No hay una técnica maestra que se pueda utilizar con todos los cabellos, lo primordial es conocer y desarrollar todas las técnicas posibles para poder adaptarlas a cada textura y necesidad, ya que un cabello fino requiere de un corte que respete la densidad, y para otro más grueso se precisa de una técnica adecuada para que se adapte. Por ello, es conveniente diagnosticar previamente el cabello y dialogar con la clienta para conocer sus necesidades.
En cuánto a si es mejor hacerlo en seco o mojado, se puede hacer de las dos maneras: “El cabello se puede cortar evidentemente tanto mojado como en seco. Siempre se ha creído que cortar el cabello en mojado era la mejor opción, pero en realidad sólo necesitamos que el cabello esté húmedo cuando debe tener su máxima flexibilidad y sigamos un patrón de corte a través de particiones. La técnica en seco ofrece muchas ventajas al estilista. En nuestro caso, nosotras cortamos frecuentemente de esta manera, ya que una vez realizada la terapia podemos definir mejor el cabello, así como el área de contornos y flequillos” – nos cuenta Esther García-Rojo Tardón, estilista de Sonia Atanes Hair Beauty.
Todos los cabellos se pueden cortar en seco, únicamente hay que tener en cuenta la textura, densidad y volumen que tiene de forma natural: “Después escogeremos la herramienta adecuada, siendo la tijera y la máquina las que nos van aportar más densidad a la punta, y la navaja o tijera de entresacar de forma estratégica, las que definen en determinadas zonas. Hay clientas que se sorprenden con esta técnica de cabello en seco, pero cuando ven el resultado final de la terapia, más su cabello totalmente definido con el corte, no dejan de admirar el resultado final”.
La principal ventaja que nos aporta cortar en seco son básicamente dos: “La primera es que en seco se ven los daños reales de ese cabello, para nosotras lo primero es que esté sano, se vea reparado y con brillo. Cuando vemos un cabello, antes de mojar es realmente cuando observamos qué puntas están quebradas o poco definidas. La segunda ventaja es que las texturas y volúmenes naturales son totalmente visibles, por lo tanto podemos ser más conscientes de lo que queremos aportar, es como cuando una modista mira la caída de una tela”. Cortarlo mojado también tiene ventajas, este es más flexible, justo lo que se necesita a la hora de patronar un corte: “Si este corte requiere precisión en las líneas o un volumen muy concreto, entonces cortaremos en mojado. Aconsejo definir el corte y una vez peinado, estructurarlo en seco”.
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