La literatura cubana históricamente ha sido de gran aporte para la humanidad. Es por eso que, creo yo, conocer el oficio de escribir que aún toma vida en las diferentes voces e historias que se fraguan desde la Isla es de vital importancia para las nuevas generaciones de artistas y escritores alrededor del mundo.
Cuba nos ha dado grandes aportes en la cultura, la ciencia y la literatura. Es más, uno de los mayores galardones literarios de Latinoamérica se entrega en la Isla. Además de que, grandes trovadores han dejado un legado inolvidable, marcado por una poética indiscutible y a la vanguardia en la creación literaria. Médicos cubanos también han recibido grandes reconocimientos a nivel mundial por su ardua labor y su carisma altamente probado para el servicio de las grandes mayorías alrededor del mundo.
El día de hoy, nuestra entrevista nos lleva a conocer a Eriakna (Ericka) Castellanos Abad una mujer multifacética, madre, amiga, poeta, doctora, museóloga, cantante y gestora cultural. Una artista que conocí gracias a estos andares literarios y, a la ventaja de las tecnologías que nos acercan a seres humanos increíbles, capaces de mostrarnos nuevos mundos a través de su talento y que puedo afirmar con total seguridad es el caso de la artista Castellanos Abad.
Pasen entonces, a leer y conocer la palabra honesta, precisa y directa de nuestra entrevistada el día de hoy.
¿Qué o quién la llevó a conocer el oficio de escribir? Se piensa que cada escritor tiene detrás un hogar, una infancia rodeada de libros. En mi caso fue diferente. Nací en un núcleo familiar estructurado y funcional en ciertos aspectos. Mi padre componía versos y tubo solo tres libros de cabecera, mi madre cinco. Ella, siendo yo muy pequeña, tal vez con dos o tres años, comenzó a enseñarme poemas infantiles para que los aprendiera de memoria y los declamara. Ambos, mami y pipo, supieron inculcarnos, a mi hermana y a mí, la vocación por el estudio. Ellos tampoco son profesionales y por eso entiendo el interés de ambos en que estudiáramos una carrera universitaria. Siempre decían, principalmente mi madre, que una profesión era independencia económica e intelectual, que así podríamos convertirnos en personas de bien que aportáramos al desarrollo de la familia y del país. Sin embargo, desde que tuve en mis manos el libro “Los payasos”, de Dora Alonso, en mí se despertó el bichito de la lectura y más el de escribir todo cuanto me sucedía.
A los 6 años comencé a escribir un diario y ahí ensayé mis primeros poemas sobre la naturaleza y el amor principalmente. Luego descubrí lecturas interesantes gracias a mi profesor de Lengua Española, Rolando Rodríguez. El me mostró un universo desconocido y enigmático a través de sus recomendaciones para que leyera textos clásicos, unos dentro del programa de enseñanza y otros, la mayoría, no. Rolando siempre supo que lectura daba respuesta a mis pretensiones, a mis curiosidades, a mis lagunas. Con él aprendí, con apenas 11 años, como hacer análisis de un texto poético, los distintos movimientos por los que ha transitado la literatura universal y como esos movimientos tuvieron nido o no en mi país. Hasta ese entonces escribía según me inspiraba y no fue hasta entrar en el Pre de Ciencias Exactas Escuela Vocacional Antonio Maceo que comencé a pensar en escribir sobre temas específicos. Soñaba con compilar mis textos en algún cuaderno y publicar.
De esa etapa tengo guardados textos donde ensayé la décima, los sonetos con sus versos alejandrinos, las cuartetas, nunca el verso libre. En 2002 me incorporo al Taller de la Ciudad, radicado en la Casa Natal del primer poeta que reconoce José Martí en sus discursos, José María Heredia y Heredia y fue entonces cuando descubrí que podía escribir en versos libres. También me vinculé al taller Aula de Poesía y al Taller Heredia, todo esto mientras cursaba los estudios de Medicina. Me fascinó tanto que fui frenética en la escritura. Quería atrapar cada detalle y convertirlo en poesía. Así fui sintiendo la necesidad vital de escribir siempre, de leer con ansias y estudiar con método. Soy de los que van anotando ideas, prestando atención a la vida que acontece a mi alrededor, fabulando, soñando, sintiendo la poesía en cada paso, hallando en todo un motivo para contar. Hay en mí un componente importante, la voluntad.
