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Un descubrimiento reciente destaca cómo la calidad del sueño impacta no solo el bienestar personal, sino también nuestra disposición a actuar con empatía y altruismo. Este hallazgo abre un campo fascinante que conecta aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
Según un informe, el 54% de la población española duerme menos de las horas recomendadas –7 horas o menos-, lo que puede favorecer la somnolencia y el bajo rendimiento. De hecho, una de cada dos personas (49%) ha tenido algún problema de somnolencia fuera de los horarios o lugares habituales, como el cine y el trabajo, y el 35% reconoce un bajo rendimiento cuando duerme mal. La generación Z destaca como la franja de edad que duerme menos horas por el uso de pantallas.
La vuelta al cole y la rutina siempre ha sido el momento escogido por los españoles para hacer balance del año en términos de salud. Tras el verano, las personas tienden a encontrarse más descansadas, situación que repercute directamente en el trabajo. Sin embargo, con la vuelta al trabajo, los empleados y empleadas vuelven a ver afectada su salud por problemas en el entorno laboral y el estrés del día a día.
Cada vez más empresas apuestan por combinar el teletrabajo con el trabajo presencial, opción que ofrece múltiples ventajas como una mayor satisfacción profesional, mejor organización del tiempo y bienestar general, pero en la que también se han identificado consecuencias negativas, como la dificultad para conciliar el sueño y mantenerlo, aislamiento social, ansiedad digital y conflictos entre el trabajo y la familia.
La enfermedad de Parkinson afecta de forma “significativa” a la calidad del sueño de las personas que lo padecen, según la encuesta ‘Surveying Late Evening Effects of Parkinson’s’ elaborada por Parkinson Disease Avengers. Los datos también muestran que las personas con la enfermedad sufren una media de 5,6 síntomas diferentes cada noche. Entre ellos, destacan los despertares frecuentes, el insomnio, la bradicinesia, la rigidez y la nicturia.
Los trastornos del sueño, como el insomnio, constituyen uno de los factores de riesgo cardiovascular. De hecho, estudios recientes señalan la asociación entre la falta de sueño y enfermedades como la arterioesclerosis o la fibrilación auricular. Por ello, desde el Movimiento Corazón de Mujer, se advierte de la importancia de tener unas buenas pautas del sueño, sobre todo a las mujeres que es a quien más afectan estos problemas.
Dormir es una necesidad biológica fundamental para nuestro bienestar físico y mental. Sin embargo, millones de personas en el mundo experimentan trastornos del sueño que afectan a su calidad de vida, pudiendo provocar fatiga, irritabilidad y dificultades de concentración durante el día, entre otros aspectos.
Existen épocas en nuestra vida que, debido a los acontecimientos, dormiremos menos porque nos influirán aquellos sucesos que tienen lugar en el día a día. Generalmente, suelen ser casos puntuales que acaparan algunas semanas, o incluso meses, pero que con el tiempo se acaban solucionando. No les daremos importancia porque, además, según nos afecten las cosas podremos resolverlo con más o menos rapidez.
El insomnio se ha convertido en un importante problema se salud pública que, además de tener un efecto negativo en la salud mental y en la calidad de vida de quienes lo padecen, también genera un impacto directo e indirecto a nivel social y económico. Así lo ha revelado el informe ‘Carga social y económica del insomnio en adultos’ realizado por la organización internacional de investigación sin ánimo de lucro RAND Europe con la colaboración de la compañía Idorsia.
El tercer viernes de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño y este año, bajo el lema “El sueño es esencial para la salud”, se organiza con el objetivo de incidir en la importancia de que personas de todas las edades tomen medidas para mejorar su sueño porque éste influye de forma crítica en la salud y en el bienestar físico, mental y social.
Tras la pandemia, el número de pacientes con trastornos del sueño, y en particular con insomnio, ha aumentado exponencialmente. Actualmente se estima que la incidencia en problemas del sueño es de un 40% a nivel mundial y entre un 20% y 48% a nivel nacional. No dormir bien, tiene implicaciones en la salud física y mental, así como del bienestar social y económico de la población.
El pasado 2 de noviembre la Comisión de Sanidad aprobó la Proposición no de Ley (PNL) ‘Sobre abordaje de los trastornos del sueño’. Esta iniciativa parlamentaria llega tras la pandemia y el confinamiento, donde los problemas de sueño de la población se han incrementado de manera notable. La Asociación Española del Sueño (ASENARCO) celebra la presentación y aprobación de esta PNL que significa tanto para millones de personas en nuestro país.
Mis ojos se fijarán en lo horrible de los días que pasan todos son iguales, inhumanos y privados de la belleza espiritual.
El tercer viernes de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, una fecha que este año se celebra bajo el lema “Sueño de calidad, cerebro sano, mundo feliz”, con el objetivo de incidir sobre el impacto del sueño sobre nuestra salud, así como para fomentar la prevención y el conocimiento de los distintos trastornos del sueño.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría define el insomnio como una dificultad para iniciar el sueño o para mantenerlo, que se caracteriza por despertares frecuentes o problemas para volver a conciliar el sueño después de despertar. El insomnio también incluye los despertares pronto por la mañana con incapacidad para volver a dormir.
La planta del cáñamo ha sido considerada durante siglos una potencia botánica por sus propiedades medicinales, y éste es uno de los principales compuestos cannabinoides activos que se encuentran dentro de la planta del cáñamo. Los estudios han demostrado que tiene potencial para ayudar a controlar una amplia gama de afecciones como el insomnio, ansiedad, dolor e inflamación.
El camión de la basura se ha adelantado hoy y me ha pillado con el paso cambiando. No he podido salir a tiempo al balcón. No a aplaudir, que eso ya no es tendencia desde que abrieron la veda a los paseos, sino a ver la escrupulosa coordinación de sus operarios.
Vivo la tragedia
del ataque constante,A pesar de que el presente verano no está resultando especialmente caluroso, las noches son y seguirán siendo un calvario para muchas personas que pernoctan en diversas zonas de España potencialmente ‘calientes’.
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