El León dejó una huella imperecedera en el universo de los descapotables con el lanzamiento, en 1934, del PEUGEOT 401 Eclipse, considerado unánimemente como el primer Coupé-Cabrio de la historia. Con este sorprendente automóvil, disfrutar de un “convertible”, como se les denominaba en aquella época, dejaba de ser sinónimo de techo de lona.
El 401 Eclipse ofrecía uno rígido, del color de la carrocería, que se plegaba y se recogía automáticamente en el portaequipajes con la ayuda de un mando eléctrico. Toda una revolución fruto del trabajo del diseñador Georges Paulin y del carrocero Marcel Pourtout. Su base era una berlina de gama media-alta con 4,45 m de longitud, un motor de 44 CV con cuatro cilindros en línea y el estilo de Pininfarina. Sólo se fabricaron 79 unidades de este modelo, pero la simiente ya estaba plantada. Durante la segunda mitad de los años 30, PEUGEOT no dudó en lanzar versiones Eclipse de modelos como el 202, conocida como “El Bizco” por sus característicos faros escondidos tras la calandra, 301, el 402 o el 601, el capricho del director de cine Marcel Pagnol que tuvo una aparición estelar en su película Le Schpountz (1938).
En aquellos años, PEUGEOT no descuidó sus descapotables clásicos, con techo de lona, ideales para disfrutar de unas merecidas vacaciones pagadas, que se instauraron en Francia en el verano de 1936. Por primera vez, viajar por ocio dejaba de ser patrimonio de unos pocos para convertirse en una realidad para las clases populares, dando origen a fenómenos como el turismo de masas. Un buen ejemplo es el PEUGEOT 301 CR Roadster descapotable, un automóvil deportivo y elegante que protagonizó una de las primeras “road movies” de la historia: “Prends la Route”, estrenada en España como “La Traviesa Juventud”.
La Segunda Guerra Mundial supuso un parón relativo en el desarrollo de vehículos descapotables, aunque PEUGEOT creó un automóvil de estas características en plena contienda: el PEUGEOT VLV, un mini-cabriolet eléctrico de dos plazas y 80 Km de autonomía pensado para asegurar servicios esenciales, como Correos o asistencia médica, en un contexto de escasez de combustible por la Segunda Guerra Mundial.
En la Posguerra, el PEUGEOT 203, primer modelo de la marca tras el fin del conflicto, incorporó a su gama una versión descapotable, aunque no tuvo el éxito esperado. Su sucesor, el PEUGEOT 204, tuvo más suerte.
Durante la década de 1950, la gama PEUGEOT fue creciendo con modelos de gamas más altas, aprovechando el “boom” económico que se vivió durante aquellos años. En 1955, se lanzó el PEUGEOT 403, una berlina de gama media con una versión que dio el salto a Hollywood de la mano de Colombo, que resolvía crímenes siempre al volante de un PEUGEOT 403 Cabrio en un estado de conservación y funcionamiento lamentables, al más puro estilo del teniente de la Policía Los Ángeles.
Desvelado a la Prensa en mayo de 1960 y presentado en sociedad en el Salón de París de ese mismo año, el PEUGEOT 404 llamó la atención tanto por su perfil elegante y rectilíneo, con la firma de Pininfarina, como por su fiabilidad y su excelente comportamiento en carretera.
El 404 destacó por la elegancia de su diseño, con flancos lisos, un parabrisas amplio de forma ligeramente abombada que terminaba en unos montantes finos. Además, en su zaga, los faros traseros verticales estaban enmarcados por sendas “aletas de tiburón”, puestas de moda por los automóviles americanos de las décadas de los 50 y 60. Lo cierto, es que su estilo acabó siendo atemporal: el PEUGEOT 404 se comercializó durante 15 años en Europa y terminó su producción en los años 90 en Kenia. Se adaptó a una enorme variedad de carrocerías, desde la berlina tradicional hasta una versión coupé, un cabrio, break y desde 1968, un pick-up.