¿Cuántos libros ha publicado y sobre que temas versan? Bueno, soy afín a todos los temas que me inspiren. Escribo sobre el amor y el resto de las emociones, la naturaleza, la situación de mi país y del mundo, el fenómeno de la existencia, vejaciones que afectan al ser humano dígase guerras, violencia, discriminación, esclavitud, la política, la historia, el erotismo, inserto vocabulario propio de las ciencias médicas y otras materias en las que he venido involucrándome gracias a mi afán por conocer si no todo, un poco de todo lo que despierte mi interés. También escribo para niños, la inocencia y la pureza me conmueven.
Lo primero que publico es un cuento que formó parte de una antología compilada por la escritora santiaguera Aida Bahar “Para subir al cielo”, Ediciones Santiago, 2006. Luego en 2010 se publica mi primer poemario “Anatomía Urbana” con prólogo de Reinaldo García Blanco, quien fuera premio Casa de las Américas 2021. Este es un cuaderno donde los textos giran en torno a la ciudad de Santiago de Cuba y el pensamiento de su gente. Es como un hijo, el primero para mí. Me sobreviene entonces un período en que mi profesión me exige tiempo, entrega y aunque nunca he dejado de escribir, si hubo un impase. Me dediqué a organizar ideas para libros de poesía y narrativa, a publicar en alguna que otra revista internacional y nada más. En 2022 vuelvo a resultar ganadora del Gran Premio de Los Juegos Florales y el cuaderno ganador “Los rostros de un país” será publicado en este año 2023, mi segundo libro de poesía donde discurso acerca de la realidad que condiciona la existencia del cubano de estos tiempos.
¿En la narrativa cuál es su género favorito y por qué? No podría decidirme por uno u otro. Cada cual tiene sus funciones en tanto cumple necesidades estéticas y estatutos artísticos bien definidos. En mi haber prefiero el cuento, aunque siempre he tenido la certeza que escribiré novela(s). De escribir cuentos me gusta la brevedad, la síntesis, el poder de atrapar al lector y sorprenderlo con el desenlace. La novela, en cambio, lleva más argumentación, es más extensa, más elaborada y descriptiva donde los personajes constituyen el alma de este tipo de narración. Con la novela puedo condicionar los pensamientos del lector a mis interpretaciones, llevarlo a mi terreno de análisis de la historia o conflicto que narro.
¿En la poesía prefiere el verso libre o la métrica perfecta? Así como el idioma evoluciona también lo hacen las formas en que las personas expresan sus ideas, sentimientos, percepciones del mundo interno y externo, sus fantasías. La poesía escrita en versos rimados (métrica) fue mi comienzo, como te explicaba al principio de esta conversación, y aunque siempre la he considerado especial, también yo evoluciono. La décima – por ejemplo- se emplea mucho en las zonas rurales de Cuba, es una tradición que habla de la identidad del cubano, de su idiosincrasia. También está el soneto, que para mí es una de las construcciones más hermosas, tanto que aún escribo textos bajo sus leyes y pretendo publicarlos alguna vez. El tercero, la cuarteta, la lira o el romance y otros, son tipos de rimas menos empleadas por estos tiempos donde al parecer se impone el estilo libre de versificar. La construcción libre de los versos de un texto poético cuenta con muchos adeptos hoy en día ya que es la prosa la forma en que naturalmente se desarrolla el lenguaje y el hombre busca borrar las cadenas que lo subyugan a pensar u obrar de una manera predeterminada. En este sentido la poesía rimada gana detractores, aunque reconozco que para rimar es imprescindible tener un dominio profundo del lenguaje, sinónimos y significado de cada vocablo a emplear. El verso libre, como su nombre lo indica, se alimenta de cuanto el poeta pretenda nutrirlo por lo que el autor solo es responsable de encontrar su ritmo interior.
