En los festivales de verano, disfrutar de la música y la diversión al aire libre es una experiencia emocionante para muchos. Sin embargo, las pocas horas de sueño y la exposición prolongada a factores como el sol, láser, espuma y arena de playa pueden representar riesgos para la salud ocular. Utilizar gafas de sol homologadas, no dormir con lentillas y no mirar directamente al sol, son las principales recomendaciones del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega para proteger los ojos durante estos eventos.
La molestia excesiva, fatiga ocular, lagrimeo constante y enrojecimiento del ojo, son signos claves para acudir a un oftalmólogo de carácter urgente, pues pueden ser señales de problemas oculares más graves. Así mismo, se debe tener extremo cuidado con la higiene de manos y evitar frotar los ojos especialmente cuando se usan elementos como purpurina o pegamento de pestañas, que pueden causar conjuntivitis e irritación ocular. Además, la exposición excesiva a los rayos UV puede desencadenar queratitis actínica y la fotoqueratitis. Del mismo modo, pasar largas horas al aire libre puede ocasionar sequedad ocular.
No obstante, los festivales de verano no están exentos de peligros físicos, pues los objetos voladores y láseres representan un riesgo de lesiones oculares, tales como abrasiones corneales, hemorragias y traumatismos oculares penetrantes. “Los láseres que impactan directamente sobre los ojos pueden ocasionar lesiones en la mácula, que pueden llegar a ser agujeros maculares. Esto puede ocasionar una pérdida de visión, a veces reversible y las consecuencias dependerán del tipo de láser y su potencia. En cualquier caso, es importante evitar apuntar a las personas con este tipo de dispositivos, pues su impacto no es perceptible mientras se produce, pero las consecuencias pueden ser muy graves”, comenta el Dr. Álvaro Fernández-Vega González, especialista de la Unidad Retina Y Vitreo del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.
En caso de sufrir un traumatismo ocular durante un festival, se debe evaluar el nivel de afectación para proceder de la forma más conveniente. Si se trata de un cuerpo extraño, se puede retirar mediante lavados con suero y en casos más graves, es fundamental buscar atención médica urgente para evitar complicaciones. Es crucial evitar manipular la zona afectada y tomar medidas para reducir la presión en el ojo, evitando estornudos o vómitos.
“Un traumatismo ocular puede producir desde lesiones leves sobre la superficie ocular hasta patologías graves del fondo de ojo o incluso la entrada de cuerpos extraños intraoculares, dependiendo del tipo de traumatismo, el objeto que lo produce y la fuerza con la que impacta sobre el ojo. En cualquier caso, ante cualquier trauma sobre el ojo es conveniente ser evaluados por un especialista ya que puede requerir tratamiento urgente, incluso si la sintomatología no es muy importante”, concluye el Dr. Álvaro Fernández-Vega González.
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