A veces da envidia la fortaleza de un GOBIERNO cuando se trata de defender la lengua oficial de su ESTADO.
Estos días estamos viendo la firmeza de Francia en la utilización de su idioma, el Francés, respetando, al mismo tiempo, todas las posibles lenguas vernáculas, reserva cultural de cada región. Quizás en España debamos aprender un “poquito” de ese saber colocar cada cosa en su sitio. Quizás en España debamos estudiar, sobre todo, qué significa FIRMEZA y LEALTAD INSTITUCIONAL, manteniendo el RESPETO EN LA DIVERSIDAD.
Existen países en los que la DIMISIÓN RESPONSABLE es algo que se lleva en los genes. Existen otros países en los que DIMITIR se considera un término trasnochado, que retrae situaciones económicas personales y, por tanto, no AMORALES, pero sí comprensibles. Creo que entre esos países se encuentras nuestra “típica” ESPAÑA.
La mezcolanza de sentimientos sin sentido, en muchos países se rechaza por LEALTAD INSTITUCIONAL. En otros, como en ESPAÑA, el respeto a nuestros SIGNOS se banaliza, de tal forma que el himno, la bandera, las fiestas nacionales se mezclan, intencionadamente, con los problemas de tipo social, económico y sobre todo ideológicos.
Los países son lo que son, de izquierda, de derechas, comunistas o democráticos, pero en todos ellos, sus SIGNOS son SAGRADOS. Aquí, en España, nos olvidamos o, incluso, nos da lo mismo, la BANDERA, el HIMNO o las FUERZAR ARMADAS...
Frente al mapa tachamos, ideológicamente, todo aquello que no incluye las manera de pensar de cada villa, pueblo, ciudad o región. Cerramos nuestras fronteras y nos convertimos en pueblerinos egoístas y del arcaico medioevo.
Muchas veces vemos cómo la emoción de oír sonar y cantar himnos de otros países, hace saltar las lágrimas de muchas personas, con la contradicción de avergonzarnos de los nuestro.
España, por valorar y respetar las diversas idiosincrasias, acordó organizar su mapa en “Comunidades Autónomas”, resultado: Cada cual ha sacado a relucir su peculiaridad, queriéndola dar carácter NACIONAL, cayendo en la aberración de minorizar y hasta despreciar los valores generales de nuestro Estado, uno de los principales, la lengua, así como otros tradicionales como la religiosidad, los valores morales y nuestras tradiciones nacionales.
Andamos a “torta limpia”, como siempre, y cuando conseguimos consensuar “CONVIVENCIA”, aparecen todos los “poderes... podemitas...” medianías intelectuales, listillos en almacén ajeno; se rompen los acuerdos y se comienza a escribir la “historia” con todo tipo de “letra” disfrazada de falsedades interesadas o de verdades pintarrajeadas a gusto del consumidor..., es decir, otra vez a “torta limpia”...
¿Cómo es posible que no podamos tener claro que existen TRES PODERES, ACUERDOS DE ESTADO e INTERESES NACIONALES?
Un pueblo que no sabe distinguir esos tres conceptos,no respetará ni la LEY, ni la JUSTICIA, ni el GOBIERNO..., pero además no será capaz de anteponer los valores generales a los privados..., se encerrará en su criterio, como si fuera el único, despreciando los valores ajenos. Por ese camino, creo que vamos.... y si no, respondamos: ¿Por qué el sumo Tribunal de Garantías está politizado? ¿Por qué los grandes problemas no son problemas de ESTADO? ¿Por qué se reparte el patrimonio nacional según las siglas de los intereses partidistas? ¿Por qué mentir no supone DIMISIÓN? ¿Por qué JURAR y no cumplir DA LO MISMO? ¿Por qué se aprueban leyes ideológicas que no admiten otras diversidades? ¿Por qué queremos borrar la historia a base de “TOMA... y AGUANTA...” ¿Por qué despreciamos la FE de la mayoría para comulgar con el catecismo desterrado del comunismo arcaico? Alguien puede añadir más “por qué”, sería bueno e interesante. Pero ¿servirá de algo?... Si ni siquiera leen nuestros escritos, nuestros recursos.... Si ni siquiera respetan la LEY DE TRANSPARENCIA... Nos falta LEALTAD INSTITUCIONAL, apadrinada por HOMBRES DE ESTADO.
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