Sin embargo, a decir verdad, nunca he recaído en un análisis íntimo que me permita decidir si prefiero más una que otra. Pues si bien es cierto que las corrientes más contemporáneas tildan a la poesía rimada de obsoleta y mecánica, así como al verso libre más verdadero y auténtico; yo me inclino por el razonamiento que no juzga los estilos y considera como válida a aquella poesía que expresa con vuelo exquisito los sentimientos humanos, aquella que logra conectar con el lector u oyente, que comunica y emociona.
¿Por qué decidió ser artista? Considero que esto es algo que no se decide. Ser artista es una fuerza que nace con uno, algún misterio que condiciona los pasos que uno da en la vida, algo que innegable. Mira, en mi caso, desde pequeña mi amor por los libros, la literatura, el escribir, eso vino en mi genoma, yo así lo siento. Pero también canto: boleros, canciones, baladas, feeling, adoro interpretar temas de la música tradicional cubana, de la trova. Mis padres cantan muy bonito, con mucha afinación, mi hermana, mis tíos. Esto también me vino en los genes. Por tanto, solo me restó conocerme, aceptarme, cultivarlos, enfocarme, y ser feliz. Ahora bien, si tuviera que responder literalmente a tu pregunta te diría que lo decidí para salvar el espíritu humano desde mi modesto aporte.
Usted es médico de profesión. ¿Cómo logra generar un equilibrio para su trabajo, la familia y la literatura? Es cuestión de amor. Estuve ejerciendo y superándome en la profesión que amo durante quince años, llevándola al unísono con mi evolución de más de veinte años como escritora, desarrollando tereas como promotora cultural, intérprete musical, artista de manera general. Al mismo tiempo construyo mi familia, 14 años casada, dos hijos. Te confieso que nunca he sentido agobio, he sabido distribuir mi tiempo para prestar debida atención a cada arista de mi desarrollo personal, he amado cada una de mis etapas y me he entregado a ellas con igual pasión. También debo decirte que, aunque las cosas salen bien, he tenido mis despertares como todo el mundo, momentos en los que he tenido que ser objetiva y dejar de lado ciertas ofertas por considerarlas lejos de mis objetivos. El ser humano solo se acerca a la excelencia cuando despliega toda su energía y talento en aquello que realmente lo hace sentir realizado a plenitud.
Usted es museóloga especialista. Cuéntenos como ha sido esa experiencia en su natal Cuba. Está siendo una de las facetas de mi vida. Para mí el conocimiento es el tesoro más grande que tiene y puede adquirir el ser humano. Estoy descubriendo un mundo que apenas visitaba en programaciones escolares y paseos de familia. Todo cuanto experimento ahora es como una aventura. Voy descubriendo los para qué(s) de la historia que me antecedió, amando más las raíces profundas que nos sostienen.
Usted también es poeta y narradora. Como puede fluir entre ambos escenarios de la literatura. ¿Es difícil cultivar ambas ramas de este oficio? Es que la literatura es un único escenario. En ella confluyen ciertas vocaciones inherentes al arte de redactar. Unos se inclinan hacia una u otra y construyen el oficio que es semilla para lo sublime. Pero tanto narrar como escribir un texto poético la conforman y no coexisten divorciados, ambos estilos permiten transmitir al mundo, emociones, pensamientos, sentimientos. Ambas son herramientas poderosas para que cada escritor se exteriorice pues escribir es el más genuino acto de libertad humana.
Coméntenos como es la literatura cubana en la actualidad. ¿Cree usted que los artistas cubanos necesitan más espacios para visibilizar su arte? Históricamente la literatura cubana ha sido referente para el desarrollo de las letras en América Latina. Es considerada una de las más prolíficas, relevantes e influyentes, caracterizada por su ritmo definido y su gramática perfecta y clara. Estos son atributos significativos teniendo en cuenta la extensión geográfica de mi país y su densidad poblacional. En Cuba solemos decir que de bajo de cada piedra o en cada esquina, hay un poeta, un músico, un artista. El artista cubano se gesta libre desde sus comienzos formativos. Y es que esta isla es cantera de referentes en cada una de las manifestaciones del arte, la ciencia, la política, la vida.
Sobre esto que preguntas acerca de si los artistas cubanos necesitan más espacios para desarrollar y mostrar su arte, debo decirte que sí, son necesarios más espacios tanto en el ambiente físico como en el virtual. Para el artista cubano es doblemente difícil desarrollarse a plenitud, primero por las consecuencias derivadas del bloqueo estadounidense sobre cada una de las aristas del desarrollo del país y en segundo lugar dada la persecución mediática que sobre el talento nacional se ejerce por parte de grupos desafectos del sistema nacional.
