El insomnio se ha convertido en un importante problema se salud pública que, además de tener un efecto negativo en la salud mental y en la calidad de vida de quienes lo padecen, también genera un impacto directo e indirecto a nivel social y económico. Así lo ha revelado el informe ‘Carga social y económica del insomnio en adultos’ realizado por la organización internacional de investigación sin ánimo de lucro RAND Europe con la colaboración de la compañía Idorsia.
El estudio ha tenido como objetivo identificar y cuantificar la carga social y económica del insomnio; es decir, sus efectos más allá del impacto en la salud y atención sanitaria. Por ello se describen los efectos del insomnio en relación a costes económicos indirectos (no relacionados con la atención sanitaria) y costes intangibles (no detectados directamente en transacciones económicas, pero que tienen un impacto en la salud o bienestar de un individuo) en 16 países, entre los que se encuentra España.
Entre las conclusiones más relevantes podemos encontrar: - El insomnio crónico produce una pérdida anual en el PIB de aproximadamente 372.000 millones de euros en países de renta alta
- El insomnio crónico se ha asociado a unos 11-18 días de absentismo, 39-45 días de presentismo (acudir al trabajo presencialmente, pero sin aportar nada más allá de la presencia) y 44-55 días de pérdida de productividad al año
- Un 8% de la población sufre insomnio crónico y un 14% insomnio clínico cada año, según los datos obtenidos de los 16 países analizados
|