INTERVENCIÓN:
Las intervenciones monetarias vuelven a estar de moda, desde Japón hasta China y Suiza. Forman parte de las herramientas políticas, pero las posibilidades de éxito varían mucho. Los tres buscan reforzar sus divisas y parten de una posición de fuerza, con las mayores reservas de divisas del mundo. La moneda suiza y la china están muy controladas, mientras que el yen japonés flota libremente (véase el gráfico) y es una de las más baratas del mundo.
La intervención directa no está exenta de costes, desde el riesgo moral y el fomento de la asunción de riesgos hasta la posible incoherencia con una política monetaria flexible. Y a menos que esté respaldada por políticas más amplias, como tipos de interés más altos, su impacto puede ser a menudo fugaz.
JAPÓN:
El yen es la divisa más barata del mundo y se encuentra en el nivel de 145 frente al dólar estadounidense que vio a las autoridades intervenir en su apoyo el pasado mes de septiembre, por primera vez en 24 años. Estamos asistiendo a una "intervención verbal", ya que el Ministerio de Finanzas advierte contra una mayor debilidad. El abaratamiento del yen ha sido clave para revitalizar la economía y la rentabilidad empresarial, pero también ha elevado los precios de las importaciones. Creemos que las autoridades están más centradas en la velocidad de la depreciación, que este año ha caído un 9%, que en un nivel concreto. China también está tomando medidas para estabilizar el CNY, un 5% menos este año, sujeto a controles de capital y con las reservas de divisas más elevadas del mundo, de 3,2 billones de dólares.
SUIZA:
El banco nacional (SNB) tiene un tipo de cambio fijo rastrero, desde que desechó su tipo mínimo en 2015. Ha estado vendiendo divisas extranjeras para fortalecer el CHF en una nueva política para amortiguar la presión de la inflación y mantener las subidas de precios dentro de su objetivo del 0-2%. Se trata de un cambio con respecto a su política histórica de venta de reservas para debilitar el franco y mantener la competitividad de su economía, impulsada por las exportaciones. Suiza es el tercer país del mundo con mayores reservas de divisas, 900.000 millones de dólares, equivalentes al 100% del PIB, y también uno de los sectores financieros proporcionalmente más grandes.
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