¿Cómo ven ustedes desde Santiago de Cuba el rumbo que está tomando la literatura actual? ¿Qué rumbo está tomando la literatura actual? Para nadie es secreto que la era digital en que vivimos condiciona en gran medida la necesidad de producir libros con calidad pues cada cual puede asumir la postura de auto-editor y recrearse en dicho oficio hacia la producción individual. También, la escases de aquellos insumos que precisa una imprenta hacen que las editoriales tradicionales migren hacia nuevas plataformas para el posicionamiento de los textos en mercados competitivos donde la promoción se convierte en el talón de Aquiles en tanto no se anuncie lo suficiente el producto. Santiago de Cuba es una provincia que tiene tradición en ser proactiva en los cambios dentro y fuera del país. En ella se iniciaron los procesos independentistas de la patria, está nombrada Capital del Caribe, Ciudad Creativa en la Música (Unesco) y en muchas de sus áreas existe una riqueza patrimonial digna de honrar. Todo esto condiciona de alguna manera los caminos que toma no solo la literatura que nos nace sino todo en general. Es por ello que, a mi parecer, se tiene una visión holística sobre cualquier evento, movimiento o período pasado, presente y futuro.
¿Cree usted que las nuevas tecnologías orillen a los artistas a dejar este oficio? Al contrario, las nuevas tecnologías han abierto el diapasón hacia la posibilidad de dar a conocer la obra individual sin previo tamiz a la vez que contribuyen al aumento de la productividad y la eficiencia humanas. Además, están aportando inmediatez en el decir algo que de otra manera existiría solo en promedio de 1 ó 2 veces por semana. Con las nuevas tendencias tecnológicas para la comunicación, el proceso de la creación literaria es más simple, más rápido, lo que permite al escritor fabular, discursar con más tiempo y libertad. Sin embargo, resulta curioso observar como en algunos casos se banaliza la creación teniendo en cuenta que el poder de concentración se diluye entre los entretenimientos y avisos de la Red. Mucha voluntad supone este tiempo.
¿Cómo podemos adquirir sus libros? ¿Los míos? En el Sistema de librerías en Cuba quedan muy pocos poemarios de mi autoría, sin embargo, en estos tiempos de digitalización de la información ya nuestras editoriales regionales se comienzan a abrir hacia el mercado internacional, posicionando nuestros libros en plataformas on line como Amazon.
Usted ha publicado en diferentes revistas literarias. ¿Cuéntenos cómo ha sido esa experiencia? Las revistas de literatura o culturales son un verdadero tesoro para los que creemos en el poder formativo de la lectura, la formación y el diálogo. A mi modo de verlas constituyen un espacio para el intercambio participativo, una alternativa para difundir ideas. Es impresionante el trabajo de edición que se realiza según se conciba cada número de ellas y el respeto que se tiene – de forma general- por preservar, a pesar de los cambios requeridos, el hálito del autor, la esencia de su pensamiento. Publicar en una revista viene a ser una experiencia enriquecedora tanto para el escritor como para el equipo a cargo. Es una de las mejores y más abarcadoras vías para promover la obra entre públicos diversos y adentrarse en el entramado de escritores, editores y/o periodistas, etcétera, favoreciendo oportunidades de contacto, transmisión de informaciones y el alcance social e intelectual de temas específicos.
Usted me comentaba que durante la segunda semana de junio se celebró la Semana de la Cultura Santiaguera. ¿De qué trata dicha celebración y cómo podemos nosotros que estamos fuera ver las actividades? La Semana de la Cultura Santiaguera es una celebración que propone hacer tangible el arte local por intermedio de las proyecciones comunitarias amparadas en las Casas de Cultura, las bibliotecas, museos, teatros, áreas públicas y el funcionamiento del Movimiento de Artistas Aficionados, radicados por toda la provincia, defendiendo de esta forma los valores más arraigados de nuestras tradiciones populares. Esta fue su edición 44, ocasión propicia para dedicarla a homenajear a intelectuales y artistas que contribuyen con el esplendor cultural de mi ciudad, al discurso Palabras a los Intelectuales pronunciado por Fidel Castro en fecha tan temprana al triunfo revolucionario como 1961, a la Asociación Hermanos Saiz (AHS) que aglutina los artistas jóvenes, los 45 aniversarios de la fundación del Comité Provincial de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC) y del Sistema de Casas de Cultura, así como al 508 aniversario de la fundación de esta villa.
