En el ámbito del deporte de élite, la gestión de la diabetes se convierte en un desafío adicional para los deportistas. Sin embargo, esto no tiene por qué frenarles, al contrario, pueden realizar cualquier deporte y mantener un alto rendimiento si se realiza un buen control de los niveles de glucosa.
Así, los deportistas de élite que tienen diabetes se enfrentan a desafíos similares a los de aquellos sin esta condición. Además de seguir un plan de entrenamiento adecuado, es fundamental que presten especial atención a su alimentación, asegurándose de consumir la cantidad necesaria de carbohidratos en las diferentes etapas del entrenamiento y competición. También es importante mantener una hidratación adecuada, incluyendo la reposición de electrolitos, esencial para lograr un rendimiento óptimo.
La principal diferencia radica en el buen ajuste de la insulina, ya que las personas con diabetes pueden experimentar hipoglucemias como resultado del deporte, sobre todo en el caso de actividades físicas de larga duración, como carreras de larga distancia, que requieren un consumo constante de glucosa. Por otro lado, deportes que alternan momentos de alta intensidad con períodos de descanso, como el fútbol o el tenis, pueden provocar un aumento temporal en los niveles de glucosa debido a las hormonas contra insulares liberadas durante la actividad intensa.
Por ello, es fundamental que los deportistas realicen una adaptación gradual durante el entrenamiento para comprender cómo su cuerpo responde a la insulina y a la ingesta de carbohidratos durante la competición.
Dos figuras reconocidas en la materia son Andrea Pereira, futbolista profesional con años de experiencia en el FC Barcelona y la Selección Española Femenina; y al Dr. Pedro Pinés, endocrino del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Área Integrada del Hospital de Albacete.
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