Buscar cualquier tipo de información en la web es muy sencillo. En apenas unos segundos hay millones de resultados que tienen como objetivo acabar con las dudas del usuario en cuestión.
Sin embargo, es este quien tiene la decisión final al elegir en qué página clicar y qué información utilizar. Algo que con la llegada de la Inteligencia Artificial puede cambiar como ha demostrado ChatGPT.
Pese a su impacto, los expertos en la web destacan que está tecnología “aún no está completa” y que el posicionamiento sigue marcando el potencial online de una compañía.
Las dudas sobre cuál va a ser la evolución de los buscadores se han multiplicado en las últimas semanas. El éxito de ChatGPT ha sido absoluto y muestra de ello es que Microsoft ha invertido de lleno para asociarlo a Bing. Pese a que ya había respaldado económicamente el proyecto con anterioridad, en esta ocasión el respaldo ha sido total. Además, Google también se está preparando para incorporar la IA a sus buscadores, lo que refleja el interés en fusionar esta tecnología con las herramientas actuales.
“La Inteligencia Artificial gestiona un gran número de datos y su potencial irá a más en los próximos años. Sin embargo, es muy pronto para hablar del fin de los buscadores. No es lo mismo que te den una respuesta ya perfectamente elaborada y resumida, que poder escoger por tu propia cuenta los datos que más te interesen”, explica Maxence Marius, director general de Eskimoz (agencia SEO) en España.
“También hay que tener en cuenta que ahora Google penaliza los textos elaborados con tecnologías como la Inteligencia Artificial, por lo que se puede disparar el riesgo de plagio y caer drásticamente en el posicionamiento web. Puede ser contraproducente con los datos que se tienen ahora”, reconoce el experto de la agencia SEO, que deja la puerta abierta a que en los próximos tiempos esta tecnología evolucione sustancialmente hasta ser la utilizada por todos los usuarios.
Sin embargo, los analistas de Eskimoz deslizan que formar respuestas ya elaboradas puede acabar por perjudicar la libertad de movimiento de los usuarios por la web. “Lo que viene promoviendo Europa es que los usuarios no se encuentren con fake news, que tengan libertad para moverse por la web y que nadie les guie con fines comerciales por Internet”, explica Marius.
Los ejemplos más recientes de IA han dejado entrever varios errores. El primero, respuestas lo suficientemente amplias como para no responder de forma fehaciente y explicativa a la pregunta realizada. Por otra parte, los errores que contiene a la hora de obtener información, que bien puede estar sin actualizar o ser simplemente falsa. Y, como indican desde la compañía especializada, no hay que olvidar que estos portales de IA “tienen un límite” a la hora de desarrollar una respuesta. Además, dotar de gran relevancia en la web a la Inteligencia Artificial puede llevar a la saturación de la red. Como indican los expertos de la agencia, generar constantemente contenido de la IA colapsaría de información, muchas veces sin valor, todo Internet.
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