En esa semana siempre confluyen distintos proyectos de desarrollo local que muestran los resultados alcanzados y sus propuestas futuras. Todas las entidades estatales y privadas exponen sus acciones a nivel comunitario y el arte juega un papel fundamental, poniendo atención a la cultura del detalle, desarrollando en diferentes espacios, intervenciones culturales como galas, conciertos de poesía y música, toques de conga, festivales culinarios como el del cangrejo, el de la jaiba, de las frutas, entre otros. Esta vez, el Movimiento Poético Mundial en Santiago, con mi coordinación, tuvimos a bien inaugurar en la comunidad de Cayo Granma una minibiblioteca para promover el hábito de la lectura en los pobladores y reinauguramos el proyecto Con Filtro. Lecturas de Callejones para garantizar al menos, una vez al mes, la confluencia del talento artístico local con todo talento que visite o se desarrolle en Santiago. De forma general las acciones desplegadas se promocionan en la red de programación local, dígase radio, televisión y prensa escrita. Sin embargo, en estos tiempos de interconexiones en Red, también se divulgan empleando aquellos sitios libres de haters y plataformas digitales creadas al efecto.
El Festival del Caribe es otra actividad de la que usted es participe y que culminó recientemente. ¿Cuéntenos de qué va esta actividad, invitan artistas del Caribe únicamente o hay diversidad? El Festival del Caribe es otra de las actividades culturales con renombre que se celebran año tras año en mi ciudad. Esta vez correspondió su edición 42 dedicada a los festejos mexicanos de la vida y la muerte. Cada año el festival reconoce un país caribeño o alguna tradición específica de la zona. En sus inicios tuvo carácter regional sin embargo a medida que fue alcanzando adeptos se fue convirtiendo también en un festejo para todos los países del mundo interesados en conocer nuestra cultura. Tiene a bien mostrar el estilo propio del santiaguero que perfila su idiosincrasia cultural e histórica mediante las características del pueblo, el patrimonio local, sus tradiciones folclórico-religiosas, expresión artística y otros aspectos o valores creados durante su evolución en estrecha relación con las influencias que recibe del Caribe que lo rodea y del cual somos capital. Dentro del festival sesionan eventos teóricos, muestras de cine, artes plásticas, rituales religiosos, talleres culinarios, el Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo “Jesús Cos Cause”, entre otros. Una vez iniciado (3/7), las distintas delegaciones y agrupaciones, que asisten desfilan mostrando sus tradiciones, primero en el Desfile de la Serpiente cada 5 de julio y por último se clausura el festival con el Desfile de la Quema del Diablo, cada 9 del mismo mes.
La literatura femenina cada día es más visible y podemos leer a muchas mujeres narradoras y poetas. ¿Cómo cree usted qué podemos colaborar dentro de la sociedad para que la visión literaria de la mujer siga creciendo? ¿Te soy sincera? Me disgustan los encasillamientos. Que si la literatura de género, que si las mujeres escribimos de una forma y los hombres de otra, que si hay que visibilizar a unos más que a otros, en fin. Nunca me he debatido en esos temas. El arte de escribir es universal. Cada cual escribe lo que siente que contribuye a exteriorizar emociones y canalizar conflictos que le son afines, bien sean propios o no. Sin embargo, reconozco que las mujeres suelen escribir –y no me excluyo- desde los símbolos y las emociones íntimas y exteriorizan, bien sea en poesía o prosa, aquellas desigualdades y violencia lacerantes y es un error enmarcarlas solo en este tipo de temáticas cuando las hay que discursan sobre el amor, la ciencia ficción, tema libre, autobiografías, política, guerras, etcétera. Para esto que me preguntas solo me ocurre recomendar escribir, escribir y escribir. La persistencia es la clave del éxito.
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