poco más liso.
5/ El chevron, rey de los bigotes también en primavera
Hablamos de un mostacho alto que roza la nariz: “Es un bigote muy denso, ancho y espeso, sólo para hombres con mucho vello facial del estilo Sam Elliott, Sean Connery, Burt Reynolds o Tom Selleck en aquellos lejanos setenta, un bigote que cubría bien los labios y su comisura, y que se arregla recortándolo de vez en cuando y aplicando gomina al final”. También se puede jugar con la longitud e incluso con el color, pudiéndose teñir o decolorarse para darle un toque determinado: “Si hablamos de los tipos de bigote que se pueden probar, todo dependerá de lo lampiño o velludo que se sea. En el primer caso, obviamente un bigote lápiz o tal vez el inglés, y en el segundo, un buen moustache en herradura o un imperial” – aclara David Lesur, de los salones David Künzle.
6/ ¿Maquillar la barba?
Si no nos gusta que el color de nuestra barba sea completamente diferente al de nuestra cabeza o bien tenemos calvas en ella, podemos igualarlo por medio del maquillaje. La firma Gentleman Cosmetic cuenta con Mr.Groomed, un lápiz de doble punta con mina retractable que permite definir y dar color mientras su cepillo redondo disciplina los pelos y lo difumina. Puedes encontrar tu lápiz ideal según sea tu barba: rubia o pelirroja, castaña o morena. Para aplicarlo correctamente, no hay más que escoger el tono que queramos, centrarse en la zona “afectada” y asegurarnos de que el rotulador rellena los huecos de forma imperceptible. El color se adhiere con la punta del lápiz y después se usa el cepillo para peinar y difuminar, dando lugar a un resultado suave, discreto e indetectable a simple vista.
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