Después de un largo periodo de descanso para los niños y adolescentes, muchos se empiezan a preparar para la vuelta al cole, que está cada vez más cerca. Si bien algunos retoman la rutina con ilusión y ganas por empezar un nuevo curso, hacer amigos y aprender más, para otros este retorno a las clases se puede hacer un poco más cuesta arriba. Esto se debe a la necesidad de retomar unos horarios y obligaciones específicas, que puede suponer cambios en las emociones y el bienestar de los más pequeños.
Sin embargo, el problema puede llegar más allá y tener que ver con un síndrome postvacacional, aunque esto sólo afecta a entre el 5% y el 8% de los niños, según los datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Algunos de los síntomas que van asociados a este síndrome tienen que ver con un componente emocional y físico: tristeza, irritabilidad, sueño alterado o problemas gastrointestinales son algunas de las dificultades por las que pueden estar pasando los niños a la hora de afrontar la vuelta al cole. Para ayudar a que los alumnos planten cara a este retorno a las clases de la mejor manera posible, “es imprescindible un soporte familiar que ponga en marcha una preparación anticipada para que el impacto de la vuelta a la rutina sea el mínimo posible”, aclaran los profesionales de la escuela de formación CEAC.
Establecer metas y objetivos para el nuevo curso escolar es clave para hacerlo más atractivo y conseguir que los niños cojan septiembre con ganas. Según los expertos de CEAC, “motivar a los pequeños y participar en su proceso educativo es fundamental para que los niños se sientan apoyados”. Para ello, desde la escuela de formación comparten una serie de tips que se pueden aplicar durante estas últimas semanas de agosto con el objetivo de preparar a los niños y jóvenes al máximo para que su retorno a las aulas tenga el menor impacto negativo posible:
- Adelántate a la vuelta al cole: conseguir que la rutina tenga el menor impacto posible pasa por hacer que los días previos a la vuelta al cole se parezcan cada día un poco más al mes de septiembre. Ir levantando a los pequeños un poco antes, y adaptar los horarios de las comidas es clave para que el cansancio no se apodere de los más pequeños al empezar la vuelta al cole.
- Muestra el retorno a las clases como algo positivo: para ello, ser un referente y no hablar de la vuelta al trabajo como una carga, “puede ayudar a los niños a comprender que volver a empezar no tiene por qué ser tan duro”, aclaran los profesionales de CEAC. Plantear retos y objetivos para conseguir durante el curso y reforzar su autoestima también puede ser una muy buena herramienta.
- Comunícate con ellos y sé paciente: al igual que para los adultos también puede ser difícil volver a empezar, también lo es para ellos, así que ser pacientes y comprensivos es necesario para que se sientan acompañados y escuchados. Comunicarse con ellos e intentar comprender cómo se sienten los ayudará a sentir que sus sentimientos y esfuerzos por volver a empezar importan.
- Haz a tus hijos partícipes de la preparación: para que la vuelta al cole no les pille de sorpresa, lo mejor es que la tengan presente unos cuantos días antes de empezar. Para ello, hacer actividades en familia como la compra de material escolar y de ropa y zapatos o la planificación de desayunos para llevar al cole les ayuda a entender que están formando parte de una nueva etapa.
- Celebra sus logros y haz un refuerzo positivo: especialmente para aquellos pequeños con conductas más complicadas, es crucial que se les reconozcan sus buenos actos y hábitos. “Celebrar sus logros y sus esfuerzos es una de las acciones más importantes que pueden hacer los padres para el bienestar emocional de sus hijos”, aclaran fuentes expertas de CEAC.
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