En 1970, se presentaron versiones lúdicas Cabriolet y Coupé de la nueva berlina de la marca, el PEUGEOT 304 , que tuvieron una gran acogida por parte del público porque sumaba a las cualidades de robustez, confort y economía del 204 un mayor nivel de acabado y, sobre todo, una mecánica de mayores prestaciones gracias una cilindrada superior. La plataforma y la estructura de base del 304 Coupé Cabriolet retomaban íntegramente los del 204 mientras que el frontal, con rejilla, grupos ópticos, capó y paragolpes exclusivos, se apartaban estéticamente de los de ese modelo.
Por aquellos años, PEUGEOT también renovaba la parte alta de la gama con el lanzamiento de los Peugeot 504 Coupé y Cabrio, que marcaron su época por la elegancia de sus líneas y su excelente comportamiento dinámico. Desarrolladas en Sochaux y diseñadas por Pininfarina, siguen teniendo una fuerte influencia en el diseño de los vehículos de la Marca, como demuestra el concept-car de líneas futuristas Peugeot e-Legend Concept o las luces LED traseras en forma de garra de león, presente en gran parte de la gama Peugeot actual, tienen su origen en los faros traseros triples que adornaban la zaga de la primera generación del Peugeot 504 Coupé entre 1969 y 1974..Su frontal con cuatro faros cuadrados y su estilo dinámico, dispuesto a saltar a la carretera, le diferenciaron del Peugeot 504 Berlina.
Este importante refuerzo en sus prestaciones, unida a la fiabilidad y al excelente comportamiento en carretera de este vehículo, cimentaron una exitosa carrera deportiva en el continente africano. El Peugeot 504 Coupé se impuso en el mítico Rally Safari en 1981 y en el Rally Bandama, en 1976 y 1978. Las duras pistas de Kenia y Costa de Marfil pusieron de manifiesto su fiabilidad y robustez.
Hablar de años 80 y de vehículo revolucionario en la historia de PEUGEOT es hablar de PEUGEOT 205. Un número mágico que revolucionó la imagen de la marca, hasta entonces reconocida en el mercado por la fiabilidad y la elegancia de sus berlinas “serias”, con un compacto urbano con espíritu alegre y dinámico que incorporaba las prestaciones y el excelente comportamiento en carretera que caracterizan a los automóviles del León desde sus inicios. Surgido del ingenio y de los lápices de Gérard Welter, un diseñador apasionado por el mundo de la competición.
Su versión cabrio, el PEUGEOT 205 CTi, apareció en 1986. Llevaba la firma de Pininfarina y se basaba en el mítico GTi, con el que compartía motor y elementos estéticos. Además se lanzó en un acabado más convencional, el PEUGEOT 205 CJ, y una serie especial con ocasión de la edición 1993 de Roland Garros.
En 1994, la gama Cabrio PEUGEOT dio un salto de segmento con el PEUGEOT 306 Cabriolet. Con el sello de Pininfarina, se ha convertido en un clásico atemporal caracterizado por sus 4 amplias plazas, su parabrisas inclinado y su extensa gama de colores.
Con la llegada del siglo XXI, el León buceó en su larga historia para hacer regresar su gran innovación: el Coupé Cabrio con techo rígido. Retomando la estela del 401 Eclipse, el PEUGEOT 206 CC aportaba este elemento exclusivo al mercado apostando por el segmento de los urbanos. Basado en el concept-car PEUGEOT 20Coeur, presentado en el Salón de París en 1998, su sistema de paneles móviles, brazos articulados y gatos electrohidráulicos permitía guardar o desplegar el techo metálico en tan sólo 28 segundos con sólo pulsar un botón. Tuvo su continuidad en el PEUGEOT 207 CC; lanzado en 2007.
Además, el concepto Coupé Cabrio saltó de segmento con la llegada del PEUGEOT 307 CC, versión descapotable con techo rígido del Coche del Año en Europa 2002, que destacaba por su aire deportivo, sus cuatro amplias plazas y sus motores de hasta 177 CV. La primera generación del PEUGEOT 308 también ofreció una alternativa con techo plegable rígido y una mecánica THP que desarrollaba 200 CV.
A la espera de novedades, el último descapotable de PEUGEOT ha sido el 108 Top!, con una capota de lona en el techo.
La frase de Subcampeón del Mundo Stirling Moss: "Fangio fue el más importante de todos los tiempos. Era un artista del volante. Pese a ser mi rival toda la vida, para mí era una figura paterna".
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